"No permitiremos que Líbano se convierta en Gaza, en otra Gaza. Eso no es lo que queremos ver". Así de contundente ha respondido la Casa Blanca a las declaraciones que hizo el día anterior el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al amenazar a los libaneses con "una larga guerra que traerá destrucción y sufrimiento similar al que vemos en Gaza" si no se deshace de Hezbolá.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, se ha referido en estos términos en una rueda de prensa, en la que ha argumentado que debe darse a la diplomacia una oportunidad tanto en Gaza como en Líbano, subrayando que el Gobierno de Joe Biden seguirá intentando mediar para conseguir una solución que evite más derramamiento de sangre en ambos conflictos.
"El sufrimiento tanto en Gaza como en Líbano añade una mayor urgencia a nuestros esfuerzos para poner fin a esos conflictos y sentar las bases para una paz y seguridad duraderas en la región", afirmó Jean-Pierre.
No obstante, la portavoz, no ha detallado si este asunto ha formado parte de la conversación telefónica que mantuvieron esta misma tarde el presidente estadounidense, Joe Biden, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Una llamada que, Jean-Pierre, ha calificado de "directa y productiva", sin llegar a confirmar si hablaron sobre cómo Israel responderá al ataque que Irán lanzó el 1 de octubre sobre su territorio con cerca de 200 misiles.
La portavoz indicó que la conversación duró unos 30 minutos. Según el diario The Times of Israel, que cita una fuente de la oficina de Netanyahu, hablaron 50 minutos.
Ni la oficina del primer ministro ni la Casa Blanca han divulgado por ahora detalles del contenido de la llamada, que es la primera entre los dos líderes desde el pasado 21 de agosto.
La Casa Blanca ha prometido que difundirá un comunicado con detalles. Mientras tanto, la oficina de Netanyahu publicó una foto en la que se puede ver al primer ministro con su equipo durante la conversación con Biden.
Desde el último encuentro entre Biden y Netanyahu, Israel ha intensificado su ofensiva contra Hezbolá, con bombardeos no sólamente en su frontera norte sino también en ciudades como Beirut y, además, ha lanzado lo que denomina una "limitada" invasión terrestre en el sur del Líbano contra Hizbulá.
En esos bombardeos, Israel ha matado al que fue líder de Hezbolá durante tres décadas, Hasán Nasralá, y la víspera Netanyahu anunció que también había eliminado a Hashem Safi al Din, quien supuestamente había sido elegido para sucederle.