Al menos tres palestinos han muerto este martes de madrugada tras nuevos bombardeos del Ejército de Israel contra el campo de desplazados del barrio de Tal al Sultán, situado en la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, tan solo un día después de que las fuerzas israelíes matasen al menos a 45 personas en un ataque similar contra el campamento de desplazados de Barakasat, en la misma zona.
Un proyectil ha alcanzado una tienda de campaña perteneciente a una familia en el mencionado campo, situado en el oeste de Rafah, donde también han resultado heridas varias personas, según ha informado la agencia de noticias palestina WAFA.
Además, otro palestino ha muerto por otro ataque contra la misma ciudad, donde ha sido alcanzado el Hospital Indonesio. En el centro de la Franja, dos civiles han fallecido en el campamento de refugiados de Bureij, y otras dos personas han perdido la vida en otro bombardeo contra una vivienda en la ciudad de Gaza, en el norte.
Oleada de críticas
El ataque contra el campamento de Barakasat ha despertado una oleada de críticas y condenas a nivel internacional, y el impacto ha sido tal que, según fuentes diplomáticas consultadas por la cadena de televisión Al Yazira o CNN, el Consejo de Seguridad de la ONU va a celebrar una reunión de emergencia a puerta cerrada a petición de Argelia para hablar sobre estos ataques.
El Ejército de Israel confirmó el bombardeo, en el que habrían acabado con dos altos cargos de Hamás responsables de Cisjordania, y reconoció que "como consecuencia del ataque y un incendio que se desató en la zona resultaron heridas varias personas ajenas a los involucrados" y afirmó que está "revisando" el incidente. Tras ello, el fiscal jefe de las Fuerza de Defensa de Israel (FDI) describió el suceso como "muy grave" y recalcó que hay una investigación en marcha.
Israel comenzó una ofensiva contra la Franja de Gaza el 7 de octubre de 2023 a raíz de los ataques de Hamás, que se saldaron con 1.200 muertos y 240 rehenes. Desde entonces, las autoridades gazatíes han notificado la muerte de más de 36.000 palestinos, a los que se suman más de 510 en Cisjordania y en Jerusalén Este como consecuencia de las acciones de las fuerzas de seguridad y los ataques de colonos israelíes.