Al menos nueve personas han muerto y miles han resultado heridas este martes en varias zonas de Líbano después de que explotaran de manera simultánea los buscas que los miembros del grupo paramilitar Hezbolá utilizan para comunicarse entre ellos. En total, el número de personas que se han visto afectadas por las detonaciones asciende a más de 2.800, según recoge el Ministerio de Salud libanés.
La milicia ha culpado a Israel de las explosiones coordinadas y ha amenazado al país vecino, con el que ha intercambiado ataques fronterizos desde hace casi un año. "Recibirá su justo castigo", ha señalado la organización en un comunicado. En un primer momento, Hezbolá había evitado señalar al Estado hebreo de un incidente en el que han muerto, entre otros, dos de sus combatientes (uno de ellos el hijo de un reconocido diputado del partido-milicia) y una niña de diez años.
Ha sido a primera hora de la tarde cuando el Gobierno libanés ha informado de que "una gran cantidad de personas con heridas" estaban llegando a los hospitales libaneses y que "habían descubierto inicialmente que las heridas están relacionadas con la explosión de aparatos inalámbricos en posesión de los heridos". Una de las personas que portaba ese dispositivo era el embajador iraní en Líbano, Mojtaba Amani, que habría resultado herido, según la agencia local Mehr News.
Las deflagraciones se han registrado en el sur del país, en la parte oriental del Valle de la Bekaa y en los suburbios meridionales de Beirut, la capital. Se trata de zonas controladas por la milicia financiada y apoyada por Irán que lleva intercambiando ataques con Israel en la frontera desde hace casi un año, cuando empezó la guerra en Gaza.
En paralelo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una oenegé con sede en Reino Unido y una amplia red de colaboradores internacionales, ha avisado de que varios integrantes de Hezbolá también han resultado heridos en Damasco y en la provincia de Rif Damasco por el estallido de sus buscas.
Brecha de seguridad
Varios expertos describen ya lo sucedido como la mayor brecha de seguridad a la que se ha enfrentado la organización en el último año de enfrentamientos con Israel. Según la Agencia Nacional de Noticias (ANN), ha sido "incidente hostil de seguridad sin precedentes". Por su parte, el ministerio de Información Libanés, ha calificado las explosiones de "agresión israelí".
Según recoge el Wall Street Journal, las detonaciones podrían estar relacionadas con un nuevo lote de buscas entregado recientemente a los mandos de Hezbolá. Todo apunta a que los aparatos podrían haber sido manipulados para sobrecalentar la batería y explotar al recibir un mensaje concreto. "Algunas personas notaron que los aparatos se estaban calentando y los tiraron antes de que explotaran", explican algunos testigos al diario estadounidense.
La vista puesta en Israel
El Ejército israelí y Hezbolá llevan intercambiando ataques en la frontera sur de Líbano a diario. De hecho, desde el inicio de la guerra en Gaza, las fuerzas del Estado hebreo han bombardeado ciertos objetivos dentro del país vecino para acabar con altos mandos de Hezbolá.
Por el momento, las autoridades israelíes no han reivindicado el ciberataque. Sin embargo, colocar malware o explosivos en dispositivos móviles es una táctica utilizada con anterioridad por el Mossad, una de las tres agencias de inteligencia israelíes.
La cadena de explosiones se ha producido justo mientras el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tenía una serie de consultas de alto nivel con los jefes de las fuerzas de seguridad para valorar el aumento de las tensiones con Hezbolá en la frontera norte, recoge el medio isrealí Haretz. Horas antes, el Gobierno había incluido como "objetivo de guerra" garantizar la vuelta a casa de los más de 60.000 desplazados del norte israelí, para lo que es necesario que cese el fuego cruzado en la frontera libanesa.
En repetidas anteriores Hezbolá ha asegurado que quiere evitar un conflicto abierto con Israel. No obstante, también en repetidas ocasiones ha advertido que sólo podrá fin al lanzamiento de cohetes y misiles desde su frontera cuando se ponga fin a la guerra en Gaza. Los esfuerzos por lograr un alto el fuego -un proceso que cuenta con la mediación de Catar, Egipto y Estados Unidos- llevan meses atascados.