La agencia oficial de noticias iraní IRNA ha anunciado la muerte de la joven Armita Geravand, la adolescente hospitalizada desde principios de este mes tras sufrir una supuesta agresión en el metro de Teherán a manos de agentes de la 'Policía de la moral' por no llevar puesto el velo.
"Desafortunadamente, el daño cerebral le provocó un coma y ha muerto hace unos minutos", ha indicado la agencia estatal de noticias iraní, desde donde se afirma que la joven recibió "un extenso tratamiento médico en sus 28 días de hospitalización en una unidad de cuidados especiales".
En cuanto a lo ocurrido, la versión oficial, difundida por IRNA, señala que la joven sufrió una bajada repentina de tensión mientras esperaba en el andén de la estación Shohada del metro de la capital iraní, por la que cayó al suelo y se golpeó la cabeza. Tras ello, Armita llevaba varios meses hospitalizada en estado de muerte cerebral y sin esperanza alguna sobre una posible recuperación.
Este argumento se apoya en las imágenes de seguridad que muestran como Garavand y dos amigas entran en unos de los vagones del metro de la capital, del que, a continuación, dos de ellas salen cargando a la tercera. Sin embargo, no existen documentos de los momentos previos a ese hecho, por lo que varias ONG, entre ellas Iran Human Rights (IHR), sospechan sobre un posible intento de ocultar los hechos por parte de las autoridades iraníes.
Amnistía Internacional, por su parte, afirma que el vídeo ha sido manipulado con la aceleración de fotogramas en cuatro secciones y hay lapsos de más de tres minutos en la grabación hecha pública. Además, Las organización kurda de derechos humanos Hengaw, con sede en Oslo, ha denunciado que la joven fue agredida por no llevar el velo islámico, obligatorio en el país desde 1983.
Mahsa Amini
El caso es similar al de la joven Mahsa Amini, quien murió hace poco más de un año tras ser detenida por la llamada policía de la moral por no llevar bien puesto el velo islámico, una muerte que las autoridades atribuyeron a causas naturales.
Su muerte provocó fuertes protestas que durante meses pidieron el fin de la República Islámica y solo desaparecieron tras una represión que causó 500 muertos, la detención de al menos 22.000 personas y en las que fueron ejecutados siete manifestantes, uno de ellos en público.
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El primer aniversario de la muerte de Amini se conmemoró el 16 de septiembre en medio de una fuerte represión y un enorme despliegue de fuerzas de seguridad, por lo que solo se produjeron tímidas protestas.
En los últimos meses el Gobierno iraní esta tratando de reimponer el uso del velo, con la presencia de patrullas en las calles, la denegación de servicios y la aprobación de una ley que endurece los castigos por no cubrirse el cabello.