La ciudad ultraortodoxa de Bnei Brak, cerca de Tel Aviv, parecía anoche un campo de batalla, con vehículos quemados y dañados en enfrentamientos entre policías y manifestantes opuestos a las restricciones por la Covid que dejaron un herido leve y cuatro detenidos, informaron hoy fuentes policiales.
"La Policía arrestó anoche a cuatro sospechosos en Bnei Brak" durante los "graves disturbios", en los que los ultraortodoxos trataron de tomar el parque de bomberos y atacaron autobuses públicos e incluso el coche del alcalde de la ciudad, que acudió a calmar los ánimos y no pudo salir de su vehículo.
"Infractores de la ley atacaron a civiles y causaron grandes daños a propiedades, incluido el incendio de un autobús, al tiempo que intentaban dañar a las fuerzas de emergencia y rescate, y poner en peligro a todo el público respetuoso con la ley", explicaba hoy un comunicado policial.
La Policía local, que tuvo que llamar a refuerzos y utilizar medios de dispersión de masas, denunció "delitos graves" de los cuatro arrestados.
Conductor herido
Algunos de los manifestantes apedrearon un autobús, atacaron a su conductor, que sufrió heridas leves en la cabeza y tuvo que ser trasladado al hospital, y luego prendieron fuego al autocar en un barrio residencial, lo que quemó parte del tendido eléctrico y dejó a parte de los residentes sin suministro. Vecinos del lugar tuvieron que ser evacuados, informó la emisora pública Kan.
Agredieron el coche del alcalde, Avraham Rubinstein, cuando acudió al lugar de los hechos, golpeándolo con palos y obligándole a dar la vuelta y marcharse.
Los detenidos en Bnei Brak se unen a los 15 arrestados este domingo en Ashdod, al sur de Israel. En esta ciudad se produjeron violentos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad israelíes y judíos ultraortodoxos, con al menos 15 detenidos y 13 policías heridos.
Los manifestantes ultraortodoxos se enfrentaron a las autoridades cuando estos últimos intentaron cerrar una escuela religiosa abierta a pesar de que las clases están prohibidas, excepto para los centros de educación especial.
Protestas en Jerusalén
También se registraron protestas en Jerusalén, donde manifestantes bloquearon calles, lanzaron piedras y destrozaron una estación de tranvía en el este de la ciudad, pintaron y rompieron ventanas de uno de los trenes y echaron cemento en las vías, lo que habría podido hacerlo descarrilar si no se hubiese limpiado antes de secarse.
Un agente policial disparó el domingo al aire al ser rodeado por un grupo de manifestantes ultraortodoxos en Bnei Brak y equipos de periodistas sufrieron agresiones.
Las protestas, que se han sucedido los últimos días en menor medida, son la respuesta de grupos judíos ultraortodoxos a las actuaciones policiales para garantizar el cumplimiento de las restricciones impuestas por el coronavirus, que parte de esta comunidad incumple.
La facción ultraortodoxa radical Jerusalén ha denunciado "acoso policial vergonzoso" y "métodos violentos" de los agentes contra su comunidad.
En las últimas semanas, la Policía ha dispersado bodas en las que participaban cientos de invitados, ha cerrado escuelas que seguían dando clase mientras el sistema escolar del resto del país estaba cerrado o reducido, y ha intervenido en sinagogas que no respetaban las normas de reunión.