El Ejército de Israel emitirá 7.000 nuevos avisos de citación para jóvenes ultraortodoxos, con el objetivo de reclutarles en medio de la ofensiva militar contra Hamás en Gaza y contra Hizbulá en el Líbano, tras una primera fase que concluyó sin éxito debido a la acérrima oposición de este sector religioso, informaron medios locales.
El ministro de Defensa Yoav Gallant aprobó la emisión de las nuevas citaciones, que se comenzarán a enviar en los próximos días, según el diario Hareetz.
Gallant anunció esta medida tras reunirse con el jefe del Ejército, Herzi Halevi, y otros mandos militares que le informaron sobre la primera fase de reclutamiento de ultraortodoxos.
En la primera tanda de citaciones fueron llamados a filas 3.000 haredíes (ultraortodoxos), pero solamente 230 se personaron en los centros de reclutamiento, informó el diario Times of Israel.
Las fuerzas armadas israelíes habían avisado de que para el año 2024 solo podrían reclutar a 3.000, ya que los judíos ultraortodoxos tienen requisitos especiales en áreas como la dieta o la convivencia con mujeres, y el Ejército tendría que acomodar a los nuevos reclutas en batallones especiales.
Los judíos ultraortodoxos han protagonizado numerosas protestas contra la integración forzosa de sus jóvenes en el Ejército, después de que el Tribunal Supremo israelí ordenara al Gobierno tomar medidas para aumentar el número de jóvenes religiosos que realizan el servicio militar obligatorio.
Desde la fundación del Estado de Israel, en 1948, los jóvenes que estudian a tiempo completo en una escuela talmúdica (yeshivá) están exentos de realizar el servicio militar que es obligatorio para gran parte de la sociedad israelí (los árabes israelíes también están exentos).
La exención, que había sido prorrogada a través de disposiciones especiales hasta hace unos meses, ha sido siempre motivo de controversia, y más aún tras el comienzo de la guerra en Gaza contra el grupo islamista Hamás, que han llevado al Ejército al borde de una crisis de personal.
Finalmente, el Supremo decidió que "no existe base legal para excluir a los hombres ultraortodoxos del reclutamiento" y que si no sirven en el Ejército tampoco deben recibir subvenciones educativas y de asistencia social financiadas con fondos públicos.