El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha cerrado sin consenso una reunión celebrada el jueves para abordar una petición de las autoridades palestinas para el ingreso de Palestina como Estado de pleno derecho en el organismo internacional.
"No ha habido un consenso en esta segunda reunión del comité, si bien la mayoría han estado muy claramente a favor", ha sostenido la embajadora maltesa, Vanessa Frazier, que ocupa la presidencia rotatoria durante este mes de abril. Así, ha señalado que cinco de los Estados miembro han pedido continuar los debates.
"Muchos países destacan que Palestina cumple todos los criterios necesarios", ha sostenido en declaraciones a la prensa una vez finalizada la reunión, antes de explicar que "dos tercios" de los participantes han mostrado su respaldo a la petición presentada por Palestina, que cuenta con estatus de observador desde 2012.
Asimismo, Frazier ha desvelado que pedirá un nuevo informe para "ver los siguientes pasos a partir de ahí". "Si no hay objeciones y hay acuerdo sobre el informe, el siguiente paso será un encuentro del comité para analizar el informe", ha afirmado.
Toda petición para el ingreso de Palestina como Estado de pleno derecho en Naciones Unidas debe lograr primero el respaldo del Consejo de Seguridad, donde Estados Unidos -firme aliado de Israel- cuenta con derecho a veto. Tras ello, sería sometido a votación en la Asamblea General de la ONU, donde sí podría contar con los apoyos necesarios.
La petición, presentada en un inicio en 2011, fue relanzada la semana pasada, lo que ha llevado al Consejo de Seguridad a iniciar un nuevo proceso formal de revisión, incluida la reunión de este jueves por parte del comité encargado de analizar el asunto, sin que por ahora haya habido reacción por parte de las autoridades palestinas.
La solicitud de las autoridades palestinas fue retomada en el marco de la ofensiva militar lanzada por Israel en respuesta a los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), que dejaron cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados.
La ofensiva contra el enclave ha dejado hasta la fecha más de 33.500 muertos, según los datos de las autoridades gazatíes, controladas por Hamás, a los que se suman cerca de 450 palestinos muertos en Cisjordania y Jerusalén Este a manos de las fuerzas de seguridad israelíes y en ataques por parte de colonos.