Las sirenas vuelven a sonar en Tel Aviv. Israel está "en alerta máxima" tras la muerte del líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, en un ataque israelí llevado a cabo este viernes en Beirut, la capital de Líbano. El ejército del país teme que el conflicto escale tras el incidente.

Las fuerzas armadas israelitas ha informado este sábado de que el país está en alerta máxima debido a la posibilidad de que la situación desencadene en un conflicto más amplio, ha señalado este sábado el teniente coronel, Nadav Shoshani en una conferencia de prensa, según recoge The Washintong Post.

Casi al mismo tiempo, en una comparecencia televisada, el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el contralmirante Daniel Hagari, ha advertido de que el conflicto no ha terminado porque "Hezbolá tiene más capacidades". El ejército israelí permanece en "máxima alerta las 24 horas del día".

Las fuerzas armadas israelíes están atacando la infraestructura de Hezbolá en el Líbano tras haber acabado con Nasrallah, "uno de los mayores enemigos de Israel", ha comunicado Hagari antes de informar de que las reuniones de más de 1.000 personas estarán restringidas hasta el lunes por la noche en varias partes del país.

La prohibición, que ha entrado en vigor de inmediato, tiene lugar "después de una evaluación de la situación". Las FDI ya habían informado de que permanecerían en "alerta máxima" ante una posible represalia o una escalada del conflicto tras la operación que ha terminado con la vida del líder de Hezbolá.

Suenan las sirenas

Las sirenas de ataque aéreo ya han sonado en el centro de Israel, incluida su capital, Tel Aviv. Se han oído fuertes explosiones después de que un misil disparado desde Yemen haya sido interceptado, tal y como informa Reuters, que cita al ejército israelí como fuente de la información.

Las alarmas han saltado por el riesgo de la caída de metralla en su intercepción. Se trata, al menos, del segundo misil tierra-tierra dirigido al centro de Israel este sábado.

Asimismo, Israel ha informado este sábado de que ha interceptado un proyectil de largo alcance lanzado desde Líbano y que se encontraba sobre la región de Cisjordania cuando fue derribado.

Además, las fuerzas de defensa israelíes han informado de varios misiles interceptados procedentes de territorio libanés. A primera hora de la mañana se ha detenido un artefacto dirigido a HaAmakim y Galilea.

En la Alta Galilea, se han identificado una decena de proyectiles lanzados desde territorio libanés, algunos de los cuales han sido interceptados. Otros artefactos han caído en zonas abiertas despobladas.

Por su parte, Israel continúa atacando "objetivos" en el este y el sur del Líbano, como lanzadores, armamento y almacenes, según fuentes castrenses citadas por Efe, además de edificios en los suburbios de Beirut. 

"Esto no ha terminado"

Israel es consciente de que las operaciones militares contra Hezbolá no han concluido con la muerte de Nasralá. Así lo ha reconocido también el portavoz de las FDI. "Esto no ha terminado, Hezbolá tiene más capacidades", ha dicho Hagari en la misma intervención televisada.

Hagari ha celebrado la muerte de Nasralá y ha destacado que fue "uno de los mayores enemigos de Israel de todos los tiempos" y que representaba una amenaza para los ciudadanos. "Eliminarle ha hecho del mundo un lugar más seguro", ha recalcado.

En esa línea se ha manifestado el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, quien ha sido la primera persona del gabinete de Benjamin Netanyahu en referirse a la muerte de Nasralá, responsable, ha acusado, del "asesinato de miles" de israelíes, civiles y militares, así como de ciudadanos extranjeros.

Este sábado, las FDI han confirmado la muerte de Nasralá tras los ataques lanzados el viernes contra una de las bases subterráneas de Hamás en el barrio de Dahieh, en el sur de la capital libanesa.

Durante la pasada noche, el Ejército israelí ha bombardeado "140 objetivos terroristas de Hezbolá", incluidos decenas de lanzadores que "apuntaban a la retaguardia de Israel" y otros edificios en los que "se almacenaban armas".

Las FDI han confirmado a su vez la muerte de otros altos mandos de Hamás que se encontraban con Nasralá en el momento del ataque, entre ellos Ali Karki. Fuentes israelíes apuntan que entre las víctimas mortales estaría el comandante adjunto de la Guardia Revolucionaria de Irán, Abbas Nilforoushan.