La muerte de la joven Mahsa Amini el pasado 17 de septiembre ha prendido una mecha en Irán que, lejos de apagarse, se propaga sin control. Los clérigos que dirigen la República Islámica se enfrentan a las peores protestas sociales de la historia del país. La autoridad del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, se está viendo más cuestionada que nunca. Y las mujeres desafían la Sharía (ley islámica) saliendo a la calle cada día, quitándose el velo en señal de protesta y coreando proclamas como "muerte al dictador".
Mahsa Amini fue detenida por la Policía de la moral por no llevar bien el velo. Le golpearon en la camioneta que la trasladó hasta el centro de detención y tres días después, murió. Pero parece que su muerte no ha sido en vano. La epidemia de la indignación ha contagiado a la mayor parte de la sociedad, especialmente a los más jóvenes.
Estos días la 'revolución' de Amini ha llegado hasta las aulas. Chicas adolescentes se han atrevido a hacer cortes de manga a los retratos del líder supremo. Lo que aquí es un gesto procaz, soez y desafiante; en Irán es todo un acto de valentía. No en vano, "al menos 185 personas, incluidos 19 niños, han muerto en las protestas en todo el país. El mayor número de asesinatos se ha registrado en las provincias de Sistán y Baluchistán, que acumulan la mitad de los casos", según la ONG Iran Human Rights, con sede en Noruega.
La imagen de las colegialas haciendo la 'peineta' apareció la semana pasada e inmediatamente se hizo viral. Fueron retratadas de espaldas y con las cabezas descubiertas. No quisieron mostrar su rostro por temor a represalias, pero el miedo al hombre que tiene la última palabra en los asuntos de Estado va despareciendo.
En un mundo donde Internet ha dado la vuelta a la forma de entender la vida, las relaciones sociales y los negocios, ni siquiera Jamenei ha podido evitar que 'hackearan' su discurso durante la emisión del telediario nocturno de la televisión estatal. La muerte de Amini demuestra a mulás y ayatolás que la verdadera revolución es el presente. Y el presente es el siglo XXI, donde las más arcaicas y milenarias tradiciones pueden venirse abajo con el leve soplido de un suspiro.
[Mueren otras dos adolescentes durante la represión policial de las protestas en Irán]
Las autoridades iraníes culpan a sus enemigos de haber orquestado una conspiración y estar detrás de las movilizaciones. Y cuando Teherán habla de "enemigos" se refiere directamente a Estados Unidos (EEUU) e Israel. Pero también acusa a grupos disidentes armados de estar detrás de algunos episodios de violencia que, según las autoridades, han dejado al menos 20 miembros de seguridad muertos.
Agresiones a embarazadas
Los numerosos vídeos que se han compartido en las redes sociales muestran que este domingo se han vuelto a celebrar manifestaciones en docenas de ciudades de todo Irán, con cientos de chicas universitarias entre los manifestantes. Y eso a pesar de los gases lacrimógenos, las porras, y la munición real utilizada por las fuerzas de seguridad; según aseguran diversas organizaciones de derechos humanos. Aunque las autoridades iraníes desmienten haber utilizado balas de verdad en ninguna protesta, tal y como informa Reuters.
[Raquel Sánchez, Cuca Gamarra, Begoña Gómez... líderes españolas se cortan el pelo por las iraníes]
Uno de los detenidos tras la muerte de Amini fue el cantante Shervin Hajipour, un joven de 25 años que ha puesto banda sonora a la indignación del pueblo iraní con una canción que lleva por título 'Baraye'. La publicó en su cuenta de Instagram y automáticamente se hizo viral. La gente la escucha en sus casas, la canta en las calles y la corea en todas y cada una de las protestas.
Han transcurrido cuatro semanas, pero las movilizaciones continúan. Hay vídeos en Twitter que muestran a las fuerzas de seguridad armadas con porras y atacando a los estudiantes universitarios de Teherán. En otra grabación subida a la misma red social se puede ver a un hombre gritando: "No golpee a mi mujer, está embarazada", mientras intenta protegerla de los disturbios policiales del pasado sábado en la ciudad de Rafsanjan.
En otro vídeo aparecen miembros de las fuerzas de seguridad de la República Islámica persiguiendo a colegialas en la ciudad portuaria de Bandar Abbás. En medio de este clima de agitación e inestabilidad, hay activistas que han llamado a la huelga y muchos comercios están cerrados en varias ciudades del país.
Mientras tanto, y debido al hermetismo del régimen iraní, los medios internacionales tratan de verificar cada nueva información que aparece sobre las protestas. Los detalles sobre el número de detenidos y de víctimas van saliendo con cuenta gotas debido a las restricciones que las autoridades imponen también en Internet.
La situación en la antigua Persia es la más tensa que se recuerda en los últimos 43 años. La agencia de noticias semioficial Tasnim ha informado de que el viceministro del Interior ya ha amenazado con que habrá duras sentencias para aquellas personas que sean juzgadas como provocadoras de las protestas.
Hace cuatro décadas la República Islámica de Irán se enfrentaba a enemigos tangibles y reales. Ahora, aunque acusan a EEUU y a Israel de estar detrás de las protestas, quienes están enfrente son colegialas y estudiantes universitarias. Hay una consigna común en todas y cada una de las movilizaciones que se llevan celebrando a diario en Irán desde hace cuatro semanas: "Por las mujeres, la vida, la libertad". Las mujeres se han quitado el velo y la muerte de Amini ha desvelado al mundo el horror y el padecimiento que durante tiempo han tenido que soportar.
O gestiona tu suscripción con Google
¿Qué incluye tu suscripción?
- +Acceso limitado a todo el contenido
- +Navega sin publicidad intrusiva
- +La Primera del Domingo
- +Newsletters informativas
- +Revistas Spain media
- +Zona Ñ
- +La Edición
- +Eventos