El helicóptero que transportaba al presidente iraní, Ebrahim Raisi, y al ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amir Abdollahian, se estrelló debido a un “fallo técnico”, según informó la agencia estatal de noticias IRNA en la primera nota que determinaba la causa del accidente. Sin embargo, algunos expertos sugieren que el accidente podría estar relacionado con las décadas de sanciones internacionales impuestas a la República Islámica, las cuales han afectado significativamente la flota de aviación del país.
Desde su fundación en 1979, Irán ha estado sometido a estrictas sanciones, incluidas las medidas estadounidenses que han impedido a la República Islámica adquirir nuevos aviones y piezas de repuesto occidentales. Mohammad Javad Zarif, exministro de Exteriores iraní, culpó directamente a Washington por el accidente en un comunicado. “Una de las causas de este desgarrador incidente es Estados Unidos, que al sancionar la venta de la industria aeronáutica a Irán causó el martirio del presidente y sus acompañantes, y el crimen de Estados Unidos quedará grabado en la mente del pueblo iraní y en la historia”, declaró Zarif en un documento recogido por IRNA.
Según informaron los medios estatales iraníes, Raisi y Abdollahian se trasladaban en un helicóptero Bell 212, un modelo desarrollado para el ejército canadiense en la década de 1960, cuando fueron sorprendidos por la niebla. Estos helicópteros, una versión civil del UH-1N "Twin Huey" utilizado en la guerra de Vietnam, son empleados mundialmente tanto por gobiernos como por operadores privados. El helicóptero iraní accidentado, configurado para transportar pasajeros gubernamentales, era notablemente antiguo y, según los documentos de certificación, tenía una capacidad de 15 personas, incluida la tripulación.
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Desde el inicio de su aislamiento tras la Revolución de 1979, Irán ha mantenido operativas sus flotas de aviación civil y militar mediante piezas de contrabando y de ingeniería inversa. "Irán ha sufrido muchos accidentes aéreos, no solo de helicópteros, sino también de aviones, y creo que esto está definitivamente relacionado con las sanciones", afirmó Sanam Vakil, experta en Oriente Medio del grupo de investigación Chatham House, al New York Times.
La empresa estatal iraní de servicios y renovación de helicópteros, conocida como PANHA, ha presentado sus propios modelos autóctonos basados en rediseños de aviones Bell, aunque el Bell 212 no es uno de ellos. "Irán tiene fama de poseer una gran competencia técnica en materia de aviación", declaró Paul Hayes, analista de Cirium Ascend, a Reuters.
Al tratarse de un vuelo nacional, el accidente no entra automáticamente en el ámbito de aplicación de las normas mundiales sobre investigación de accidentes aéreos y, por tanto, es poco probable que las autoridades iraníes recurran a ayuda exterior para un asunto tan delicado políticamente en su propio territorio. En 2020, Irán envió cajas negras a Francia tras el derribo de un avión ucraniano, pero el papel de la agencia francesa se limitó a la lectura de grabadoras y no a su investigación o análisis. "Dudo que haya una investigación en absoluto", afirmó Hayes.