Tres semanas después de la muerte de Mahsa Amini las protestas continúan en Irán. Y una canción que lleva por título 'Baraye' se ha convertido en catalizador de la rabia y el hartazgo de la sociedad iraní. La ha compuesto uno de los músicos más populares del país, un joven de 25 años que se llama Shervin Hajipour.
La publicó en su cuenta de Instagram la semana pasada y automáticamente se hizo viral. La gente la escucha en sus casas, la canta en las calles y la corea en todas y cada una de las protestas. Sin pretenderlo, Hajipour ha puesto banda sonora a la indignación de todo un país y su tema ha servido de inspiración a los iraníes que residen allí y a los que están en el extranjero.
Su éxito ha sido tan inmediato y arrollador que el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ordenó detener a Hajipour. El arresto del músico se produjo el 29 de septiembre, apenas unos días después de lanzar la canción en sus redes sociales. Según los mensajes publicados por la hermana de Hajipour en Twitter y que han sido verificados por Human Rights Watch, los servicios de inteligencia de la provincia de Mazandaran (en el norte del país) llamaron a los padres del artista para informarles de su arresto el pasado 1 de octubre.
Y este martes un fiscal estatal de Mazandaran informó a la agencia estatal IRNA de que Hajipour ha sido puesto en libertad bajo fianza "para que su caso pueda seguir los cauces legales", pero no quiso dar más detalles. Sin embargo, la agencia Efe señala que el abogado del músico, Majid Kaveh, ha anunciado en Twitter que "Shervin Hajipour ha obtenido la libertad bajo fianza y está con su familia".
El Gobierno iraní ha intentado boicotear la canción, pero la melodía y la letra ya se han convertido prácticamente en un himno. Fuentes cercanas a Hajipour dicen que el cantante se vio obligado a borrar 'Baraye' de Instagram cuando fue detenido. Y, según cuenta el diario The Guardian, los poderes gubernamentales han recurrido a una artimaña: desde que se produjo la detención de Hajipour la obra ha sido registrada como si hubiera sido escrita por otra persona. Esto da vía libre para presentar quejas por infringir derechos de autor, lo que ha permitido retirar la canción de todas las plataformas a las que había sido subida. Sin embargo, el tema se ha extendido como la pólvora y los usuarios siguen subiéndolo a YouTube.
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La historia de 'Baraye' guarda ciertos paralelismos con el relato que hizo Stefan Zweig sobre cómo se compuso 'La Marsellesa', el himno nacional de Francia. El autor austriaco lo cuenta en Momentos estelares de la humanidad. Corría el año 1792, Francia declaró la guerra a Austria, y el alcalde de la ciudad de Estrasburgo le pidió a un capitán de ingenieros apellidado Rouget que compusiera un himno. Fue algo improvisado y accidental, pero Rouget aceptó el envite.
"Las palabras casualmente escuchadas al pasar entre la gente o casualmente leídas en los periódicos, reiteradas en sus líneas iniciales, se convierten en el tema de su creación y forman la letra de una estrofa tan imperecedera como la melodía a la que se ajustan", explicaba Zweig.
Es cierto que en Irán no hay una guerra, pero la sociedad vive oprimida. Y lo curioso es que para componer 'Baraye' (que traducido del farsi significa "por" o "puesto que") Shervin Hajipour se sirvió de la ola de protestas tras la muerte de Amini y recogió los comentarios más destacados de Twitter. Con todo ese material dio forma a una letra que dice "Por bailar en las calles, por besar a los seres queridos" y "por las mujeres, la vida, la libertad". Palabras estas últimas que eran las consignas de las mujeres iraníes la primera vez que salieron a la calle para protestar por la muerte de Mahsa Amini, detenida por la Policía de la moral por no llevar bien el velo.
Internet se ha llenado de vídeos de colegialas en Irán cantando la canción, de coches en Teherán en los que suena 'Baraye' a todo volumen con las ventanillas bajadas y de movilizaciones en Washington, Estrasburgo y Londres donde se utiliza la composición como si fuera un himno. De hecho, hay quienes señalan que Hajipour ha captado con 'Baraye' la esencia del sentimiento de la sociedad iraní y que al escucharla se entiende perfectamente el sentido de esta revuelta sin necesidad de recurrir a libros ni a sesudos ensayos. Así lo ha manifestado Karim Sadjadpour, del 'thinktank' Carnegie Endowment.
Protestas en las aulas
Mientras tanto, Las protestas continúan extendiéndose. Las redes sociales (especialmente Twitter) se están llenando de vídeos y fotografías en las que se ve a estudiantes rebelándose contra el líder supremo de Irán, Alí Hoseini Jamenei.
En la ciudad de Karaj, al oeste de Teherán, una grabación muestra a una multitud de mujeres gritando: "Si no estamos unidas, nos matarán una por una". Y el lunes, en la ciudad de Shiraz, docenas de colegialas bloquearon el tráfico de una carretera principal mientras lanzaban sus velos al aire y gritaban: "Muerte al dictador", refiriéndose a Jamenei, según informa la BBC.
Una de las imágenes más potentes y que se ha hecho viral en Twitter es la de un grupo de colegialas que aparecen de espaldas y con las cabezas descubiertas. Casi todas ellas hacen cortes de manga a los retratos del ayatolá Jamenei y al fundador de la República Islámica de Irán, el ayatolá Jomeini.
Las protestas han llegado a las aulas horas después de que Jamenei rompiera su silencio sobre los altercados y acusara directamente a Estados Unidos (EEUU) e Israel, archienemigos de Irán, de estar detrás de las revueltas.
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Las manifestaciones se encuentran ya en su tercera semana y su perfil ha ido variando, desde grandes movilizaciones en las calles, a revueltas en universidades o gestos de desobediencia por las calles, como es quitarse el velo.
Las universidades se han convertido en los últimos días en el centro de las protestas y en alguna de ellas ha habido fuertes choques. Además, niños y adolescentes se han unido a las manifestaciones quitándose el velo y lanzando eslóganes en colegios e institutos.
El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, apeló este martes a la "unidad nacional" ante las revueltas, de las que también culpa a "conspiraciones de los enemigos", término que suele hacer referencia a EEUU e Israel.
La Policía ha reprimido las movilizaciones con el uso de porras, gases lacrimógenos, cañones de agua y, según la ONU, munición real. Pero a pesar de la muerte de Amini y de la detención de Hajipour, las protestas continúan y la canción sigue sonando en las redes sociales e incluso por las calles de Teherán.
La televisión estatal iraní afirmó hace más de una semana que 41 personas han fallecido, pero la ONG Irán Human Rights, con base en Oslo, eleva la cifra a 133 en todo el país. Ni la muerte de Amini ni la detención de Hajipour han conseguido bajar el ritmo de las movilizaciones, que siguen multiplicándose por las calles al ritmo de 'Baraye'. El pueblo iraní sigue desafiando a Jamenei y a Raisí. Habrá que ver si los dirigentes serán capaces de contener las protestas o si se verán arrollados por ellas.