Un tribunal revolucionario de Irán ha condenado a la Premio Nobel de la Paz Narges Mohammadi a 15 meses de prisión y dos años de exilio de Teherán por la "difusión de propaganda" contra la República Islámica, en la quinta sentencia contra la encarcelada activista desde 2021.
“El Tribunal Revolucionario condenó a Narges Mohammadi a 15 meses de prisión; dos años de exilio de Teherán y las provincias vecinas; dos años de prohibición de viajar; dos años de prohibición para participar en grupos políticos y sociales y dos años de prohibición de uso de teléfonos inteligentes”, ha informado la familia de la activista en un comunicado.
La premio Nobel de la Paz, de 51 años, se negó a presentarse en el juicio que se celebró en su ausencia en la sala 26 del Tribunal Revolucionario de Teherán y que presidido por el juez Iman Atshari el 19 de diciembre de 2023 alegando la "falta de independencia de la judicatura" y la "ilegalidad de las cortes revolucionarias" del país persa.
La activista había denunciado en los últimos meses a los tribunales revolucionarios por la emisión de penas de muerte contra jóvenes del país y mencionó al joven de 23 años Mohsen Shekari, el primer manifestante que fue ejecutado por participar en las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini en 2022.
"La sentencia parece un mensaje político para Narges Mohammadi, que repite las acusaciones de que ella incita repetidamente y anima al pueblo a realizar opiniones contra el régimen islámico para provocar el caos y disturbios”, indicó el comunicado emitido por la familia.
La activista se encuentra cumpliendo una pena de 10 años en la prisión de Evin de Teherán desde noviembre de 2021.
Quinta sentencia
Se trata de la quinta sentencia contra la activista desde 2021, de las que tres han sido emitidos con ella encarcelada, y la primera desde que le fue otorgado el Premio Nobel de la paz en octubre último.
Mohammadi ha sido condenada a un total de 12 años y tres meses de prisión y 154 latigazos, entre otro castigos.
El Comité Nobel noruego concedió el mes pasado el prestigioso galardón a Mohammadi "por su lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y para promover los derechos humanos y la libertad para todos".
El premio fue recogido por sus hijos el 10 de diciembre en una ceremonia en Oslo en la que la activista pidió a través de ellos apoyo internacional para acabar con un régimen iraní, "en su nivel más bajo de legitimidad y respaldo popular".