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Benjamin Netanyahu ha advertido este lunes de que Israel seguirá atacando "sin piedad a Hezbolá en todo Líbano, también en Beirut", después de que ayer un ataque del grupo chií matara a cuatro soldados israelíes, todo ellos de 19 años, e hiriera a otros 67 en la base militar de Golani.

En una visita a la base de entrenamientos en la que impactó el dron de Hezbolá, el primer minsitro israelí ha aseverado que el país hebreo libra una campaña "contra el eje del mal de Irán", como suele referirse a la alianza entre el régimen de los ayatolás, Hezbolá, las milicias proiraníes sirias, la resistencia islámica de Irak y los rebeldes hutíes de Yemen.

El mandatario dio también las condolencias a las familias de los soldados muertos y arengó a los militares que luchan por "la eternidad de Israel""Y lo principal es el espíritu. El espíritu que veo aquí; fuerte espíritu de soldados, de médicos, de médicos. Guerreros que entienden que están luchando por la eternidad de Israel".

El ataque de Hezbolá con un dron contra la base Golani "es difícil y ha causado resultados dolorosos", según ha reconocido este lunes el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi. Es, además, el peor ataque contra una base militar israelí tras el 7 de octubre.

Ataque inédito

Las palabras de Netanyahu, en las que asegura seguir atacando "en todo Líbano", tienen lugar en una jornada en la que Israel ha bombardeado por primera vez una zona de mayoría cristiana en el norte de Líbano, donde al menos 18 personas han muerto en un mismo ataque.

El bombardeo azotó un edificio residencial en la localidad de Aitou, ubicada al sureste de Trípoli -una de las ciudades consideradas más seguras del Líbano-, adónde hasta siete ambulancias de la Cruz Roja Libanesa se trasladaron para evacuar a los 18 muertos y derivar a otros cuatro heridos a hospitales de la zona.

Hasta el momento las autoridades no han informado sobre las identidades de los fallecidos, si bien este es el primer ataque contra esta zona de mayoría cristiana del norte de Líbano, un país compuesto por 18 sectas que intentan convivir pese a las grandes diferencias culturales y religiosas que existen entre ellas.

Y es que desde que Israel inició a finales de septiembre su campaña de bombardeos masiva, ha concentrado sus ataques principalmente contra zonas de mayoría chií en el sur y el este de Líbano, pero recientemente ha comenzado a azotar otras comunidades del país mediterráneo en el norte y también en la capital, Beirut.

Tras esta "nueva masacre", tal y como los medios locales calificaron el ataque, el Ministerio de Salud Pública libanés anunció que los muertos ascienden ya a 2.309 desde el estallido de la violencia entre Israel y Hezbolá el 9 de octubre de 2023, un día después del inicio de la guerra en la Franja de Gaza.

En paralelo, Hezbolá ha reivindicado este lunes el lanzamiento de sendas andanadas de cohetes contra una base naval al noroeste de la localidad septentrional israelí de Haifa y contra un cuartel militar al este de la ciudad de Netanya, después de que la formación matara ayer a cuatro soldados israelíes en un ataque con drones.

"La Resistencia Islámica permanece presente y lista para defender nuestro país y nuestro pueblo firme y oprimido, y no dudará en cumplir con su deber de disuadir al enemigo", indicó Hizbulá, que añadió que estos ataques fueron en respuesta a la muerte de su líder, Hasán Nasralá, asesinado por Israel en los suburbios de Beirut a finales de septiembre.

Al mismo tiempo, el grupo chií ha anunciado que frustró varios intentos de "infiltración" y que se enfrentó a varias unidades de soldados de Israel a lo largo de la frontera en el sur del Líbano, donde las tropas israelíes iniciaron a principios de mes una invasión terrestre que se ha topado con una feroz resistencia de Hezbolá.