V. Riancho J. Atienza

Israel ha lanzado esta mañana del lunes una nueva oleada de intensos bombardeos contra diferentes áreas del sur del Líbano y del oriental Valle de la Bekaa, bastiones del grupo chií Hezbolá, en medio de la creciente tensión tras los ataques sin precedentes de la semana pasada en territorio libanés

Durante la ofensiva, la mayor desde que se inició la guerra en Gaza y Hezbolá mostró su apoyo a la milicia palestina Hamás, al menos 492 personas han muerto, incluidos 35 niños, y 1.645 han resultado heridas, según el Ministerio de Sanidad libanés. Se trata de los bombardeos más letales desde la guerra civil libanesa en 1990. Suponen, de acuerdo con Israel, el inicio de una ofensiva aérea a gran escala. 

Esta tarde, el Ejército israelí también ha lanzado "un bombardeo selectivo" en los suburbios del sur de Beirut, la capital. Al parecer, el ataque tenía como objetivo al líder de Hezbolá, Ali Karaki, jefe del frente sur, según ha explicado a Reuters una fuente de seguridad. La organización chií ha confirmado que se encuentra a salvo y ha sido trasladado a un lugar seguro.

Karaki fue designado por la milicia la semana pasada como uno de los nuevos responsables de la división de operaciones del grupo terrorista tras el asesinato de Ibrahim Aqil en Beirut, según el medio saudí Al-Hadath.

Ataques en el este

Esta mañana, el Ejército israelí ha pedido a los residentes del Valle de la Bekaa, en el este de Líbano, evacuar en dos horas las zonas cercanas a edificios utilizados por el grupo chií, antes de lanzar nuevos ataques en la zona. En total, las fuerzas del Estado hebreo han informado de que han alcanzado 1.300 objetivos de Hezbolá, incluidos misiles de crucero y cohetes de medio alcance. 

Según la Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN), los ataques aéreos han alcanzado un gran número de zonas meridionales. En total, se han realizado unos 80 bombardeos en la región de Nabatieh y en al menos siete zonas diferentes de la Bekaa, que hasta ahora solo había sido atacada de forma limitada. Entre las zonas afectadas se encuentran los alrededores de la histórica ciudad de Baalbek y las afueras de Hermel, en la línea divisoria con Siria.

Asimismo, Israel también ha pedido a primera hora de la mañana a los residentes de las zonas bombardeadas que se alejaran de los edificios utilizados por Hezbolá, según ha informado el portavoz del Ejército, Daniel Hagari. Israel ha asegurado en todo momento que el objetivo de los bombardeos eran miembros o instalaciones del grupo chií. 

Una posible invasión

Israel ha incluido este año el Valle del Bekaa en su radio de actuación, pero hasta ahora esa región del este del país solo había estado expuesta a ataques limitados contra objetivos específicos como presuntos almacenes de armas o coincidiendo con escaladas de tensión entre las partes.

Al ser preguntado sobre las posibilidades de que Israel decida ejecutar una incursión terrestre en el Líbano, Hagari ha respondido que su país "hará lo que sea necesario", sin descartar una invasión. 

Declaración de Netanyahu

Tras los bombardeos de este lunes, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha pedido este lunes a sus ciudadanos que sigan las directrices de su Gobierno y se mantengan unidos. "Viene días complicados", ha advetido en un mensaje televisado emitido después de una evaluación de la situación en el cuartel general militar en Tel Aviv.

Además, ha informado de que las FDI están destruyendo miles de misiles y cohetes dirigidos a ciudades y civiles israelíes.

"Prometí que cambiaríamos el equilibrio de poder en la frontera norte y eso es exactamente lo que estamos haciendo", ha subrayado.

El Estado judío ha lanzado varias campañas masivas de bombardeos contra el territorio libanés en los últimos dos días, en medio de una escalada sin precedentes desde que comenzara su fuego cruzado con Hezbolá el pasado 8 de octubre, un día después del estallido de la guerra de Gaza.

Ambas partes confirmaron que los enfrentamientos han entrado en una nueva etapa, después de que la semana pasada explotaran simultáneamente miles de aparatos de comunicación en manos de integrantes de Hezbolá, en dos oleadas distintas, y de que un bombardeo a las afueras de Beirut matara a varios altos mandos del grupo chií.

Los tres ataques, atribuidos a Israel, dejaron en total casi 80 muertos y unos 3.000 heridos.