Decenas de personas manifestándose contra Benjamin Netanyahu este fin de semana en Tel Aviv, Israel.

Decenas de personas manifestándose contra Benjamin Netanyahu este fin de semana en Tel Aviv, Israel. Reuters

Oriente Próximo

Netanyahu creará un foro consultivo para decidir sobre Gaza tras disolver el gabinete de guerra

Esta semana se han convocado manifestaciones en todo el país en contra del Gobierno y  a favor de la liberación de rehenes y de las elecciones anticipadas. 

17 junio, 2024 10:54
V. R. J.A.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha disuelto este lunes el gabinete de guerra creado tras los ataques de Hamás el pasado 7 de octubre. Todo apunta a que se trata de una maniobra para intentar aplacar las presiones de su ministro de Seguridad Nacional, el ultranacionalista Itamar Ben-Gvir, que lleva tiempo insistiendo en formar parte del grupo que ha supervisado y dirigido la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza.

Las presiones, sin embargo, no vienen sólo desde dentro de su Gobierno de coalición; también de las calles. Esta semana -bautizada ya como "la semana de disrupción"-, se han convocado protestas en todo el país en contra del Ejecutivo y a favor de la liberación de rehenes y de la convocación de elecciones anticipadas. 

La decisión del mandatario israelí, que le devuelve el poder de tomar decisiones sin apenas contar con nadie, llega apenas una semana después de que el líder de Unidad Nacional, el exgeneral Benny Gantz, y su socio Gadi Eisenkot, abandonaran el gabinete por sus desacuerdos con Netanyahu.

Ahora, las decisiones sensibles sobre la guerra se tomarán en un foro de consulta más reducido en el que participarán el ministro de Defensa, Yoav Gallant; el de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer; el jefe del Consejo de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, y el líder ultraortodoxo del partido Shas, Arieh Deri, del círculo de confianza de Netanyahu. 

"Ha llegado el momento de tomar decisiones valientes, lograr una disuasión real y brindar seguridad a los residentes del norte, del sur y de Israel en su conjunto", escribió en una carta posterior a la dimisión de Gantz Ben Gvir, con la intención de entrar al gabinete. 

Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, preside el Gabinete de Guerra en una foto de archivo.

Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, preside el Gabinete de Guerra en una foto de archivo. Efe

El ministro ultra rechaza las negociaciones con Hamás, ni siquiera para el retorno de los secuestrados; y apoya reinstaurar asentamientos en la Franja de Gaza o la entrada de las tropas israelíes en el Líbano a raíz de la escalada de violencia que viven con Hezbolá desde el 8 de octubre, y achacaba a la presencia de un "moderado" Gantz en el gabinete como síntoma de debilidad en las decisiones que se tomaban en el foro.

Con ese movimiento, Netanyahu frena la entrada de la ultraderecha al foro reducido de decisiones, aunque tanto Ben Gvir como Smotrich, están tanto en el Gobierno como en el gabinete de seguridad, un foro más amplio que reúne a ministros y figuras del estamento de seguridad.

"El gabinete de seguridad seguirá decidiendo en los asuntos relativos en la guerra", según informa Efe citando a una fuente oficial.

"En lugar de disolver el gabinete de guerra, habría que disolver el gobierno", afirmó en X el líder de la oposición, el centrista Yair Lapid, del partido "Hay Futuro", quien en su día ya rechazó unirse al Gabinete de Guerra pese al llamado de unidad nacional de Netanyahu en octubre.

Gantz y Eisenkot, ambos ex jefes del Estado Mayor, integran el partido de centroderecha Unidad Nacional, el único que se unió desde la oposición al gobierno de emergencia creado por Netanyahu con la guerra, pero que abandonó ese Ejecutivo la semana pasada por desavenencias con el primer ministro sobre su gestión de la crisis, especialmente la ausencia de un plan de postguerra para Gaza.

De ese Ejecutivo de emergencia emanó el Gabinete de Guerra, en el que Netanyahu, Gallant y Gantz eran los únicos con voto, mientras que Eisenkot, Deri y Dermer eran miembros observadores.

Con la salida de Gantz y Eisenkot, el gabinete quedó abocado a esta disolución, que lleva la gestión de la guerra a un sistema de toma de decisiones como el instaurado en Israel los días posteriores al ataque de Hamás, en el que murieron unas 1.200 personas y 250 fueron secuestradas. En Gaza han muerto más de 37.300 personas.