El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borell, ha opinado sobre la posibilidad de un alto el fuego a corto plazo en el conflicto de Israel en Líbano que "la esperanza es lo último que se pierde" y ha equiparado esta delicada situación con "un problema parecido, salvando todas las distancias, en la guerra de Ucrania".
En declaraciones esta noche al programa Hora 25 de la Cadena Ser, Borrell ha afirmado temer la escalada en este conflicto y ha subrayado que desde la UE "llevamos tiempo intentando que no ocurra, pero de momento lo que hay es un altísimo precio en término de civiles".
Ha dicho el alto cargo de política exterior de la UE que comprende "que haya que luchar contra Hezbolá, pero como decía Blinken -secretario de Estado de EEUU-, esta no es la manera de garantizar la seguridad de Israel".
"Cada día es difícil seguir creyendo en un alto el fuego", ha aseverado Borrell, pues las iniciativas internacionales concretas en ese sentido, como las de la UE, se encuentran siempre con el "no" por respuesta del primer ministro israelí Bejamín Netanyahu.
Sobre si Netanyahu se ha convertido en un peligro para el mundo, el alto representante de la política exterior de la UE consideró que "para la paz en la región, la guerra en Líbano sería una amenaza terrible para la estabilidad y la seguridad, porque eso seguramente arrastraría el daño y por eso hay que evitar que la guerra en Gaza tenga más consecuencias sobre la región como la que ya tiene en el Mar Rojo".
Sobre los ataques a Hezbolá por parte israelí, dijo que "estaban buscando objetivos concretos de la organización, que hay que reconocer que también tiene su parte de responsabilidad en la medida en la que hay miles de ataques lanzados por Hezbolá contra el norte de Israel".
Pero ha denunciado que en este momento, con el número de víctimas civiles y el número de población desplazada, empieza a pensar mucha gente "que el objetivo de combatir contra Hezbolá no se puede conseguir a este precio".
Josep Borrell mantuvo este jueves una reunión con el ministro chino de Exteriores, Wang Yi, en la que le advirtió de que el apoyo de su país a Rusia en la guerra en Ucrania es una amenaza directa a la seguridad europea y en este sentido ha señalado que "preocupa cualquier apoyo que Rusia pueda recibir".
"Es evidente que el apoyo que le presta Irán o Corea del Norte no es lo mismo porque estos países están suministrando armas concretas, drones, misiles de medio alcance, pero hoy en día la frontera que hay entre un arma y lo que son cosas que ayudan a construir armas, son bienes de doble uso", señaló.
Y afirmó Borrell que "claro que nos preocupa que cualquiera que suministre estos bienes a Rusia está ayudando a su fuerza militar, a su capacidad de construir fuerza militar".