El Gobierno de Estados Unidos ha rechazado que Israel esté cometiendo un "genocidio" en la Franja de Gaza, donde han muerto más de 35.000 personas, pero ha pedido a Benjamín Netanyahu que "haga más" para garantizar la protección de los civiles y trabajadores humanitarios en el enclave palestino.
"Creemos que Israel puede y debe hacer más para asegurar la protección y el bienestar de los civiles inocentes. No creemos que lo que está ocurriendo en Gaza sea un genocidio", ha señalado este lunes el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
Eso sí, ha admitido que los civiles palestinos están "atrapados" en mitad del conflicto entre Israel y Hamás y que están sufriendo un "trauma inimaginable". En las últimas 24 horas al menos 82 gazatíes han muerto en la Franja por ataques israelíes. Dos de esos ataques se produjeron contra el campo de refugiados de Nuseirat y una escuela de la UNRWA.
Los ataques aéreos israelíes contra zonas civiles densamente pobladas, viviendas, hospitales, escuelas, ambulancias, campos de refugiados e, incluso, medios de comunicación, han dejado más 35.200 muertos en la Franja, en su mayoría mujeres y niños. A todo ello se le suma un asedio asfixiante a esta zona, órdenes constantes de desalojo y el bloqueo de alimentos, agua, combustible, electricidad y medicinas.
Sin embargo, EEUU evita calificar la actual situación en Gaza como genocidio, definido por el derecho internacional como un delito perpetrado con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso.
Sullivan ha reiterado que Estados Unidos se opone a una operación militar a gran escala sobre Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza, fronteriza con Egipto y donde se hacinan unos 1,4 millones de gazatíes, la mayoría que han huido de ataques israelíes en el resto del enclave.
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"Creemos que sería un error lanzar una operación militar a gran escala en el corazón de la zona, lo que pondría en riesgo a un enorme número de civiles", enfatizó Sullivan.
Hasta ahora, el Ejecutivo estadounidense ha considerado que la operación israelí en Rafah tiene un "alcance limitado" y que no se trata de la "invasión a gran escala" contra la que lleva advirtiendo desde hace meses. Ese "alcance limitado" ha sesgago la vida de más de 150 gazatíes sólo en los últimos días.
254 trabajadores humanitarios muertos
EEUU también pide proteger la vida de los trabajadores humanitarios en Gaza. Desde el inicio de los ataques israelíes a la Franja el pasado octubre Naciones Unidas ha reportado la muerte de 254 de sus trabajadores, de los que 188 pertenecían a la agencia de al ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
El caso más conocido de los recogidos por Human Rights Watch (HRW) fue el bombardeo del pasado 1 de abril contra un convoy de World Central Kitchen, la ONG del chef José Andrés, en el que murieron siete personas.
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Un dron israelí disparó tres misiles contra las furgonetas, que habían compartido sus coordenadas con las autoridades, en lo que el Ejército calificó como "un fallo por una identificación errónea".
"Lejos de ser un error aislado, este es sólo uno de los al menos ocho incidentes que HRW identificó en los que las organizaciones humanitarias y agencias de la ONU comunicaron a las autoridades israelíes las coordenadas GPS de un convoy o de sus premisas e igualmente las fuerzas israelíes atacaron el convoy o el refugio sin advertencia alguna", sentenció el informe.
Los otros siete casos estudiados por HRW afectaron a Médicos Sin Fronteras (MSF), UNRWA, el Comité Internacional de Rescate (ICR), Medical Aid for Palestine (MAP), y la American Near East Refugee Aid Organization (Anera); habiéndose producido algunos de ellos contra las casas que acogían a sus trabajadores.
Todas estas entidades coinciden en que "no había objetivos militares en el área al momento del ataque".