Cientos de trabajadores, entre ellos españoles, participan en las obras de una barrera de decenas de metros de profundidad en la frontera con la Franja de Gaza que Israel construye para neutralizar los túneles de infiltración de las milicias armadas palestinas.
"Esperamos que no intenten desafiarnos", dijo el jefe del comando sur del Ejército israelí, Eyal Zamir, sobre la posibilidad de que el movimiento islamista Hamás, que controla el enclave costero, reaccione ante esta construcción.
"Esta barrera será construida a cualquier precio", aseguró un oficial militar sobre el muro, que tendrá decenas de metros de profundidad y seis de altura, precisa el diario Haaretz.
Los trabajos comenzaron de forma experimental hace unos meses, con el fin de verificar su viabilidad y eficacia, y en octubre se prevé que 1.000 empleados internacionales, entre ellos españoles, estén operando en 40 puntos diferentes de su extensión durante 24 horas al día, excepto el shabat (sábado de descanso en el judaísmo).
Fuentes diplomáticas en Tel Aviv aseguraron a Efe que no tienen constancia de la existencia de empresas españolas involucradas directamente en el proyecto.
El proyecto "Obstáculo" consiste en un muro a lo largo de 65 kilómetros, desde el mar Mediterráneo en el norte de la Franja hasta el paso de Kerem Shalom, en el sur y donde confluyen las fronteras de Israel, Gaza y Egipto, y el Gobierno israelí espera tenerlo listo en dos años.
Un proyecto de 2014
El coste del proyecto se calcula en unos 3.000 millones de shéqueles (769 millones de euros), que se suman a los 1.200 millones (324 millones de dólares, 308 millones de euros) que ya se han invertido en la búsqueda de soluciones tecnológicas para la detección de túneles.
La idea de un muro que separe los dos territorios bajo la superficie comenzó a barajarse a partir de la guerra de 2014 que enfrentó a Israel y las milicias palestinas en la Franja, al dejar al descubierto la vulnerabilidad de la frontera.
La barrera estará dotada de sensores electrónicos para detectar cualquier intento de perforación y requiere el despliegue en la zona de cientos de vehículos y maquinaria pesada, bajo estricta vigilancia del Ejército para garantizar la seguridad de los trabajadores.
Una veintena de soldados israelíes murieron en 2014 en emboscadas de milicianos de Hamás que cruzaron la frontera bajo tierra sorprendiendo a las líneas israelíes por la espalda o saliendo de otros túneles construidos dentro de la propia Gaza.
El problema de los túneles ha sido objeto de polémica en el país, tras un informe presentado por el supervisor del Estado acerca de la guerra de 2014 que apuntaba a una falta de preparación de Israel para afrontar esa amenaza de Gaza.
En algunos tramos el muro subterráneo de hormigón se elevará por encima de la superficie, donde hoy existe una valla electrónica que no ofrece una seguridad hermética a la población israelí alrededor de la Franja.