Estados Unidos anunció este martes que, por orden del presidente Joe Biden, sus fuerzas militares bombardearon tres enclaves utilizados por la milicia iraquí Kataib Hizbulá y otros grupos proiraníes en Irak.
El Pentágono indicó en un comunicado que su acción, "necesaria y proporcionada", se produce en "respuesta directa a la serie de ataques cada vez mayor contra personal estadounidense y de la coalición en Irak y Siria por parte de milicias apoyadas por Irán".
El secretario estadounidense de Defensa, Lloyd Austin, agradeció en esa nota la profesionalidad con el que se planeó y ejecutó esa respuesta y los "continuos esfuerzos" de las tropas que luchan sobre el terreno junto a socios regionales para desmantelar el grupo yihadista Estado islámico.
Austin advirtió que ni él ni Biden dudarán a la hora de tomar las medidas necesarias para defender sus intereses.
"No buscamos escalar el conflicto en la región. Estamos totalmente preparados para tomar más medidas para proteger a nuestra gente y nuestras instalaciones. Instamos a estos grupos y a sus patrocinadores iraníes a que cesen inmediatamente estos ataques", recalcó.
El Comando Central de EEUU (Centcom), cuya área de actuación es Oriente Medio, Asia Central y partes del sur de Asia, precisó en X que los ataques se produjeron a las 00.15 hora iraquí ya el miércoles.
Los tres enclaves tuvieron como objetivo cuarteles generales de Kataib Hizbulá y lugares de almacenamiento de cohetes y misiles, entre otros.
Este ataque estadounidense se produce un día después de que Estados Unidos emitiera sanciones contra tres líderes y partidarios de Kataib Hizbulá y contra la aerolínea Fly Baghdad por su apoyo a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y a grupos afines en Irak, Siria y el Líbano.
Según dijo entonces el Departamento del Tesoro, esas sanciones subrayan la continua amenaza que la Guardia Revolucionaria y su red representan para el personal estadounidense y la región.
A Kataib Hizbulá se le atribuyen diversos ataques con drones y misiles contra personal estadounidense en Irak y Siria desde el pasado 7 de octubre, día en que el grupo islamista palestino Hamás atacó Israel.
El bombardeo de este martes se suma al lanzado el lunes por Estados Unidos y el Reino Unido contra varias posiciones de los rebeldes hutíes de Yemen, en lo que supuso la segunda operación conjunta de las dos naciones contra ese grupo en respuesta a sus ataques en el mar Rojo.