Imagen del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023

Imagen del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 REUTERS Franja de Gaza

Oriente Próximo

Hamás planeaba realizar su ataque del 7 de octubre en 2022: lo pospuso para unir fuerzas con Hezbolá e Irán

13 octubre, 2024 02:59
Agencias

Hamás tenía previsto llevar a cabo el ataque del 7 de octubre de 2023 un año antes, en 2022, pero optó por esperar y así poder contar con el apoyo de Hezbolá e Irán, en un momento de notable inestabilidad política en Israel, algo sin precedentes en la historia del país. Esta 'crisis' se debió a que el primer ministro Benjamin Netanyahu se enfrentó a acusaciones de corrupción, fraude y abuso de poder durante el período de 2018 a 2019.

Durante más de dos años, el líder de la organización islamista palestina Hamás, Yahya Sinwar, se reunió con sus principales comandantes y trazó lo que esperaban que fuera el ataque más devastador y desestabilizador contra Israel en los 40 años de historia del Movimiento de Resistencia Islámica.

Las actas de las reuniones secretas de Hamás, incautadas por el ejército israelí y obtenidas por The New York Times, han proporcionado ahora nueva información sobre  la planificación para el ataque del 7 de octubre.

A su vez, también han arrojado luz a la determinación de Sinwar para persuadir a los aliados de Hamás, Irán y Hezbolá, para que se unieran al asalto o al menos se comprometieran a una lucha más amplia con Israel si Hamas realizaba una incursión sorpresa transfronteriza.

Los documentos han revelado que el grupo armado Hamás intentó ocultar sus intenciones a Israel mientras preparaba un ataque audaz. De hecho, Sinwar esperaba que este ataque provocara el "colapso" de Israel, aprovechando la inestabilidad del gobierno de Netanyahu.

Las informaciones del diario neoyorquino consisten en actas de 10 reuniones secretas de planificación de un pequeño grupo de líderes políticos y militares de Hamás para la preparación del ataque, el 7 de octubre de 2023. En los archivos se incluyen 30 páginas de detalles previamente no divulgados sobre la forma en que funciona el liderazgo de Hamás, detallando sus principales estrategias, y las preparaciones que se realizaron para su ataque.

"El gran proyecto"

Así pues, Hamás inicialmente planeó llevar a cabo el ataque, que denominó "el gran proyecto", en otoño de 2022. Pero el grupo retrasó la ejecución del plan mientras trataba de persuadir a Irán y Hezbolá para que participaran.

Los líderes de Hamás, al preparar argumentos para convencer a la milicia chií, señalaron que la "situación interna" de Israel —en referencia a las controvertidas reformas del poder judicial propuestas por el primer ministro Benjamin Netanyahu— era una de las razones que los llevaron a sentirse "obligados a pasar a una batalla estratégica".

Junio 2022: casi completo

En una reunión en abril de 2022, los líderes de Hamás celebraron que las partes más tensas del mes sagrado de Ramadán habían transcurrido sin un aumento en la violencia. Esto les permitió "ocultar nuestras intenciones" y "camuflar nuestra gran idea". Además, discutieron la importancia de conservar municiones y realizar un "proceso eficaz de disfraz y engaño".

Las preparaciones para el ataque de Hamás contra Israel estaban casi completas en junio de 2022, con planes para atacar 46 posiciones militares israelíes y otras infraestructuras en el sur de Israel.

Los líderes de la organización terrorista optaron por mantener los detalles en secreto hasta horas antes del asalto, reconociendo que un ataque a gran escala implicaría sacrificios, especialmente entre civiles palestinos.

Aunque se previó lanzar el ataque en septiembre de 2022, se retrasó por la búsqueda de apoyo de aliados como Irán y Hezbolá y por la necesidad de evaluar el nuevo gobierno israelí de extrema derecha. En mayo de 2023, se discutieron fechas estratégicas para evitar provocaciones que pudieran arruinar los planes.

Irán y Hezbolá

El liderazgo de Hamás temía el anuncio israelí de un nuevo sistema de defensa eficaz y quería realizar el ataque antes de que entrara en funcionamiento.

El diario neoyorquino ha mostrado en los documentos que existían conversaciones entre la organización terrorista palestina e Irán, y archivos de agosto de 2023 mostraron que se planificó una reunión con Hezbolá, aunque fue pospuesta.

Sin poder confirmar la coordinación entre los tres actores, la comunicación entre las diferentes facciones de Hamás y su liderazgo en el exilio fue efectiva y lanzaron el ataque.

La ofensiva comenzó el 7 de octubre, sorprendiendo a Israel y desencadenando un conflicto a gran escala, en parte por culpa de que los informes de inteligencia israelíes habían subestimado las intenciones del Movimiento, considerándolas maniobras defensivas.

Julio 2023: reunión en Líbano

En julio de 2023, Hamás envió a un alto funcionario a Líbano para reunirse con un comandante senior de Irán. Durante este encuentro, solicitó apoyo para llevar a cabo un ataque contra sitios sensibles.

El comandante iraní, por su parte, informó a Hamás que, aunque Irán y Hezbolá estaban dispuestos a brindar apoyo, necesitarían más tiempo para prepararse. En el documento no viene especificado el nivel de detalle del plan que Hamás presentó a sus aliados.

Además, en "el proyecto final" se menciona que Hamás tenía la intención de discutir el ataque en mayor profundidad en una reunión posterior con Hassan Nasralá, el líder de Hezbolá que fue abatido por Israel el pasado 27 de septiembre de 2024. Los documentos no aclaran si esta reunión efectivamente se llevó a cabo.

El Movimiento de Resistencia Islámica sintió el apoyo de sus aliados pero llegó a la conclusión de que necesitaba proceder sin su participación directa, en parte para evitar que Israel desplegara un nuevo y avanzado sistema de defensa aérea antes de que se llevara a cabo el asalto.

Evitaron atacar desde 2021

La decisión de atacar también estuvo influenciada por el deseo del Movimiento de interrumpir los esfuerzos por normalizar las relaciones entre Israel y Arabia Saudita, el afianzamiento de la ocupación israelí de Cisjordania y los esfuerzos israelíes por ejercer un mayor control sobre el complejo de la mezquita de Aqsa en Jerusalén, sagrado tanto en el islam como en el judaísmo y conocido por los judíos como el Monte del Templo.

También se menciona que el grupo armado evitó deliberadamente grandes confrontaciones con Israel durante dos años a partir de 2021, con el fin de maximizar la sorpresa del ataque del 7 de octubre. Según sus líderes, "debemos mantener al enemigo convencido de que Hamas en Gaza desea calma".

Otra información exclusiva que han revelado los documentos es que los líderes de Hamas en Gaza afirman que informaron a Ismail Haniyeh, el líder político de Hamas establecido en Catar, sobre "el gran proyecto". Hasta ahora, no se conocía de manera oficial si Haniyeh, asesinado por Israel en julio, había sido informado sobre el ataque con anterioridad.

Preludio del 'caos'

Los documentos ofrecen un contexto más amplio sobre uno de los momentos más cruciales en la historia reciente de Oriente Medio. Revelan que este acontecimiento fue el resultado de un plan de varios años y de un Movimiento de Resistencia Islámica que se vio influenciado por eventos concretos que sucedieron después de que el Netanyahu regresara al poder en Israel a finales de 2022.

El hecho de que Irán y Hezbolá fuesen conocedores de los planes de Hamás para el 7 de octubre había sido hasta ahora un misterio y adquiere particular importancia en la actualidad, dado que el conflicto ha escalado a un nivel regional donde tanto Líbano como Irán han intensificado sus acciones ofensivas contra Israel, y viceversa.

Por su parte, ellíder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, ha negado públicamente que Irán tuviera algún papel en el ataque del 7 de octubre. Sumado a ello,  funcionarios de inteligencia estadounidense han demostrado que los líderes clave iraníes quedaron sorprendidos, lo cual sigue manteniendo la incógnita sobre si Irán desempeñó un papel directo en la planificación.

Por otro lado, hay documentos proporcionados por el grupo armado palestino que  indican que funcionarios iraníes y de Hezbolá ayudaron a planificar el ataque y entrenar a combatientes.

Las actas fueron encontradas en una computadora que los soldados israelíes hallaron a finales de enero mientras buscaban un centro de mando subterráneo de Hamás en Khan Younis, al sur de Gaza, del que los líderes del grupo habían escapado recientemente.

The Times evaluó la autenticidad de los documentos compartiendo algunos de sus contenidos con miembros y expertos cercanos a Hamás. Salah al-Din al-Awawdeh, miembro de Hamas y excombatiente de su ala militar, ahora analista en Estambul, dijo que estaba familiarizado con algunos de los detalles descritos en los documentos y que llevar un registro organizado era consistente con las prácticas generales del grupo.

Un analista palestino con conocimiento de los entresijos de Hamas, que habló bajo la condición de anonimato para discutir temas sensibles, también confirmó ciertos detalles así como las operaciones estructurales generales del grupo que coincidían con los documentos.

El ejército israelí, en un informe interno también concluyó que los documentos aportados por el diario neoyorquino eran reales y representaban otro fracaso por parte de los funcionarios de inteligencia para prevenir el ataque del 7 de octubre.

Cuestionan inteligencia israelí 

El hallazgo de estos documentos ha generado tensiones entre las agencias de inteligencia de Israel, ya que una revisión interna del ejército cuestionó por qué los espías israelíes no lograron obtenerlos antes del ataque de Hamas o no pudieron identificar la estrategia que contenían.

Esto se debe a que, aunque Israel había recibido información sobre los planes de batalla de Hamas antes del ataque del 7 de octubre, los altos mandos israelíes descartaron varias veces la posibilidad de que Hamas tuviera la capacidad o la intención de llevar a cabo el ataque de manera inminente.

El ejército israelí, por su parte, se ha negado a dar explicaciones, Hamas y Hezbolá, a su vez, tampoco respondieron a las solicitudes de comentarios.

La misión de Irán ante las Naciones Unidas sí que ha respondido y ha negado las afirmaciones hechas en las actas.

"Todo el planeamiento, la toma de decisiones y la dirección se llevaron a cabo únicamente por el ala militar de Hamás con sede en Gaza; cualquier afirmación que intente vincularlo a Irán o Hezbolá, ya sea parcial o totalmente, carece de credibilidad y proviene de documentos fabricados", así lo han aseverado desde Irán.

Una compleja estrategia

En suma, la planificación del ataque del 7 de octubre de 2023 por parte de Hamás revela una compleja estrategia que se gestó durante años, a la espera de un contexto político favorable en Israel marcado por la inestabilidad del gobierno de Benjamin Netanyahu.

Los documentos obtenidos por The New York Times reflejan no solo las intenciones secretas de Hamás, sino también su esfuerzo deliberado por ocultar sus planes y asegurar el apoyo estratégico de aliados como Irán y Hezbolá, a pesar de que, al final, decidieron proceder sin su colaboración directa. 

El hallazgo de los documentos también pone en evidencia fallos significativos en la inteligencia israelí, que subestimó las capacidades y intenciones de Hamás.

La ordenada y precisa planificación que revelan las actas contrasta con las percepciones de las agencias de inteligencia israelíes, que habían creído que Hamás se encontraba en una postura defensiva. Esto ha generado una crisis de confianza dentro de las estructuras de inteligencia de Israel y a una serie de cuestionamientos sobre su preparación y eficacia.