Jara Atienza Luis Villajos

Hezbolá ha confirmado la muerte de su máximo líder, Hasán Nasralá. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron anteriormente que Nasralá había muerto en el bombardeo de este viernes contra "el cuartel general" que la organización paramilitar tenía escondida bajo un edificio residencial en los suburbios de Beirut, la capital de Líbano. Tras una noche de especulaciones después de que el jefe del grupo chií no diera señales de vida, las FDI publicaron este sábado por la mañana el siguiente mensaje en sus redes sociales: "Hasán Nasralá ya no podrá aterrorizar al mundo".

En un comunicado castrense más detallado, el Ejército israelí ha confirmado la muerte de Nasralá junto a otros comandantes de Hezbolá, entre ellos, Ali Karki, comandante del Frente Sur del grupo chií, que se encontraban en el cuartel general subterráneo de la organización, en los suburbios sur en Beirut conocidos como el Dahye, cuando fue bombardeado.

También han confirmado haber acabado con la vida del comandante adjunto de la Guardia Revolucionaria de Irán, Abbas Nilforoushan, a causa de los ataques israelíes en Beirut el viernes, así lo han confirmado medios iraníes y oficiales del ejército israelí.

El bombardeo de este viernes del Ejército de Israel en Beirut.

Sobre el asesinato de Nasralá, Israel ha aseverado que "el ataque se llevó a cabo mientras la cadena de mando superior de Hezbolá operaba desde el cuartel general y promovía actividades terroristas contra los ciudadanos del Estado de Israel", dice el texto, sin aportar pruebas ni más información.

Tras confirmarse la muerte de Nasralá, el jefe del Estado Mayor del Ejército, Herzi Halevi, ha advertido de que "el mensaje es simple: cualquiera que amenace a los ciudadanos de Israel, sabremos cómo llegar a ellos: en el norte, en el sur y en lugares más lejanos".

Según Halevi, el ataque fue planeado durante mucho tiempo y "llegó en el momento adecuado".

El clérigo Hasán Nasralá llevaba tres décadas al frente del grupo chií libanés, una espina en el costado de Israel desde su fundación en 1982. No obstante, desde el pasado 8 de octubre –día del inicio de la ofensiva de Israel en Gaza como respuesta a los ataques terroristas de Hamás– su formación ha estado enzarzada en intensos ataques cruzados con el Estado israelí.

Al parecer, estas operaciones -miles de cohetes lanzados contra el norte judío- estaban comandadas personalmente por Nasralá, cara visible de la organización. De hecho, ataviado con sus túnicas clericales y el turbante negro (prenda que lo identifica como descendiente del profeta Mahoma), Nasralá ha comparecido varias veces por televisión para dirigirse a los seguidores del partido-milicia chií que controla gran parte del Líbano. Su ubicación, no obstante, había permanecido oculta... hasta ahora. 

El Ejército israelí atacó "el cuartel general" de Hezbolá en los suburbios de Beirut, en la zona conocida como Dayhe, que estaba situado bajo edificios residenciales.

Esta es la quinta vez que las fuerzas hebreas bombardearon la capital de Líbano desde que escalaron las hostilidades la semana pasada. Se trató, sin embargo, del bombardeo de mayor potencia hasta la fecha.

En este lugar se escondían los altos mandos de la organización paramilitar, incluido el objetivo del ataque, el líder de Hezbolá, Hasán Nasralá.

Netanyahu dio la orden desde la ONU

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, desde su hotel en Nueva York, dio luz verde al ataque momentos antes de pronunciar su discurso en la Asamblea General de la ONU, según una imagen divulgada por su oficina en la que aparece en mandatario, acompañado de su secretario militar y su jefe de gabinete, dando luz verde al bombardeo.

Imagen compartida por la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se observa al mandatario sentado en una silla desde Nueva York, donde hoy intervino ante la Asamblea General, autorizando vía telefónica el bombardeo contra el 'cuartel general' de Hezbolá Efe

Durante su intervención, el mandatario aseguró que su país "quiere la paz", pero no parará sus ataques mientras "Hezbolá opte por la guerra".

"Israel está luchando por la supervivencia. Nos estamos enfrentando a enemigos salvajes que desean aniquilarnos y debemos defendernos de estos asesinos", explicó Netanyahu, a quien la comunidad internacional no deja de presionar para que selle un alto el fuego. Un cese de las hostilidades que, tras su discurso, parece haberse alejado aún más. Luego, Netanyahu lanzó una advertencia a Hezbolá: "Eliminamos a sus sustitutos y a quienes los sustituyan".

Lo cierto es que en los últimos días, tras la explosión en Líbano de miles de buscas y walkie-talkies, Israel ha matado en sus ataques "de precisión" contra Beirut a algunos de los altos mandos de la organización. Entre ellos, a Ibrahim Aqil, comandante en funciones de la unidad de fuerzas especiales Radwan.

Tras el bombardeo, Netanyahu regresó inmediatamente a Israel poniendo fin a su visita a Estados Unidos. 

Tras el ataque, el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, Daniel Hagari, señaló que el bombardeo contra el 'cuartel general' de Hezbolá fue "preciso" y que el Ejército israelí atacará en las próximas horas las "capacidades estratégicas" de la milicia chií en el sur de Líbano.

Condena de Irán

El líder supremo de Irán, Ali Jamenei, ha condenado los bombardeos israelíes contra Beirut. "La matanza de personas indefensas en Líbano reveló una vez más a todos la ferocidad del perro rabioso sionista y demostró la miopía y la política estúpida de los líderes del régimen usurpador (Israel), ha denunciado en un comunicado.

Ayer, el consejo de seguridad nacional de Irán anunció una reunión de emergencia, y declaró que el escenario actual “cambia las reglas del juego”.

Poco después del ataque el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí, afirmó que el ataque es “un claro crimen de guerra” llevado a cabo con “bombas donadas por el régimen estadounidense al régimen sionista”, informó la agencia estatal IRNA. “Por lo tanto, el régimen estadounidense es sin duda cómplice del régimen sionista y debe rendir cuentas”, dijo el diplomático iraní.

Kananí consideró además que los continuos ataques contra los pueblos de Palestina y Líbano muestran que las llamadas a un alto el fuego por parte de Estados Unidos y algunos países occidentales “son un claro engaño con el objetivo de ganar tiempo para la continuación de los crímenes”.

Antes de las declaraciones del portavoz, la embajada iraní en Líbano afirmó que los bombardeos este viernes suponen “una escalada peligrosa que cambia las normas del juego”. La legación iraní añadió que Israel ha cometido de nuevo una “masacre sangrienta que ha tenido como objetivo barrios residenciales densamente poblados”.

El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha condenado también el bombardeo a través de un comunicado en el que ha denunciado "la escalada del terrorismo sionista contra el pueblo hermano libanés debido a su apoyo al pueblo palestino y su postura contra el genocidio en la Franja de Gaza", según ha recogido Filistín, afín al grupo terrorista palestino.

Asimismo, ha instado a actuar "por todos los medios", incluyendo en los "foros internacionales", para rechazar "la parcialidad estadounidense en apoyo a esta brutal agresión". "Compartimos su dolor y esperanza de victoria sobre este enemigo sionista", ha agregado Hamás.