Hamás ha publicado este miércoles un vídeo de tres minutos de duración en el que el rehén estadounidense Hersh Goldberg-Polin, de 23 años, se identifica y pide al gobierno israelí que los devuelva a casa. La cinta no aparece fechada, aunque el joven de origen israelí afirma que lleva cautivo "200 días", lo que indica que se grabó recientemente.
Goldberg-Polin fue secuestrado en la rave Supernova, cerca de Re'im, cuando se produjo el ataque terrorista de Hamás en territorio israelí durante la mañana del 7 de octubre. Los vídeos del ataque muestran cómo Goldberg-Polin perdió el brazo después de que varios terroristas de Hamás lanzaran granadas contra un refugio en el que se escondieron él y otras personas que intentaron escapar de la fiesta.
El vídeo se publica en un momento en el que Israel está a punto de enviar tropas a Rafah, la ciudad gazatí que considera el último bastión de Hamás. Según informaron varios medios de comunicación israelíes el miércoles, el ejército israelí ya está realizando preparativos para evacuar a los civiles desplazados por la guerra que se han refugiado allí.
El gobierno de Netanyahu afirma que Rafah alberga cuatro batallones de combate intactos de Hamás que han sido reforzados por miles de combatientes del grupo militante islamista que se retiran. Para el gobierno, la victoria en la guerra de Gaza no sería posible sin tomar Rafah, aplastar y recuperar a los rehenes que pudieran estar allí retenidos.
En un discurso pronunciado el martes con motivo del día 200 de guerra, el portavoz del brazo armado de Hamás, Abu Ubaida, afirmó que Israel sólo ha conseguido "humillación y derrota" en una campaña en la que, según funcionarios médicos de Gaza, han muerto más de 34.000 palestinos.
Hamás mató a 1.200 personas y secuestró a otras 253 el 7 de octubre, según los recuentos israelíes. Otros 262 soldados israelíes han muerto en combates terrestres durante los cuales la mayor parte de la Franja de Gaza ha sido invadida, según el ejército. No es la primera vez que el grupo palestino ha emitido vídeo, ya que anteriormente habían compartido imágenes similares en lo que Israel considera una "deplorable guerra psicológica".