Benjamin Netanyahu advirtió a Irán de que "ha cometido un gran error" con el lanzamiento de más de 180 misiles sobre Israel, mientras que Joe Biden se atribuyó el mérito de haber ayudado a Israel a defenderse y de haber frustrado el ataque. Pese a las tensiones que ambos líderes han arrastrado en los últimos meses, también subrayaron su determinación de enfrentar las amenazas lanzadas por Irán y reafirmaron su cooperación en un momento de gran tensión en Oriente Medio.
El primer ministro israelí habló por primera vez cerca de la madrugada, al inicio de una reunión de emergencia del gobierno. En un vídeo publicado en redes sociales, expresó que "el régimen de Irán no comprende nuestra determinación de defendernos y de tomar represalias contra nuestros enemigos". Netanyahu subrayó que el ataque iraní fue un fracaso, pues la mayoría de los misiles fueron interceptados por la Cúpula de Hierro, el sistema de defensa aérea de Israel, y no se registraron víctimas mortales.
"Al que nos ataque, lo atacaremos", afirmó. Además, advirtió que "pagarán por ello" y, según Efe, también hizo referencia a las operaciones militares en curso en Gaza y el sur del Líbano, zonas donde los soldados israelíes combaten contra la milicia de Hezbolá, respaldada por el régimen iraní.
Por su parte, la Guardia Revolucionaria de Irán afirmó que el 90% de sus misiles alcanzaron sus objetivos militares en Israel, una declaración que Netanyahu rechazó al considerar que el ataque había sido "frustrado".
Apoyo de EEUU
En Washington, el presidente Joe Biden aprovechó para elogiar el rol de las fuerzas estadounidenses en la defensa de Israel. "Bajo mi dirección, las fuerzas navales de EEUU en el Mediterráneo oriental ayudaron a Israel a derribar olas de misiles", aseguró Biden.
Según el New York Times, el presidente estadounidense subrayó que la defensa conjunta fue resultado de "una planificación meticulosa" entre los dos aliados y reafirmó el compromiso "total y absoluto" de su país con la seguridad de Israel.
Estas declaraciones de Biden llegaron en un momento en que las relaciones entre Estados Unidos e Israel han estado marcadas por tensiones, particularmente por las preocupaciones estadounidenses sobre las recientes acciones militares de Israel en Gaza. No obstante, según el *New York Times*, la colaboración en este último ataque refleja un cambio de tono en la relación bilateral, en un esfuerzo por mostrar unidad frente a la amenaza iraní.
Biden también advirtió que Irán no sólo es una amenaza para Israel, sino también para los intereses y el personal estadounidense en la región. En la misma línea, la vicepresidenta Kamala Harris subrayó que Estados Unidos no dudará en tomar las medidas necesarias para proteger a sus fuerzas en Oriente Medio.
La respuesta militar estadounidense incluyó el despliegue de dos destructores, el USS Bulkeley y el USS Cole, que lanzaron una docena de interceptores para neutralizar los misiles iraníes, según confirmó el portavoz del Pentágono, Patrick S. Ryder. Aunque no se detalló cuántos misiles fueron interceptados por cada destructor, fuentes citadas por el New York Times informaron que varios proyectiles fueron destruidos antes de alcanzar territorio israelí.
Israel tiene el firme objetivo de acabar con Hezbolá y Hamás en la región y, para ello, lleva cerca de dos semanas lanzando metódicos ataques para dejar a las organizaciones sin líderes mermar su capacidad de respuesta. Asimismo, ha atacado posiciones en Siria y contra los hutíes de Yemen.
Tras el asesinato del líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, la semana pasada en un ataque en Beirut y el inicio de la invasión terrestre del sur de Líbano este lunes, Irán ha devuelto el embiste lanzando cerca de 180 misiles sobre territorio israelí.
Pese a que no ha tenido mucho impacto en el territorio, esta madrugada el líder supremo de Irán, Ali Jamenei, amenazó a Israel afirmando que "los golpes del frente insurgente serán más fuertes y dolorosos sobre el cuerpo desgastado y podrido del régimen sionista".
Mientras, el ejército israelí ha continuado los bombardeos sobre objetivos del sur de Beirut y del norte de Gaza, donde habría almacenes y centros de mando de Hezbolá y Hamás, respectivamente.