El presidente francés, Emmanuel Macron, prometió este jueves todo el empuje del Estado francés para reconstruir el archipiélago de Mayotte, devastado por el ciclón Chido: "Si hemos podido reconstruir Notre Dame, podremos hacerlo con Mayotte".
Macron visitó la isla francesa para observar en primera persona el nivel de destrucción y asegurar a los habitantes el compromiso del Estado con ese departamento en el océano Índico, el más pobre del país.
El presidente prometió un plan global de reconstrucción, aunque reconoció que por ahora es "imposible" calcular su coste", pero insistió en que el deber de la nación es "estar a la altura" de las necesidades de los ciudadanos.
Tras sobrevolar en helicóptero la isla para contemplar desde el aire el alcance de la destrucción, Macron visitó el principal hospital del territorio, acudió al arrasado barrio de Kavani, en la capital Mamoudzou, y finalmente mantuvo una reunión con las autoridades regionales y locales.
En algunos casos recibió reproches, algunos airados, por lo que en Mayotte algunos consideran lentitud de las autoridades en acudir en su ayuda o por el estado precario de la isla antes del paso del ciclón el pasado sábado.
Macron resumió que lo más urgente es la asistencia médica, la electricidad, el agua y los alimentos, y señaló que ante los problemas de las comunicaciones por tierra se van a lanzar suministros desde helicópteros sobre las localidades más lejanas. "Hace falta llevar productos de primera necesidad a donde hacen falta", insistió.
Cerca de la mitad de los 320.000 habitantes de las islas son inmigrantes irregulares, pero Macron dejó claro que "no hay que hacer distinción" a la hora de distribuir la ayuda.
Avanzó que para el domingo llegarán desde la Francia metropolitana 1.200 miembros de las fuerzas de seguridad para prevenir los saqueos y garantizar la seguridad y que para el fin de semana se espera restaurar la mayoría de las redes de telecomunicaciones al conectarlas a satélites.
Además, en su encuentro en el Consejo Departamental con diputados regionales y autoridades locales anunció la aprobación de "una ley especial, porque no se puede (llevar a cabo la reconstrucción) con los instrumentos" actuales.
El objetivo, explicó luego en su declaración, es crear a una institución pública, como la que organizó la recuperación de la catedral de Notre Dame o como la que gestionó los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París del pasado verano, para la reconstrucción a largo plazo. Ese organismo permitiría "simplificar procedimientos" y "comprimir los plazos", indicó.
El presidente reconoció haber sentido "una inmensa angustia" al ver el nivel de destrucción causado por Chido el pasado sábado, por lo que su deber es "estar a la altura".
Las cifras provisionales de víctimas son de 31 muertos y 45 heridos graves, aunque Macron reconoció que el balance "previsiblemente" será superior, pero sin aventurar estimaciones.
El prefecto (delegado del Gobierno) en Mayotte, François Xavier Bieuville, avanzó el pasado domingo que podría haber "varios cientos" de muertos, e incluso "millares" debido al nivel de destrucción de los poblados de chabolas, donde se concentran especialmente los inmigrantes indocumentados.
Aunque Macron no ofreció cifras, el primer ministro, François Bayrou, prevé que el fondo tenga 5.000 millones de euros, según dijo el líder del Partido Socialista, Olivier Faure, tras una de las reuniones que mantuvo este jueves el jefe del Ejecutivo con dirigentes políticos para intentar formar Gobierno.
El presidente anunció también que el lunes habrá un día de duelo nacional en toda Francia y se comprometió a volver a Mayotte "en los próximos meses".
Macron decidió sobre la marcha quedarse esta noche en Mayotte y partir este viernes, en respuesta a las peticiones de los habitantes, que le reclamaban extender este primer breve paso por el territorio, situado a 8.000 kilómetros de París.