Un socio de extrema derecha de la coalición del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, amenazó este martes con romper el gobierno si se diese cualquier intento de llegar a un acuerdo "temerario" con Hamás para recuperar a los rehenes que aún se encuentran en poder de los militantes palestinos en la Franja de Gaza. 

"Acuerdo temerario = desmantelamiento del gobierno", publicó en X, antes Twitter, Itamar Ben-Gvir, del partido Otsmá Yehudit (Poder Judío) y actual ministro de Seguridad Nacional del gobierno de coalición formado en 2022. Este comentario se produce en medio de las informaciones según las cuales Israel está considerando una pausa a largo plazo, con la mediación de Qatar y Egipto, en su ofensiva contra Hamás en Gaza. 

El conservador Netanyahu ha reiterado en numerosas ocasiones su compromiso de destruir a Hamás y sostiene que la presión militar mejora las posibilidades de recuperar a los 132 rehenes.

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Sin embargo, algunas voces, incluso dentro del Gobierno, han puesto en duda las perspectivas de las misiones de rescate y han pedido un acuerdo sobre los rehenes. Entre ellos se encuentra Gadi Eisenkot, un miembro del gabinete de guerra de Netanyahu y exjefe militar cuyo hijo y sobrino murieron luchando en Gaza. 

Según informa Reuters, esto ha desatado la especulación de que Netanyahu podría optar por una reorganización más amplia de su gobierno para sortear las presiones tanto de la derecha como de la izquierda e incluso podría estar sopesando unas elecciones anticipadas

El Poder Judío cuenta con seis de los 64 escaños que la coalición de derecha religiosa de Netanyahu tenía en el Parlamento de 120 escaños antes de la guerra de Gaza. Desde entonces, ha incorporado al partido centrista Unidad Nacional de Eisenkot, con 12 escaños, a un gabinete de emergencia.

Ben-Gvir y otro socio ultranacionalista de la coalición, el ministro de Finanzas Bezalel Smotrich, del partido Sionismo Religioso, se han quejado de su exclusión del gabinete de guerra. Han pedido que no se ceje en la ofensiva y que Israel reasiente Gaza, de donde se retiró en 2005.

Netanyahu, por su parte, ha descartado la reconstrucción de asentamientos judíos en la zona, pero afirma que, tras la guerra, Gaza estará bajo control de la seguridad israelí.

El líder centrista de la oposición parlamentaria, Yair Lapid, que no formó parte del gabinete de guerra de unidad, dijo que apuntalaría el gobierno desde fuera en caso de motín de la derecha por un acuerdo sobre los rehenes."Daremos al gobierno una red de seguridad para cualquier acuerdo que traiga a los secuestrados de vuelta a casa", señaló Lapid en X.