Samuel Jiménez Sara de Diego

El Ejército israelí ya ha comenzado la invasión terrestre con "intensos combates" con Hezbolá en el sur de Líbano. El Gobierno de Netanyahu, que avisó previamente a EEUU, asegura que se trata de una serie de incursiones "limitadas, localizadas y selectivas" de acuerdo a un "plan metódico" para el que los soldados israelíes llevan "entrenándose y prepararándose" meses.

Israel justifica su incursión en Líbano -donde ha entrado ya con blindados- con el argumento de que Hezbolá planeaba un ataque similar al que lanzó Hamás el 7 de octubre del año pasado, que dejó más de 1.200 muertos y 251 secuestrados y dio comienzo a la ofensiva israelí en Gaza. 

De hecho, Israel ha desvelado este martes que lleva meses, desde el 7 de octubre, realizando docenas de incursiones "limitadas" y "selectivas" en el sur de Líbano, para desmantelar "infraestructura subterránea y armamento avanzado de origen iraní" de Hezbolá.

Así, los tambores de guerra entre Israel y Hezbolá suenan con más fuerza que nunca y ambas partes aseguran estar preparadas para una escalada del conflicto. De hecho, el Pentágono ya ha anunciado un despliegue adicional de "miles" de tropas en Oriente Próximo formadas por escuadrones y aviones de combate y países como Francia, Canadá y Reino Unido comienzan el operativo para evacuar a sus ciudadanos.

La guerra regional ya es un hecho mientras Israel pide a los residentes del sur de Líbano evacuar sus casas. En España, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha urgido a los españoles a salir de Líbano y ha revelado que su evacuación está "preparada", a la espera de tomar "la decisión política".

Tras dos semanas de intensos bombardeos y las bajas de varios altos cargos de Hezbolá, que culminaron con el asesinato de su líder, Hasán Nasralá, Tel Aviv ha iniciado una ofensiva no sólo terrestre, tal y como había advertido este lunes, también de fuego aéreo y artillería.  

El ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, ha reclamado "aplastar" a Hezbolá y "no detenerse" en esta nueva invasión. 

Esta situación ha obligado a las tropas libanesas a retirarse a cinco kilómetros de la frontera mientras cazas isralíes bombardean el suburbio sur de Beirut dentro de una ofensiva llamada Flechas del Norte. 

Israel ataca un campo de refugiados

De hecho, Israel ha iniciado esta incursión con un ataque contra un campo de refugiados palestinos de Ein el-Hilweh en el Líbano, donde supuestamente estaba el líder de Al-Aqsa, el brazo armado de Fatah, Munir Al-Maqdah, en el que viven más de 100.000 palestinos.

Se trata del primer ataque a este gran campamento de refugiados desde que Israel comenzó este martes la invasión terrestre al Líbano, una constante ya en la Franja de Gaza, donde ha atacado este tipo de asentamientos en decenas de ocasiones, violando así el derecho internacional. 

Aunque el alcance de la primera noche de ofensiva todavía se desconoce, el Ministerio de Salud libanés ha alertado poco antes de que comenzara que al menos 95 personas han muerto y 172 han resultado heridas en las últimas 24 horas debido a diferentes ataques israelíes.

Estas cifras se suman a las más de 1.000 personas que han muerto y alrededor de un millón han tenido que huir de sus casas en las últimas dos semanas ante la campaña de bombardeos de Israel dirigida principalmente contra el sur y el este del Líbano, pero también contra el extrarradio sur de Beirut.

Ataques en Siria y Gaza 

Pero los intensos bombardeos de esta noche no sólo se limitan al Líbano, ya que el Ejército israelí también ha atacado una escuela del barrio de Tuffah, en Gaza, que ha dejado al menos seis muertos, y Damasco (Siria), dejando al menos tres muertos -una periodista y otros dos civiles- y nueve heridos.

Hezbolá también ha respondido a estas maniobras israelíes y ha lanzado una andanada de cohetes de tipo 'Fadi-4' contra una base de la Inteligencia de Israel y una sede del Mosad a las afueras de Tel Aviv, en una acción que por primera vez incluye este tipo de proyectiles de largo alcance.

Además, Israel ha declarado "zona militar cerrada" las comunidades fronterizas de Metula, Misgav Am y Kfar Giladi, a escasos kilómetros de la frontera con el Líbano y donde desde hace semanas se despliegan cientos de soldados. 

Estas zonas fueron evacuadas hace casi un año tras el inicio de la invasión en Gaza. Colegios, granjas y casas están abandonadas tras el desplazamiento de unos 60.000 israelíes de la frontera norte.

El Pentágono despliega tropas 

Estados Unidos estaba al corriente de los planes para una operación terrestre en Líbano, según ha informado el Washington Post, citando como fuente a un alto cargo estadounidense no identificado.

Este alto cargo adelantó que la incursión terrestre sería más pequeña que la que se produjo durante la guerra de Israel contra Hezbolá en el año 2006 y que se centraría en la seguridad de las comunidades fronterizas.

A pocas horas de trascender la información del Washington Post, el Departamento de Estado de EEUU confirmó que Israel ya estaba realizando operaciones terrestres "limitadas" centradas en la infraestructura de Hezbolá, en el sur de Líbano.

"Esta es la información de que disponemos de lo que está ocurriendo actualmente, que son operaciones limitadas dirigidas a la infraestructura de Hezbolá cerca de la frontera", afirmó el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, a los medios de comunicación. Cuando se le pidió que confirmara que se trataba de operaciones terrestres limitadas, Miller afirmó: "Eso es lo que entendemos".

Además, el Pentágono ha anunciado un despliegue adicional de tropas en Oriente Próximo que estarán formadas en su mayoría por escuadrones y unidades de aviones de combate, según informa Bloomberg. 

Objetivo: desmantelar los ataques

El secretario de Defensa de EEUU, Lloyd J. Austin, acordó este lunes con el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, la necesidad de "desmantelar la infraestructura de ataque" en la frontera con Líbano para evitar una ofensiva por parte de Hezbolá similar a la del 7 de octubre.

Austin reafirmó en una conversación telefónica con Gallant que se requiere de "una resolución diplomática para garantizar que los civiles puedan regresar sanos y salvos a sus hogares en ambos lados de la frontera", indicó el Departamento de Defensa de EEUU en un comunicado. 

Ambos líderes abordaron la importancia de pasar "en última instancia" de las operaciones militares a una vía diplomática para garantizar seguridad y estabilidad "lo antes posible", señala el escrito.

El jefe de la diplomacia estadounidense dejó claro durante su conversación con su homólogo israelí que EEUU se encuentra "bien posicionado para defender a su personal, socios y aliados frente a cualquier amenaza y frente a las organizaciones terroristas respaldadas por Irán", sentenció.

Ataques en Beirut

La advertencia de Gallant llegó poco después del ataque de Israel al centro de Beirut, algo que no ocurría desde 2006. El Ejército israelí bombardeó en la madrugada del lunes un edificio residencial de la capital libanesa, concretamente en el barrio de mayoría suní de Cola, donde al menos tres de las cuatro personas que murieron eran miembros de la facción Frente Popular para la Liberación de Palestina.

Este bombardeo ha supuesto un punto de inflexión en la ofensiva israelí de las últimas semanas. Hasta este lunes, los ataques se habían centrado en los suburbios del sur de la ciudad -los barrios de mayoría chií considerados como bastiones de Hezbolá-, la zona meridional de Líbano y el valle oriental de la Becá.

Edificio dañado tras el ataque israelí en Beirut. Reuters

Ante las amenazas de una invasión terrestre inminente de Israel, el 'número dos' de Hezbolá, Naim Qassem, se mostró desafiante en el primer discurso de un alto mando del grupo tras el asesinato de Nasralá en el ataque aéreo israelí del pasado viernes contra los suburbios de Beirut.

"Sabemos que la batalla puede ser larga y las alternativas están abiertas para nosotros. Si los israelíes deciden entrar por tierra, las fuerzas de la Resistencia están preparadas para el combate terrestre", aseguró Qassem.

En un tono solemne, el clérigo también advirtió que "la Resistencia está preparada para la confrontación terrestre con el enemigo" y se mostró confiado de que Hezbolá saldrá "victorioso" pese a las numerosas pérdidas que ha sufrido durante casi un año de enfrentamientos con Israel, especialmente en los últimos días.

Lejos de reconocer la dureza de los golpes sufridos en el mismo corazón de la formación, Qassem sólo pidió a sus combatientes y simpatizantes "un poco de paciencia y de material militar" para responder a una mayor escalada de Israel.

"Quiero que sepáis que lo que estamos haciendo es lo mínimo", añadió en tono tranquilizador, en un momento en el que la formación sigue conmocionada tras el asesinato de Nasralá y el país entero espera al nombramiento del próximo líder, una decisión que según Qassem se tomará "lo antes posible".

Llamadas a frenar la escalada

Mientras los libaneses soportan los ataques y contienen el aliento, el presidente de EEUU, Joe Biden, ha pedido un alto el fuego cuando fue preguntado en una comparecencia de prensa sobre los planes de Israel de una posible invasión terrestre inminente en el país.

Al preguntarle si estaba cómodo con esos planes, el mandatario estadounidense señaló con rotundidad: "Estoy cómodo con que ellos paren. Necesitamos un alto el fuego ya".

El Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell, señaló el lunes que Israel debe evitar "cualquier intervención militar" en Líbano, puesto que "agravará" la situación ya complicada en el terreno tras los bombardeos que han generado miles de bajas civiles los últimos días en el sur de Líbano y la capital, Beirut.

"Cualquier nueva intervención militar agravará dramáticamente la situación y tiene que evitarse", avisó en declaraciones realizadas desde México tras la reunión de emergencia mantenida por videoconferencia con los ministros de Exteriores de los 27 para tratar la crisis en Líbano.

Desde Beirut, el ministro de Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, urgió a Israel a que "se abstenga de una incursión terrestre en el Líbano", algo que también exigió a Hizbulá para "evitar cualquier tipo de acción" que desestabilice aún más Oriente Próximo y que pueda derivar en un conflicto regional.

"Queda una esperanza, pero queda poco tiempo", subrayó el jefe de la diplomacia de Francia, un país que junto a Estados Unidos ha propuesto una tregua de 21 días en Líbano que ha sido ampliamente desoída por las partes enfrentadas.

Los ataques israelíes contra objetivos de Hezbolá en Líbano forman parte de un conflicto que se originó hace casi un año. La escalada de las tensiones ha desatado los temores de que Estados Unidos e Irán se vean arrastrados al conflicto.