La ONG española Open Arms y World Central Kitchen, la organización sin ánimo de lucro del cocinero José Andrés, han suspendido sus intentos de suministrar ayuda a Gaza por vía marítima tras la muerte el lunes de siete trabajadores de WCK en un ataque aéreo israelí.
Las dos organizaciones benéficas trabajaban juntas en el lanzamiento de un corredor marítimo de ayuda humanitaria a Gaza desde Chipre en marzo, y acababan de terminar de descargar alrededor de un tercio de la carga enviada cuando el convoy de trabajadores de WCK fue atacado el 1 de abril.
"Este ataque, perpetrado por las Fuerzas de Defensa israelíes el pasado lunes, marca un doloroso punto de inflexión en nuestros esfuerzos por aliviar la crisis humanitaria en Gaza", ha afirmado Open Arms en una declaración escrita.
Por su parte, WCK ha declarado que interrumpe su labor en el enclave asediado, donde había estado operando con más de 60 comedores comunitarios desde octubre. La ONU ha declarado que la hambruna es una amenaza inminente para más de la mitad de la población de Gaza.
El miércoles regresaron a Chipre unas 240 toneladas métricas de alimentos en un convoy marítimo encabezado por el buque de salvamento de Open Arms, después de que la operación de descarga se interrumpiera a raíz de las matanzas.
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"Con la llegada ayer del barco de Open Arms [al puerto chipriota de] Lárnaca, se suspende la misión en alianza con el WCK en el corredor humanitario hacia la Franja de Gaza", declaró Open Arms. Su director, Òscar Camps, calificando Gaza de "laboratorio distópico donde corre la sangre de la gente mientras se prueban y perfeccionan tecnologías de guerra, dirigidas por algoritmos cada vez más automatizados que permiten diluir toda responsabilidad humana, utilizando la tecnología y trivializando el mal".
"Ahora los Estados se apresuran a dar el pésame a las familias, pero no muestran la misma prisa por detener el envío de armas a este laboratorio de destrucción. ¿Cuánta humanidad más debe perderse en este genocidio?", preguntó Camps.