La Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ), el máximo órgano judicial de Naciones Unidas, ha acogido este jueves las primeras audiencias preliminares sobre la histórica acusación de Sudáfrica contra Israel por "cometer actos genocidas" contra el pueblo palestino en su guerra contra Hamás en la Franja de Gaza.
Hoy, los jueces de la CIJ –encargada de resolver controversias entre Estados– sólo han escuchado durante tres horas la petición de Sudáfrica de ordenar medidas cautelares inmediatas. Entre ellas, la de ordenar el cese inmediato de las operaciones militares israelíes en Gaza para proteger a los civiles. Mañana viernes el equipo legal de Israel tratará de defenderse. Pero no será hasta dentro de un par de semanas cuando la Corte convoque una nueva sesión para anunciar su decisión sobre el alto el fuego. Ahora bien, la batalla legal será larga y el veredicto podría tardar años en llegar.
A lo largo de la mañana, los abogados sudafricanos han expuesto con palabras, vídeos e imágenes los argumentos que consideran que demuestran que Israel ha violado la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio firmada en 1948. "Las acciones [de Israel] muestran un patrón sistemático de conducta del que se puede inferir el genocidio", ha asegurado Adila Hassim, defensora del tribunal superior de Sudáfrica durante la audiencia.
Como prueba, el equipo de expertos en derecho Internacional del país africano ha señalado "el lenguaje de deshumanización sistemática" utilizado por altos cargos israelíes para calificar a los palestinos de Gaza. Se incluyen las palabras del ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, que en los primeros compases de la guerra calificó a los palestinos de "animales humanos".
Asimismo, Hassim ha defendido la necesidad de parar la guerra en Gaza por el "riesgo de morir por hambre, deshidratación y enfermedades que provoca la destrucción de ciudades palestinas y el acceso insuficiente de ayuda permitida a la población palestina".
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"La intención genocida de Israel tiene sus raíces en la creencia de que el enemigo no es sólo el ala militar de Hamás, sino que está incrustado en el tejido de la vida palestina en Gaza. Israel es la potencia ocupante que controla Gaza. Controla la entrada, la salida y el movimiento interno dentro de Gaza", ha asegurado por su parte el abogado sudafricano Tembeka Ngcukaitobi. "Las pruebas de la intención genocida no sólo son escalofriantes, sino también abrumadoras e incontrovertibles", añadió, mientras mostraba grabaciones de soldados israelíes celebrando la destrucción en Gaza.
Hasta la fecha, la ofensiva sobre Gaza ha dejado más de 23.300 palestinos muertos, 60.000 heridos y 1,9 millones de desplazados en un territorio habitado por 2,3 millones de personas, según datos del Ministerio de Salud gazatí controlado por Hamás.
Acusaciones de hipocresía
"Una gran muestra de hipocresía". Con estas palabras se ha referido el Lior Haiat, ministro de Exteriores israelí, en un comunicado publicado tras la audiencia en la red social X (antiguo Twitter), a las alegaciones que ha hecho Sudáfrica en La Haya. Unas acusaciones que ya había recogido previamente en un extenso documento de 84 páginas.
"Hoy fuimos testigos de una de las mayores muestras de hipocresía de la historia, agravada por una serie de afirmaciones falsas y sin fundamento", señala en el texto, donde también acusa al país africano de "funcionar como brazo legal del grupo terrorista Hamás" y "distorsionar por completo la realidad en Gaza tras la masacre del 7 de octubre".
En esta línea, el representante del Gobierno israelí señala que los abogados sudafricanos "ignoran por completo el hecho de que los terroristas de Hamás se infiltraron en Israel, asesinaron, ejecutaron, masacraron, violaron y secuestraron a ciudadanos israelíes solo porque eran israelíes, en un intento de Hamás de llevar a cabo un genocidio".