El movimiento islamista Hamás anunció en la madrugada de este sábado, un alto el fuego después de que Israel lanzara una operación militar masiva por la muerte de un soldado israelí en la frontera con la Franja de Gaza.
El portavoz de Hamás, Fawzi Barhoum, anunció que el alto el fuego fue mediado por Egipto y la ONU, cuyo enviado especial para Oriente Medio, Nickolay Mladenov, había instado esta tarde a todos a rebajar la tensión.
Esta nueva escalada de tensión, en menos de una semana, comenzó esta tarde cuando milicianos palestinos dispararon contra tropas del Ejército israelí apostadas en la frontera.
Tres miembros del brazo armado de Hamás, las Brigadas Qasam, murieron durante la primera tanda de bombardeos contra ocho posiciones del movimiento islamista en respuesta inmediata a los disparos que mataron al soldado israelí, tras lo que Israel anunció la operación masiva.
La aviación y los tanques israelíes alcanzaron 60 objetivos militares de Hamás, centrados en los batallones de Zaitun, en el norte, Jan Younes, en el sur, y Bureij, en el centro del enclave, informó el Ejército.
Los bombardeos destruyeron alrededor de 60 edificios e infraestructuras, y alcanzaron almacenes de armamento, de fabricación de armas, una entrada a una red de túneles, un depósito de drones, sala de operaciones militares, instalaciones de entrenamiento y puestos de observación.
El incidente tuvo lugar durante la 17ª protesta de viernes, manifestaciones que se desarrollan desde el 30 de marzo en el marco de la Gran Marcha del Retorno, y en las que han muerto 141 palestinos por fuego israelí, el último este mismo viernes, afiliado del partido nacionalista Al Fatah.
En este período, desde Gaza -bajo bloqueo israelí desde 2007- se repiten los lanzamientos de globos y artefactos incendiarios que han causado cientos de fuegos y dañado terrenos de cultivo en Israel.
El Ejército hace responsable a Hamás de la inestabilidad que se vive en la frontera desde entonces, y le acusa de "perpetrar actividades terroristas, bajo el disfraz de civiles".
"La organización terrorista Hamás organiza actividades hostiles a lo largo de la valla de seguridad que incluyen incendios provocados, lanzamiento de cohetes contra territorio israelí y violentos disturbios", declaró.
Las milicias palestinas lanzaron por la tarde tres proyectiles contra Israel, dos de ellos interceptados por el sistema antimisiles Cúpula de Hierro.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, convocó al Gabinete de seguridad para evaluar la situación, y el titular de Defensa, Avigdor Lieberman, advirtió a Hamás de que será responsable de toda la "destrucción y víctimas" que haya si continúa el lanzamiento de cohetes.
El Ejército aseguró "estar preparado para una amplia variedad de escenarios y decidido a cumplir su misión de proteger y garantizar la seguridad de los civiles israelíes".
La tensión alcanzó su pico más alto el pasado sábado con la mayor escalada desde la operación militar de 2014, cuando las milicias palestinas arrojaron más de 200 proyectiles hacia Israel, a lo que la aviación israelí respondió con un operación militar que terminó con otro alto el fuego.