Servicio militar o provisiones para subsistir 72 horas: Bruselas debate cómo mejorar la preparación civil en defensa
- El informe encargado por Von der Leyen apuesta por crear gradualmente un Servicio de Inteligencia de la UE.
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Generalizar el servicio militar, mejorar los sistemas de alerta temprana, o garantizar que los hogares de toda la UE estén preparados para una autosuficiencia básica mínima de 72 horas en diferentes tipos de emergencias. La Unión Europea debate cómo mejorar la preparación en materia de defensa para responder a todo tipo de amenazas, no sólo en el ámbito militar sino también en el civil.
El primer paso ha sido la publicación este viernes de un informe encargado por la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que ha sido preparador por el ex presidente finlandés, Sauli Niinistö. Un estudio que defiende precisamente exportar al resto de la UE el modelo de Finlandia, que lleva décadas preparándose para un posible conflicto con Rusia.
"No tenemos un plan claro sobre lo que hará la UE en caso de agresión armada contra un Estado miembro", avisa Niinistö en su informe. Tampoco existe un centro de coordinación de emergencias a escala de la UE que reúna a todos los actores implicados en la respuesta a una amenaza de este tipo. Estas son las carencias más importantes que Bruselas debe resolver de forma urgente para poder hacer frente a "la amenaza de guerra que planeta Rusia a la seguridad europea, o a otros riesgos como "perturbaciones en la economía global, desastres provocados por el cambio climático u otra pandemia".
A juicio del expresidente finlandés, el punto de partida de una preparación integral en defesa pasa por "poner a los ciudadanos en el centro". La UE y los Estados miembros deben proteger mejor a sus ciudadanos reforzando su resiliencia y su capacidad de acción. "Eso significa aumentar la conciencia de los ciudadanos sobre los riesgos, fomentar la autosuficiencia y permitir que los ciudadanos, en diferentes capacidades, desempeñen un papel activo en la preparación ante las crisis y la primera respuesta", alega.
En primer lugar, la UE debe procurar garantizar que todos los hogares comunitarios estén preparados para una autosuficiencia básica mínima de 72 horas en diferentes tipos de emergencias. Por ejemplo, proporcionando directrices sobre el almacenamiento de víveres, las evacuaciones, las amenazas químicas, biológicas, radiológicas o nucleares, el acceso a los servicios médicos o al escolarización en situaciones de emergencia. Una formación que debe incluirse en los programas educativos y en campañas de información.
En la actualidad, más de la mitad de los encuestados por el Eurobarómetro (58%) no se sienten bien preparados para desastres y sólo el 46% asegura que sabría qué hacer si ocurre una catástrofe. La mayoría de los europeos tienen medidas limitadas de preparación para emergencias, y su capacidad para gestionar las funciones básicas del hogar durante las crisis es limitada. "Esto demuestra que existe un margen significativo para mejorar la preparación personal y la capacidad de los hogares para hacer frente a los desastres en toda la UE", dice el estudio.
Servicio militar
El exprimer ministro finlandés ha renunciado a proponer que el servicio militar obligatorio se restablezca en toda la UE, como ocurre en su país. "No sería realista", aduce, porque se trata de una competencia nacional de los Estados miembros. No obstante, alerta de que cada vez faltan más especialistas en la UE para profesiones relacionadas con la seguridad.
"No se trata solo de garantizar que las fuerzas armadas de los Estados miembros tengan suficientes mujeres y hombres sirviendo en uniforme. La Comisión ya estimó el año pasado que la UE carece de casi un millón de profesionales en seguridad cibernética, que se necesitan tanto en el servicio público como en el sector privado", ha avisado Niinistö.
Para hacer frente a este problema, los Estados miembros deben aprobar incentivos específicos, incluso a través de programas financiados por la UE, para hacer que las carreras profesionales relacionadas con la seguridad resulten más atractivas para los jóvenes.
El informe propone además una colaboración estructurada entre los Gobiernos para identificar las "mejores prácticas" en materia de modelos de servicio militar obligatorio o creación de sistemas de reserva que funcionen. El objetivo es que puedan servir de inspiración al resto y facilitar su expansión a través de la UE.
Un ejemplo es el modelo estonio de 'ciberservicio militar obligatorio', que permite a los jóvenes convertirse en expertos en ciberseguridad durante su servicio civil
o militar. El expresidente finlandés cita además el caso de Polonia, que recientemente desarrolló un servicio militar básico voluntario de un año; de o Alemania y Países Bajos, que están considerando un modelo de servicio obligatorio selectivo al estilo sueco.
Otra herramienta imprescindible para mejorar la preparación en materia de defensa sería crear gradualmente un Servicio de Inteligencia de la UE, aunque el propio Niinistö admite las dificultades prácticas de esta medida por la desconfianza que todavía persiste entre los Estados miembros.
Los Gobiernos europeos deben además tomar medidas conjuntas para dificultar al máximo que los servicios de inteligencia hostiles operen dentro de la UE; así como establecer una red antisabotaje para ayudar a los Estados miembros a prevenir y responder a los incidentes de sabotaje por parte de potencias extranjeras.
En cuanto a la financiación, el expresidente finlandés destaca "la necesidad urgente de invertir más" en seguridad y defensa. "La preparación tiene un coste, pero es insignificante en comparación con el coste de afrontar una crisis importante sin estar preparado". Su informe propone consagrar al menos el 20% del presupuesto de la UE a estas cuestiones. Además, los Estados miembros y las instituciones financieras privadas deben explorar nuevas fórmulas para movilizar más dinero, como bonos de preparación, avales o nuevos productos de inversión en empresas de la UE especializadas en este ámbito.