El ejército israelí ha comenzado la invasión terrestre de Líbano, según han confirmado las FDI en un comunicado esta madrugada. Horas antes, el gobierno de Netanyahu ya había avisado a Estados Unidos de sus planes, asegurando que se trata de una serie de incursiones "limitadas, localizadas y selectivas" al otro lado de la frontera con Líbano. Así las cosas, los tambores de guerra entre Israel y Hezbolá suenan con más fuerza y ambas partes aseguran estar preparadas para una escalada del conflicto.

Tras dos semanas de intensos bombardeos y las bajas de varios altos cargos de Hezbolá, que culminó con el asesinato de su líder, Hasán Nasralá, Tel Aviv ha iniciado una ofensiva terrestre, tal y como había advertido este lunes. Una situación que ha obligado a las tropas libanesas a retirarse a cinco kilómetros de la frontera.

En una noche de intensos bombardeos, el ejército israelí también ha atacado una escuela del barrio de Tuffah, en Gaza, que ha dejado al menos seis muertos, y Damasco (Siria), dejando al menos tres muertos y nueve heridos, según han informado los medios estatales sirios. 

Por su parte, el Ejército israelí ha declarado las áreas próximas a las comunidades de Metula, Misgav Am y Kfar Giladi, en el norte del país, cerca de la frontera con Líbano, como "zona militar cerrada", advirtiendo de que la entrada a las áreas estaba prohibida.

Hezbolá también ha respondido a las maniobras israelíes y ha estado disparando cohetes hacia el norte de Israel desde medianoche. Las FDI han detectado en el norte de Israel "unos 10 proyectiles que cruzaban desde el Líbano". "Algunos de ellos han sido interceptados y varios han caído en zonas abiertas", han comunicado. Además, según Al Jazeera, Hezbolá ha afirmado que sus capacidades militares "permanecen intactas" pese a que Israel está atacando su infraestructura.

Incursiones "limitadas"

Estados Unidos estaba al corriente de los planes para una operación terrestre en Líbano, según informó el Washington Post, citando como fuente a un alto cargo estadounidense no identificado.

Este alto cargo adelantó que la incursión terrestre podría comenzar de manera "inminente", que sería más pequeña que la guerra de Israel contra Hezbolá en el año 2006 y se centraría en la seguridad de las comunidades fronterizas.

Pocas horas de trascender la información del Washington Post, el Departamento de Estado de EEUU venía a confirmar que Israel ya está realizando operaciones terrestres "limitadas" centradas en la infraestructura de Hezbolá en el sur de Líbano.

"Esto es lo que nos han informado que están llevando a cabo actualmente, que son operaciones limitadas dirigidas a la infraestructura de Hezbolá cerca de la frontera", afirmó el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, a los medios de comunicación.

Cuando se le pidió que confirmara que se trataba de operaciones terrestres limitadas, Miller afirmó: "Eso es lo que entendemos".

Las especulaciones sobre la entrada de tropas israelíes en Líbano han crecido hasta confirmarse que Israel ya habría desplegado pequeñas unidades de las fuerzas especiales en el sur de Líbano, como apunta el diario The Wall Street Journal.

Estas misiones -asegura el diario- tienen como objetivo la red de túneles de Hezbolá cerca de la frontera y, así, evitar que la defensa de la milicia chií pueda causar bajas entre las filas del Ejército israelí.

El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, también se ha encargado de alimentar alimentado las informaciones publicadas por periódicos estadounidenses sobre una incursión militar terrestre "inminente".

"La siguiente fase de la guerra contra Hezbolá comenzará pronto. Será un factor importante para cambiar la situación de seguridad y nos permitirá completar la importante (misión) de devolver a los residentes a sus hogares", dijo el ministro en referencia a los más de 60.000 israelíes que se han visto desplazados en el último año.

Ataque contra el centro de Beirut

Gallant ha lanzado la advertencia apenas unas horas después de que Israel haya atacado el centro de Beirut por primera vez desde 2006. El Ejército israelí bombardeó de madrugada un edificio residencial de la capital libanesa, concretamente en el barrio de mayoría suní de Cola, donde al menos tres de las cuatro personas que murieron eran miembros de la facción Frente Popular para la Liberación de Palestina.

Este bombardeo ha supuesto un punto de inflexión en la ofensiva israelí de las últimas semanas. Hasta este lunes, los ataques se habían centrado en los suburbios del sur de la ciudad -los barrios de mayoría chií considerados como bastiones de Hezbolá-, la zona meridional de Líbano y el valle oriental de la Becá.

Edificio dañado tras el ataque israelí en Beirut. Reuters

Ante las amenazas de una invasión terrestre inminente de Israel, el 'número dos' de Hezbolá, Naim Qassem, se ha mostrado desafiante en el primer discurso de un alto mando del grupo tras el asesinato de Nasralá en el ataque aéreo israelí del pasado viernes contra los suburbios de Beirut.

"Sabemos que la batalla puede ser larga y las alternativas están abiertas para nosotros. Si los israelíes deciden entrar por tierra, las fuerzas de la Resistencia están preparadas para el combate terrestre", aseguró Qassem.

En un tono solemne, el clérigo también advirtió que "la Resistencia está preparada para la confrontación terrestre con el enemigo" y se mostró confiado de que Hezbolá saldrá "victorioso" pese a las numerosas pérdidas que ha sufrido durante casi un año de enfrentamientos con Israel, especialmente en los últimos días.

Lejos de reconocer la dureza de los golpes sufridos en el mismo corazón de la formación, Qassem tan sólo pidió a sus combatientes y simpatizantes "un poco de paciencia y de material militar" para responder a una mayor escalada de Israel.

"Quiero que sepáis que lo que estamos haciendo es lo mínimo", añadió en tono tranquilizador, en un momento en el que la formación sigue conmocionada tras el asesinato de Nasralá y el país entero espera al nombramiento del próximo líder, una decisión que según Qassem se tomará "lo antes posible".

Llamadas a frenar la escalada

Mientras tanto, los libaneses contienen el aliento. Más de mil personas han muerto y cerca de un millón se han visto obligadas a escapar de sus casas en las últimas dos semanas ante la brutal campaña de bombardeos de Israel dirigida principalmente contra el sur y el este de Líbano.

Organizaciones internacionales y varios países, así como el Gobierno libanés, han advertido de las intenciones de Israel y han recordado la destrucción provocada en la frontera sur del Estado judío, donde se encuentra una devastada Franja de Gaza.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también se ha sumado a un alto el fuego  cuando fue preguntado en una comparecencia de prensa sobre los planes de Israel sobre una posible invasión terrestre inminente en el país. "Tengo más conocimiento de ellos de lo que usted cree", indicó.

Cuestionado sobre si estaba cómodo con esos planes, el mandatario estadounidense señalo rotundo: "Estoy cómodo con que ellos paren. Necesitamos un alto el fuego ya".

El Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell, ha señalado este lunes que Israel debe evitar "cualquier intervención militar" en Líbano, puesto que "agravará" la situación ya complicada en el terreno tras los bombardeos que han generado miles de bajas civiles los últimos días en el sur de Líbano y la capital, Beirut.

"Cualquier nueva intervención militar agravará dramáticamente la situación y tiene que evitarse", ha avisado en una declaración desde México tras la reunión de emergencia mantenida por videoconferencia con los ministros de Exteriores de los 27 para tratar la crisis en Líbano.

Desde Beirut, el ministro de Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, urgió a Israel a que "se abstenga de una incursión terrestre en el Líbano", algo que también exigió a Hizbulá para "evitar cualquier tipo de acción" que desestabilice aún más Oriente Próximo y que pueda derivar en un conflicto regional.

"Queda una esperanza, pero queda poco tiempo", subrayó el jefe de la diplomacia de Francia, un país que junto a Estados Unidos ha propuesto una tregua de 21 días en Líbano que ha sido ampliamente desoída por las partes enfrentadas.

Los ataques israelíes contra objetivos de Hezbolá en Líbano forman parte de un conflicto que se originó hace casi un año en la Franja de Gaza, pero que también se extiende a la Cisjordania ocupada e implica a otros actores, como los grupos apoyados por Irán desde Yemen e Irak. La escalada de las tensiones ha desatado los temores de que Estados Unidos e Irán se vean arrastrados al conflicto.