Sánchez choca con Macron y Planas con el campo español por el acuerdo entre Unión Europea y Mercosur

El presidente francés se afana por conseguir una minoría de bloqueo para tumbar el acuerdo con Mercosur cuando lo voten las capitales. "Francia continuará, con sus socios, defendiendo incansablemente su agricultura y su soberanía alimentaria. Estas demandas agrículas ya se expresan ampliamente en Europa: en Polonia, en Italia, en Países Bajos, en Austria, en Bélgica y también en el Parlamento Europeo", aseguran fuentes del palacio del Elíseo.

En el extremo contrario del cuadrilátero, "España trabajará para que este acuerdo sea aprobado por mayoría en el Consejo. Porque la apertura comercial con nuestros países hermanos latinoamericanos nos hará -a todos- más prósperos y más fuertes", le ha replicado Pedro Sánchez desde su cuenta de la red social X.

Reuters

Coches por carne: Bruselas y Mercosur cierran un polémico acuerdo de libre comercio tras 25 años de negociación

El presidente del Gobierno ha sido uno de los que más ha presionado a Von der Leyen para que impulsara este acuerdo. En septiembre, firmó una carta con otros 10 países en la que le reclamaba que lo concluyera antes de fin de año. En realidad, su objetivo era haberlo cerrado bajo presidencia española de la UE en el segundo semestre de 2023, pero Macron frustró su intento. Su principal aliado ha sido Olaf Sholz: "Este acuerdo creará un mercado libre para más de 700 millones de personas, además de mayor crecimiento y competitividad", sostiene el canciller alemán.

En contraste, el presidente francés llamó por teléfono a Von der Leyen cuando se enteró este jueves de que viajaba a la cumbre de Mercosur en Montevideo (un viaje llevado con el máximo secretismo) para suplicarle, sin éxito, que frenara el acuerdo. "Las exigencias de Francia son conocidas y compartidas en Europa: el sector agrícola no pueden estar expuesto a una competencia desleal ni constituir una variable de ajuste", alega el Elíseo. La presidenta ha acabado cancelando su visita este sábado a la reapertura de la catedral de Notre Dame en París.

Aunque Sánchez y Macron se encuentran en bandos diametralmente opuestos en este debate, los agricultores de España y de Francia sí coinciden en su rechazo al acuerdo de libre comercio con Mercosur, y anuncian movilizaciones para el próximo lunes en Bruselas. Se quejan de que tendrán que competir con una avalancha de importaciones latinoamericanas baratas en condiciones de desventaja, puesto que deben cumplir normas medioambientales y de seguridad alimentaria mucho más exigentes.

"Nosotros también tenemos que exportar: tenemos que exportar vino, aceite, carne. El problema está en que los requisitos que me exigen a mi para producir son mucho más restrictivos que los que les exigen a estos países", ha denunciado el presidente de Asaja, Pedro Barato.

La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, junto con los presidentes de Uruguay, Luis Lacalle; Argentina, Javier Milei; Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; y Paraguay, Santiago Pena, durante el cierre del acuerdo UE-Mercosur este viernes en Montevideo Reuters

"El Gobierno español es uno de los impulsores de este acuerdo y el ministerio de Agricultura nos utiliza otra vez como moneda de cambio para otras actividades como puedan ser la venta de coches, la construcción o las energéticas. Volvemos a ser los grandes perjudicados", sostiene el secretario general de COAG, Miguel Padilla. COAG cifra en 3.000 millones el impacto en la ganadería del pacto con Mercosur, y avisa de daños en otros sectores como los cítricos, la miel o el porcino.

"La utilización (en Mercosur) de productos que no están permitidos en la UE para el engorde de los animales y fitosanitarios en la agricultura supone una competencia desleal que arruina a agricultores y ganaderos", ha denunciado Padilla.

El ministro de Agricultura, Luis Planas, responde que "Mercosur es una gran oportunidad económica para el sector agrario". "España gana con él. Nuestro sector agroalimentario saldrá reforzado de esta apertura a un continente con el que nos unen lazos de cultura e idioma", sostiene Planas. Entre los sectores beneficiados estarían el vino (que actualmente sufre un arancel del 27%) o el aceite de oliva (10%).

Además, el pacto garantiza la protección en Mercosur de 357 Indicaciones Geográficas de alimentos y bebidas de la UE, de las que 59 son españolas. Entre ellas, el azafrán de la Mancha, la cecina de León, el jamón de Jabugo, los cítricos de Valencia, el turrón de Jijona, el aceite de oliva de Antequera, el queso de Mahón, los vinos de Jerez, Rioja, Ribera del Duero, Priorat, Somontano o Bierzo o el pacharán de Navarra. 

"A nuestros agricultores: os hemos escuchado, hemos atendido vuestras preocupaciones y estamos actuando en consecuencia. Este acuerdo incluye sólidas salvaguardas para proteger vuestros medios de vida", ha dicho Von der Leyen durante su comparecencia de prensa en Montevideo.

No obstante, tanto Von der Leyen como el Gobierno español han puesto el énfasis en la dimensión geopolítica del acuerdo. "Se trata de una magnífica noticia. Constituye el logro más importante de la política comercial exterior de España y de la UE de los últimos años. Marca un antes y un después, al reforzar la alianza estratégica entre dos zonas tan importantes, la UE y Mercosur. Para nuestro país además adquiere una relevancia especial, ya que somos un puente entre la UE y América Latina", ha celebrado el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.

Meloni tiene la llave

Si se superan todos los obstáculos, el acuerdo UE-Mercosur creará un mercado de más de 700 millones de personas, que según Von der Leyen constituye "la mayor asociación comercial y de inversión que el mundo haya visto jamás". Según los cálculos de Bruselas, el pacto ahorrará a las empresas comunitarias 4.000 millones de euros al año en aranceles. Las empresas de la UE -entre ellas 30.000 pymes- exportaron a los países de Mercosur 56.000 millones de euros en mercancías en 2023 y 28.000 millones en servicios en 2022, según los datos de Bruselas. 

Según el acuerdo, los países de Mercosur eliminarán los aranceles sobre el 91% de las mercancías importadas desde Europa, entre las cuales se encuentran productos de exportación industrial clave para la UE, como los coches (que ahora sufren un recargo del 35%) y la maquinaria (hasta el 20%).

A su vez, la UE liberalizará el 95% de las importaciones de bienes procedentes de Mercosur, incluyendo el 82% de los agrícolas. No obstante, en el caso de los productos agrícolas más sensibles para los europeos -como la carne de vacuno y cerdo, el pollo, el azúcar, el arroz o la miel- se ha establecido un sistema de cuotas limitadas.

En todo caso, el acuerdo alcanzado por Von der Leyen con Mercosur siguen pendiente de un hilo, ya que aún necesita la ratificación tanto de las capitales como la de la Eurocámara. En el enfrentamiento entre Macron y Sánchez, la llave la tiene la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que ha expresado dudas sobre el pacto pero todavía no ha adoptado una posición definitiva. Si al final se decanta del lado de España, el pacto de libre comercio saldrá adelante; pero si Meloni se alía con Macron sumaría la minoría de bloqueo necesaria para tumbar Mercosur.