La foto de familia de la cumbre de la Comunidad Política Europea celebrada este jueves en el estadio Puskás de Budapest

La foto de familia de la cumbre de la Comunidad Política Europea celebrada este jueves en el estadio Puskás de Budapest Unión Europea

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"Si somos herbívoros, los carnívoros nos devorarán": Macron pide que la UE se rearme tras el triunfo de Trump

Budapest (Hungría)
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En tanto que anfitrión de la reunión de la Comunidad Política Europea en Budapest —un foro de diálogo que reúne a la UE y otros 20 países del continente—, Viktor Orbán ha querido alejarse del papel de "oveja negra de Europa" (así le ha llamado el primer ministro albanés, Edi Rama) y ponerse el traje de hombre de Estado. Pero aun así no ha podido evitar meterse en varios charcos. En particular, ha vuelto a expresar su "alegría" por la victoria de Donald Trump y ha pedido un alto en fuego inmediato en Ucrania, contradiciendo la línea oficial de la UE. 

¿Cumplió su promesa de descorchar varias botellas de champán para celebrar el regreso de Trump a la Casa Blanca? "Sólo en parte, porque estaba en Kirguistán y allí la tradición es diferente, así que recurrimos a las reservas de vodka con gran alegría", ha respondido Orbán. Una euforia que contrasta con el disgusto que ha provocado entre la mayoría de líderes europeos la victoria de Trump: el magnate defiende aranceles de hasta el 20% para los productos comunitarios y sopesa cortar el apoyo militar a Kiev.

"Todos coincidimos en que no hay tiempo que perder. La historia se acelera. Con las elecciones americanas se ha cerrada un capítulo y se abre otro. El mundo va a cambiar más rápido que antes", ha dicho Orbán en la rueda de prensa final de la cumbre. El primer ministro húngaro admite que sigue habiendo "opiniones divergentes" sobre la guerra de Ucrania, pero asegura que la victoria de Trump refuerza el bando de los que a su juicio "defienden la paz", que según ha dicho cada vez tiene más militantes también en Europa.

"Europa debe ser un actor activo en las negociaciones" sobre Ucrania para "influir en las decisiones futuras", sostiene Orbán. También ha cuestionado que Trump vaya a pagar la cuota que corresponde a Estados Unidos del préstamo de 50.000 millones de dólares acordado por el G7 para Kiev, lo que obligaría a la UE a asumirlo en su totalidad, algo que él rechaza.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que también ha participado en la cumbre de Budapest, ha arremetido contra los que le piden hacer "concesiones" al Kremlin. "Es inaceptable para Ucrania y suicida para toda Europa", ha dicho. La mejor respuesta que la UE puede darle a Trump es mantenerse unida en la defensa de sus intereses comunes, ha afirmado Zelenski.

En lo que sí se han puesto de acuerdo todos los jefes de Estado y de Gobierno es en que "Europa debe asumir una mayor responsabilidad para garantizar su propia paz y seguridad". "No podemos esperar a que los americanos nos protejan", ha dicho Orbán. "El futuro de Europa está en nuestras manos, tenemos que actuar ahora", sostiene la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, este jueves en Budapest

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, este jueves en Budapest Reuters

"Nuestra seguridad no es algo que queramos externalizar para que se ocupen otros, en particular Estados Unidos. Europa debe ser capaz de hacerlo por sí misma. La seguridad de EEUU y de la UE estaría mejor si trabajamos juntos y espero que podamos trabajar juntos. Pero no vamos a externalizar nuestra seguridad", coincide el primer ministro belga, Alexander de Croo.

Pero el líder que ha defendido con más apasionamiento que Europa debe independizarse de Estados Unidos es el presidente francés. "Su majestad" Emmanuel Macron -de nuevo según la definición irónica del primer ministro albanés- fue el que acuñó al principio de su mandato los conceptos de autonomía estratégica y soberanía europea, que al principio fueron acogidos como una excentricidad de París, pero que ahora se han convertido en una hoja de ruta para responder al regreso de Trump.

"Nuestro papel en la UE no es comentar la elección de Donald Trump o decir si es algo bueno o malo. Ha sido escogido por el pueblo americano y va a defender los intereses americanos. Es legítimo y es algo bueno. La cuestión es si estamos preparados para defender los intereses de Europa", ha dicho Macron durante su intervención en la cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE), un foro que se creó hace dos años precisamente por inspiración francesa.

"¿Queremos leer la historia escrita por otros? Las guerras lanzadas por Vladímir Putin, las elecciones estadounidenses, las decisiones de China en términos tecnológicos o comerciales. ¿O queremos escribir la historia? Yo creo que tenemos fuerza para escribirla. Nuestras economías son fuertes, nuestros países tienen sistemas de defensa sofisticados y representamos algo", alega el presidente francés.

"El mundo está hecho de herbívoros y carnívoros. Si decidimos seguir siendo herbívoros, los carnívoros ganarán y nosotros seremos un mercado para ellos. Creo que debemos elegir ser omnívoros: no queremos ser agresivos pero sí saber defendernos. Pero no quiero que Europa sea un enorme teatro habitado por herbívoros a los que los carnívoros, según su agenda, vengan a devorar", ha concluido Macron.

Crisis en Alemania

El desafío al que se enfrenta a la UE es pasar de las palabras a los hechos, un reto en el que ya ha fracasado en el pasado. Por ejemplo, durante el anterior mandato de Trump. La primera prueba de fuego llega este mismo viernes: los líderes europeos debatirán el informe elaborado por Mario Draghi, que cifra en 800.000 millones de euros la inversión extra anual que la UE necesita para no descolgarse de Estados Unidos y China.

El ex presidente del Banco Central Europeo (BCE) ha propuesto que parte de este esfuerzo —en particular para impulsar el sector de la defensa— se financie con una nueva emisión de eurobonos, siguiendo el ejemplo de Next Generation. Pero Alemania y el club de los 'frugales', líderado por Países Bajos, se oponen frontalmente a otra ronda de endeudamiento conjunto de la UE y han logrado eliminar de las conclusiones cualquier alusión a "nuevos instrumentos" de financiación.

Precisamente, la crisis política en Alemania también se ha colado en la cumbre de Budapest, a la que el canciller Olaf Scholz ha llegado tarde por la ruptura de su Gobierno de coalición semáforo. Un hundimiento que agrava todavía más los problemas de liderazgo que sufre la UE, precisamente en el peor de los momentos.

"Es muy importante que Alemania celebre elecciones pronto, porque necesitamos un Gobierno alemán fuerte y unido y una Alemania fuerte en la Unión Europea. Tenemos muchos temas importantes sobre la mesa", ha dicho el primer ministro finlandés, Petteri Orpo. "Europa no es fuerte sin una Alemania fuerte", admite la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola.