Las Fuerzas de Defensa de Israel, tras dejar fuera de servicio el hospital Nasser de Jan Yunis, "localizaron grandes cantidades de armas, algunas de las cuales estaban escondidas en un vehículo utilizado por los terroristas de Hamás en la Masacre del 7 de octubre", señalaron las FDI en su cuenta de X. "Además, en la zona del hospital se encontró un vehículo perteneciente al Kibbutz Nir Oz, que probablemente fue robado", indican.
Los soldados de la Brigada Comando, Shayetet 13, las fuerzas ISA y otras fuerzas especiales que operan bajo el mando de la 98.ª División encontraron, en el segundo hospital más grande de Gaza, cajas de medicamentos -transferidos desde Israel y destinados a los más de 100 rehenes secuestrados en Israel y retenidos por Hamás- "sellados que no habían sido transferidos a los rehenes".
El ejército israelí aseguró que cientos de militantes se escondían en el centro sanitario y que algunos se habían hecho pasar por personal médico. "Antes de ingresar al recinto, las fuerzas libraron batallas complejas en la zona, incluso cuerpo a cuerpo con terroristas, así como contra terroristas atrincherados en el interior y bajo fuego de cohetes desde el interior del recinto hospitalario", aseguran en su comunicado en X.
El Hospital Nasser quedó fuera de servicio a primera hora del domingo, dijo el portavoz del Ministerio de Salud de Gaza, Ashraf al-Qidra. El último golpe al destruido sector sanitario de Gaza se produjo mientras Israel se preparaba para un asalto a la ciudad más meridional de Rafah, hogar de más de un millón de palestinos, en su mayoría desplazados.
Hamás rechaza las acusaciones israelíes, alegando que sirven como pretexto para destruir el sistema de salud. El hospital todavía albergaba a decenas de pacientes que sufrían heridas de guerra, los cuales no podían ser atendidos debido a la falta de electricidad y de personal médico.
"Ha quedado completamente fuera de servicio. Sólo hay cuatro equipos médicos -25 empleados- actualmente atendiendo a los pacientes dentro de la instalación", aseguran funcionarios palestinos.
El ejército israelí aseguró que la redada se produjo "sin dañar a los pacientes ni al personal médico, y de acuerdo con los valores de las FDI y el derecho internacional".
El Ministerio de Salud de Gaza dijo que el suministro de agua al hospital se había detenido porque los generadores habían estado fuera de servicio durante tres días, las aguas residuales inundaban las salas de emergencia y el personal restante no tenía forma de tratar a los pacientes de cuidados intensivos. Además, denunció que consecuencia de la falta de electricidad, provocó la muerte de al menos siete pacientes.
Caos sanitario en Gaza
La mayoría de los hospitales de Gaza han quedado fuera de servicio debido a los combates y la falta de combustible, dejando a una población de 2,3 millones sin atención sanitaria adecuada.
Israel ha allanado instalaciones médicas alegando que Hamás mantiene armas y rehenes en los hospitales, algo que Hamás niega. La comunidad internacional, en el cruce de acusacionesha dejado claro que los hospitales deben ser protegidos de acuerdo con el derecho internacional.
La Organización Mundial de la Salud instó a Israel a permitir el acceso de su personal al hospital, donde dijo que un asedio de una semana y redadas de las fuerzas israelíes en busca de militantes de Hamas les habían impedido ayudar a los pacientes.
"Tanto ayer como anteayer, al equipo de la OMS no se le permitió ingresar al hospital para evaluar las condiciones de los pacientes y las necesidades médicas críticas, a pesar de llegar al recinto hospitalario para entregar combustible", dijo el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.