Algunos agentes de las fuerzas de seguridad israelíes están informando a activistas de extrema derecha y colonos sobre la ubicación de camiones de ayuda que transportan suministros vitales a Gaza, lo que permite a estos grupos bloquear y vandalizar los convoyes, según una exclusiva publicada este martes por The Guardian.
Los colonos que interceptan los suministros humanitarios reciben información de miembros de la policía y el ejército israelíes, afirmó al periódico británico un portavoz del principal grupo activista israelí detrás de los bloqueos. Esta afirmación está respaldada por mensajes de grupos de chat internos revisados por el Guardian, así como por relatos de varios testigos y activistas de derechos humanos.
Quienes bloquean los vehículos argumentan que la ayuda está siendo desviada por Hamás en lugar de ser entregada a los civiles necesitados, una afirmación que las agencias de ayuda rechazan. Funcionarios estadounidenses también han declarado que Israel no ha presentado pruebas que respalden las acusaciones de que Hamás está desviando la ayuda.
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Este martes, poco después de que se publicara la exclusiva, la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) informó de que la suspensión de la distribución de alimentos en Rafah, ciudad del sur de Gaza, debido a la falta de suministros y a la inseguridad. Los asaltos israelíes simultáneos en las fronteras sur y norte de la Franja de Gaza este mes han provocado un nuevo éxodo de cientos de miles de personas de sus hogares y han restringido drásticamente el flujo de ayuda, aumentando el riesgo de hambruna.
Rachel Touitou, portavoz del grupo israelí Tzav 9, dijo que el grupo lleva bloqueando camiones desde enero, alegando que la ayuda es "secuestrada" por Hamás una vez que llega a Gaza. "Cuando la misión de un policía o un soldado es proteger a los israelíes y, en cambio, se le envía a proteger los convoyes de ayuda humanitaria —a sabiendas de que acabará en manos de Hamás—, no podemos culparles a ellos ni a los civiles que se percatan de que los camiones pasan por sus ciudades de proporcionar información a los grupos que intentan bloquear esa ayuda. Sí, parte de nuestra información procede de miembros individuales de las fuerzas israelíes", añadió Touitou.
Los vídeos de la semana pasada mostraban cómo colonos israelíes bloqueaban y destrozaban convoyes de ayuda en el puesto de control de Tarqumiya, al oeste de Hebrón, en la Cisjordania ocupada por Israel. El incidente, en el que los activistas arrojaron cajas de suministros al suelo, desató la indignación, y la Casa Blanca condenó el ataque como "un comportamiento total y absolutamente inaceptable".
Las fotografías del lugar de los hechos mostraban montones de paquetes de ayuda dañados y regueros de arroz y harina por la carretera. Más tarde circularon por las redes sociales fotografías que mostraban los camiones en llamas. Touitou dijo: "No fue Tzav 9 quien quemó los camiones... no fue una acción nuestra", y añadió que otros grupos fueron responsables del incendio provocado.
Además de afirmar que bloquean los camiones de ayuda para impedir que los suministros lleguen a Hamás, los colonos acusan al Gobierno israelí de hacer "regalos" al grupo islamista. "Nuestro propósito es poner de relieve que alimentar a tu enemigo es inmoral, especialmente en tiempos de guerra", afirmó Touitou. "Israel ha estado entregando esta ayuda humanitaria sin esperar nada a cambio. Y el 80% de la población está de acuerdo con nuestra postura. Hamás está revendiendo a civiles esta ayuda, que debería distribuirse gratuitamente. Seguiremos bloqueando esta ayuda humanitaria hasta que puedan demostrar que está llegando a los civiles."
Los camioneros palestinos que llevaban ayuda a Gaza han descrito al Guardian escenas "bárbaras" tras ser atacados sus vehículos, afirmando que los soldados israelíes que escoltaban el convoy no hicieron nada por intervenir. Yazid al-Zoubi, de 26 años, camionero palestino que fue agredido por los manifestantes la semana pasada en el puesto de control de Tarqumiya, declaró: "Hay plena cooperación entre los colonos y el ejército. Estamos conmocionados y sorprendidos de que el ejército no nos proporcionara ningún tipo de protección. Aunque estaban presentes y vigilaban lo que ocurría. El ejército estaba al servicio de los colonos".
Dos soldados del Mando del Frente Interior de Israel rechazaron la orden de evacuar a los manifestantes que bloquearon camiones de ayuda en la zona de Makhash la semana pasada, según las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI). Uno de ellos fue condenado a 20 días de prisión, informó la emisora nacional israelí Kan. Un portavoz de las FDI dijo: "Una combatiente de la reserva se negó a llevar a cabo una tarea para mantener el orden en una zona definida como zona militar cerrada y, en consecuencia, fue sometida a un procedimiento disciplinario. La combatiente fue condenada por el delito de negarse a cumplir una orden. Se trata de un incidente que no se ajusta a lo que se espera de los soldados de las FDI en el cumplimiento de su misión."
Las imágenes del incidente obtenidas por el Guardian parecen mostrar a soldados israelíes escoltando el convoy, sin tomar ninguna medida contra los colonos. Los mismos colonos y activistas de extrema derecha suelen notificar con antelación a sus miembros las horas y los lugares a los que se dirigen los camiones de ayuda hacia Gaza, y alegan que reciben esta información de la policía y el ejército israelíes.
En uno de esos mensajes, verificado por el Guardian, los activistas de extrema derecha alertaban a sus miembros de que iban a "recibir información preliminar sobre la planificación del traslado de camiones, por parte de soldados y policías de los pasos fronterizos". En otro mensaje en un grupo de WhatsApp de colonos, un miembro escribió el domingo: "Recibí información de un oficial de las FDI de que llevan los camiones frente a Ofra [un asentamiento] a Bitin [una aldea palestina]". "Cuando se recibe una llamada de emergencia sobre un convoy de camiones", dice el primer mensaje, "el grupo se abre para discusiones, y cuando esto ocurra por favor envíen sólo mensajes relacionados con el bloqueo, como localizaciones, fotos, información y autostop".
La presunta colaboración entre el ejército y los colonos lleva años siendo denunciada por palestinos y organizaciones de derechos humanos. En 2016, el cabo de las FDI Elad Sela, residente en el asentamiento de Bat Ayin que servía en la brigada regional de Etzion, fue condenado a 45 meses de cárcel por pasar información clasificada a activistas extremistas, lo que les permitió eludir la detención y continuar con sus actividades. En octubre de 2022, el general de división Herzi Halevi, que vivía en el asentamiento cisjordano de Kfar HaOranim, fue nombrado jefe del Estado Mayor de Israel, en una medida que puso de relieve la relación del ejército con los colonos.
El domingo, el ministro de Seguridad Nacional de extrema derecha, Itamar Ben-Gvir, sugirió que el propio Gobierno debería detener los camiones de ayuda a Gaza en lugar de dejarlo en manos de grupos de activistas. "Estamos en un país democrático y estoy a favor de la libertad de protesta. Tienen derecho a manifestarse", declaró en una entrevista a Galatz, la radio de las FDI. "Estoy en contra de que ataquen y quemen camiones [...] Es el gabinete el que debería detener los camiones".