A inicios de octubre comenzaron a llegar los primeros rumores sobre la presencia de soldados norcoreanos en Rusia para su eventual entrada en combate en Ucrania. Poco después, la inteligencia de Corea del Sur y la de Estados Unidos, entre otras, confirmaron lo que era un secreto a voces: que cerca de 12.000 efectivos norcoreanos habían sido desplegados en la región rusa de Kursk (ocupada desde verano por Ucrania) para combatir junto con las fuerzas del Kremlin.
Ahora, mientras siguen perdiendo efectivos a velocidades vertiginosas -un total de 600.000 en los dos años y medio de guerra-, las Fuerzas Armadas rusas han reclutado a cientos de combatientes yemeníes, según avanzaba este domingo el Financial Times (FT). En concreto, se trataría de rebeldes hutíes, uno de los grupos proxies de Irán en Oriente Próximo.
De acuerdo con el rotativo británico, han sido los propios mercenarios yemeníes los que han revelado que, a través de una compañía intermediaria, se les prometieron salarios altos e incluso la nacionalidad rusa a cambio de luchar junto a las tropas de Moscú en Ucrania. Por su parte, el enviado especial de Estados Unidos para Yemen, Tim Lenderking, ha asegurado al FT que Rusia está manteniendo contactos activos con los hutíes para el intercambio de armamento, aunque no ha proporcionado más detalles.
En este sentido, la incorporación de mercenarios yemeníes pone de relieve cómo Moscú se encuentra cada vez más cerca de Irán y de sus grupos aliados. Una alianza entre dos estados paria basada, principalmente, en su contraposición a Occidente.
Asimismo, esto también es una muestra de la presencia cada vez mayor de soldados procedentes de otras nacionalidades debido a las reticencias del Gobierno ruso para decretar una movilización general en su país. De hecho, esta misma semana, el Kremlin negó realizar una nueva ola de movilización de reservistas para combatir en Ucrania con vistas al cuarto año de combates en el país vecino.
Es así un intento de evitar que se repita lo que sucedió en septiembre de 2022, cuando un reclutamiento parcial (unos 300.000 hombres fueron llamados a filas) desató una ola de descontento e indignación en el país y provocó el éxodo de cientos miles de hombres en edad militar.
Por el momento, ya se ha registrado la presencia de mercenarios de Nepal y la India en el conflicto en Ucrania, a los que hay que sumar esos 12.000 soldados norcoreanos enviados para apoyar a las tropas rusas en la defensa de Kursk.
A lo largo del último año, después del inicio de la guerra de Israel en Gaza, los hutíes han lanzado ataques contra las cadenas de suministro globales mediante el lanzamiento de misiles sobre buques cargueros en el mar Rojo. También han atacado en varias ocasiones territorio israelí como muestra de apoyo a la milicia palestina de Hamás, y al grupo chií libanés Hezbolá.