Según expertos en asuntos militares, el Kremlin estaría intensificando su campaña de control para influir en las decisiones de Occidente a favor de Rusia. Una información que llega tras las declaraciones del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, sobre la llamada entre el canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
Así pues, el recién electo presidente, Donald Trump, se ha comprometido a mantener el suministro de armas y ayuda a Ucrania, a pesar de su anhelo por poner fin rápidamente a la guerra, según informa Politico.
En Kiev existe la percepción de que Trump podría ser una mejor opción que su contrincante demócrata, Kamala Harris, ya que consideran que, en el mejor de los casos, Harris habría perpetuado la política de Joe Biden, lo que equivaldría a una lenta agonía para Ucrania", tal y como ha destacado una fuente anónima al periódico estadounidense.
No obstante, aunque Trump busca un cese rápido de las hostilidades, no tiene intenciones de rendirse:"De hecho, Trump tiene un interés personal en esto", indicó la fuente anónima.
"El nuevo presidente no planea reducir el apoyo en armas y suministros para Ucrania porque sabe que si el país ucraniano colapsa, Putin no resolverá nada en la mesa de negociaciones", según indicó este mismo testimonio anónimo.
En esta misma línea, Zelenski ha aseverado hoy que, bajo la administración de Trump, la guerra de Rusia contra Ucrania podría llegar a su fin más pronto de lo esperado.
Putin busca más influencia en Occidente
Para el presidente ucraniano, la llamada del 15 de noviembre entre Scholz y Putin fue un duro revés a su país, ya que abrió la "caja de Pandora" al conseguir "lo que deseaba" el líder ruso: "salir del aislamiento" al que le tiene sometido Occidente.
"El objetivo de estas operaciones es presionar a Ucrania para que acepte negociaciones de paz anticipadas, en lugar de recibir un mayor apoyo militar de Occidente", así lo confirma el informe publicado por el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW).
Así pues, las intenciones del Kremlin en la llamada de este viernes eran "influir en el gobierno alemán y en otros países occidentales", tal y como indican los expertos en asuntos militares de la ISW.
Zelenski considera que estas conversaciones entre el canciller alemán y Putin "socavan los esfuerzos por aislar al líder ruso". Todo ello mientras la debacle del Gobierno de Scholz le llevó a convocar elecciones anticipadas el pasado 12 de noviembre, tras oficializarse la ruptura de su coalición.
Comunicado íntegro Zelenski
Volodímir Zelenski confirmó via Telegram que Scholz le había avisado de su llamada con Putin y añadió que esto puede conducir a "nuevas conversaciones y a otras llamadas" que no son más que palabras.
El presidente ucraniano también advertía de que Rusia quiere participar en negociaciones ordinarias "que no llevarán a nada, [tal y] como ha estado haciendo durante décadas".
Zelenski continuaba: "Esto siempre ha permitido a Rusia no cambiar nada en su política, no hacer nada sustancial, y, en última instancia, ha conducido a esta guerra".
"Entendemos todos estos desafíos ahora. Sabemos cómo actuar. Y queremos advertir a todos: no habrá Minsk-3 [los dos Acuerdos de Minsk negociados en su momento con Rusia para poner fin al conflicto en el este de Ucrania que comenzó en 2014]; lo que necesitamos es una paz real. ¡Gloria a Ucrania!", así cerró Zelenski su comunicado.
Scholz y Putin mantendrán el contacto
Según fuentes gubernamentales, el canciller condenó el ataque de Rusia a Ucrania y pidió a Moscú que negociara con Kiev para llegar a una "paz justa y duradera".
También enfatizó la "determinación inquebrantable de Alemania para apoyar a Ucrania en su lucha defensiva contra la agresión rusa durante el tiempo que sea necesario". De esta manera, el gobierno alemán quiso evitar cualquier acusación de que estén intentando llegar a un acuerdo con Moscú a espaldas de Ucrania.
Scholz condenó en particular los bombardeos aéreos rusos sobre infraestructura civil.
La conversación telefónica duró aproximadamente una hora y ambos líderes acordaron mantener el contacto. Los medios rusos informan que, según el Kremlin, la llamada fue iniciada por Alemania.
De acuerdo con el Kremlin, Putin le dijo a Scholz que cualquier posible acuerdo de paz debe "basarse en las nuevas realidades territoriales", en otras palabras, en el territorio ucraniano que Rusia ha ocupado desde 2022.
Más reacciones a la llamada
El asesor de la Oficina del presidente ucraniano, Mykhailo Podolyak, aseveró en una publicación en X que "las llamadas telefónicas a Putin de líderes de países democráticos" son "en vano".
Afirmó que era "obvio" que Putin estaba solamente interesado en "los ultimátums" y que "quiere continuar la guerra, apoderarse de tierras, matar, matar y volver a matar".
"¿Cuál es esta pasión por las conversaciones telefónicas con [la Federación Rusa]? ¿Para qué? ¿Cuál es el propósito?", dijo.
Podolyak hizo un llamado a Occidente para que deje de dar a Putin la "ilusión" de que estaba dispuesto a "ceder ante él".
Declaraciones líderes G7
Los líderes del G7, compuesto por Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido, Japón, Canadá e Italia, han reafirmado su compromiso de apoyar a Ucrania ante la invasión rusa, señalando que Rusia sigue siendo el único obstáculo para alcanzar una paz justa y duradera en la región.
En una declaración por iniciativa de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, el grupo ha expresado su solidaridad con el pueblo ucraniano, que ha soportado mil días de guerra con una resiliencia admirable. El G7 se comprometió a mantener y endurecer las sanciones y controles de exportación contra Rusia, reiterando su apoyo a Kiev "durante el tiempo que sea necesario" para poner fin al sufrimiento causado por el conflicto.
Difícil batalla en el este
Mientras la llamada de Scholz a Putin representa para Zelenski un golpe duro a su sólida alianza con Occidente, la guerra entre Rusia y Ucrania está a tres días de llegar a la jornada número 1000 del conflicto, que tuviera comienzo en febrero de 2022.
Las tropas ucranianas enfrentan, en estos momentos, una ofensiva rusa en el este que, pese a ser lenta, cuenta con el apoyo de tropas norcoreanas y tiene a Zelenski sin posibilidad de rotación en la línea del frente ante la falta de armas y equipos en las brigadas de reserva, según declaraciones del presidente recogidas por Efe.
Además, Rusia ha tomado este sábado otras dos localidades en Donetsk, en total seis en la última semana, en el marco de su avance en la región, concretamente Leninske y Makariva, según informa el Ministerio de Defensa de Rusia.
"Debe acabar el año que viene"
En este contexto, Zelenski se ha mostrado convencido de que Rusia no va a poder seguir avanzando con semejantes pérdidas, de entre 1.500 a 2.000 heridos y muertos por día, y ha agregado que "en algunas zonas, el avance ya se ha ralentizado".
"No obstante, hay que entender lo que quieren los rusos", ha declarado mientras afirmaba que se trata de un estado que "no valora a su gente y no le importa cuántos mueran".
Para acabar ha señalado que, por su parte, deben hacer todo lo posible para que la guerra acabe el año que viene, eso sí, "por la vía diplomática, esto es muy importante".