Tres directivos de la constructora francesa Lafarge fueron imputados este viernes por supuestamente haber financiado de forma indirecta a grupos yihadistas en Siria a través de la actividad de una planta cementera de la compañía entre 2013 y 2014.
Dos de los tres directivos, Frédéric J. y Jean-Claude V., están bajo control judicial, pero no en prisión, mientras un tercero, Bruno P., está pendiente de resolución, aunque la Fiscalía ha pedido el encarcelamiento preventivo, según el canal LCI.
Bruno P. fue director de la cementera en Siria entre 2008 y 2014, sucedido en 2014 por Frédéric J., mientras que Jean-Claude V. es encargado de seguridad en Lafarge.
La polémica en torno a Lafarge comenzó por una información publicada en junio de 2016 por el diario francés Le Monde, que reveló que la planta de Jalabiya había pagado comisiones al Estado Islámico (EI) entre 2013 y 2014 "para seguir en funcionamiento durante la guerra".
La ONG Sherpa, especializada en proteger y defender a la población víctima de delitos económicos, denunció a la compañía en noviembre de 2016 ante esas sospechas de que había tenido relaciones económicas con la organización terrorista