La desesperación se está apoderando de muchos de los rehenes israelíes después de nueve meses secuestrados en Gaza tras los ataques del 7 de octubre. Sin una tregua inmediata a la vista, un número indeterminado de ellos habrían intentado quitarse la vida, según informó este miércoles el portavoz de la Yihad Islámica Palestina, una de las facciones armadas presentes en la Franja.
Según ha explicado el grupo terrorista en un comunicado, estos intentos de suicidio responderían a la "frustración" ante la falta de un acuerdo para su liberación por parte del Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pero también a las peores condiciones de vida impuestas por sus captores.
Hamás y la Yihad Islámica habrían cumplido la amenaza lanzada hace unas semanas de empeorar el trato que dispensan a los 120 secuestrados aún cautivos en la Franja por la masacre de Nuseirat, en la que murieron 274 palestinos y el Ejército rescató a cuatro de los secuestrados vivos.
"Se les ha privado de algunos de los privilegios de los que gozaban antes del atroz crimen de Nuseirat perpetrado por el criminal Ejército enemigo nazi al matar a cientos de palestinos inocentes, y la política continúa, la tortura continua de nuestros presos en las cárceles y otras medidas arbitrarias e injustas", aseguró este miércoles Abu Hamza, portavoz de las Brigadas de Al Quds, brazo armado de la Yihad.
"Nuestra decisión en las Brigadas de Al Quds de tratar a los prisioneros enemigos con el mismo trato que a nuestros prisioneros dentro de las cárceles seguirá vigente mientras el gobierno del terrorismo continúe con sus procedimientos injustos hacia nuestro pueblo y nuestros prisioneros", añadió Hamza.
Este lunes, el ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, defendió una vez más su gestión del sistema de prisiones de Israel y confesó que uno de sus objetivos ha sido el de empeorar las condiciones en las que viven los palestinos encarcelados, muchos de ellos sin cargos.
Tanto organizaciones de derechos humanos como expresos palestinos han denunciado la falta de alimentos, palizas y vejaciones, además de abusos sexuales como la penetración forzosa con un palo en los centros de detención, bajo la gestión del Ministerio de Defensa, en distintos puntos de Israel.
Desde el inicio de la guerra, Israel y Hamás solo han logrado un acuerdo de tregua de una semana a finales de noviembre, que permitió liberar a 105 rehenes a cambio de 240 prisioneros palestinos.
Además, cuatro rehenes fueron liberados por Hamás en octubre; siete rescatados por el Ejército, mientras que se han recuperado los cuerpos de 20 rehenes, tres de los cuales mataron por error las tropas israelíes.