El control de la inmigración en el Canal de la Mancha enfrenta a París y Londres: "Lo generoso es evitar que se ahoguen"
El ministro galo de Interior dice estar dispuesto a poner fin a los acuerdos de 2003 que regulan esa relación, por los que Reino Unido paga un canon a Francia.
El ministro francés del Interior, Bruno Retailleau, anunció este viernes "un pulso" con el Reino Unido para modificar las condiciones de control del tráfico de clandestinos en el Canal de la Mancha, donde en lo que va de año han fallecido más de 70 personas tratando de llegar a las costas británicas.
En vísperas de reunirse con su homóloga británica, Yvette Cooper, el responsable galo del Interior indicó que el brexit exige que se modifique la relación fronteriza entre ambos países en lo referente al control de flujos migratorios, según informa Efe.
"La relación entre Francia y Reino Unido no puede resumirse a una externalización", dijo el ministro francés, que consideró que su país no puede ser "el guardián de la frontera" británica.
La tensión en ese punto ha ido en aumento y Retailleau indicó que está dispuesto a poner fin a los acuerdos de 2003 que regulan esa relación, por los que Londres paga un canon a París para el control de la frontera.
Pero Francia considera ahora insuficientes esos compromisos y considera que el Reino Unido debe comprometerse más en la lucha contra la inmigración irregular, que genera importantes daños materiales en sus costas.
Retailleau consideró que hay que abrir negociaciones para establecer una nueva relación que incluya también a la Unión Europea, que es quien debe acordar en último término las relaciones fronterizas tras el brexit.
Con 72 inmigrantes muertos en el Canal de la Mancha, según los datos de la Prefectura, 2024 es el año más dramático desde que en 2018 comenzaron a aparecer pequeñas embarcaciones en las que los clandestinos tratan de ganar las costas británicas por esa vía de un intenso tráfico marítimo.
El ministro francés, partidario de una mano dura en la lucha contra la inmigración, excluyó mejorar las condiciones de acogida de los inmigrantes en su país para evitar un "efecto llamada". "Solo la firmeza puede solucionar las cosas. La auténtica generosidad es impedir que se ahoguen", dijo.
Retailleau anunció el nombramiento de un prefecto para las costas y de un enviado especial sobre la inmigración, además de 200 personas suplementarias para reforzar el personal de acogida y control en la frontera.
Esos anuncios se producen en un momento en el que la extrema derecha reclama más firmeza contra la inmigración al Ejecutivo, cuya supervivencia depende de sus votos parlamentarios.