Netanyahu flirtea con una ocupación permanente de Gaza animado por el regreso de Trump y la debilidad de Hamás
- El primer ministro israelí también ha contado a los medios que ha hablado el presidente electo de Estados Unidos 3 veces desde su elección: "Vemos cara a cara la amenaza iraní".
- Más información: Luis Moreno Ocampo, ex fiscal jefe de la Corte Penal: "Israel está mucho más en peligro ahora que el 8 de octubre"
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y sus aliados de extrema derecha nacionalista han celebrado por todo lo alto la victoria del que será, de nuevo, presidente de Estados Unidos, Donald Trump. De momento, habrá que esperar a que vuelva a la Casa Blanca en enero para ver en qué se materializa su promesa electoral de poner fin a la guerra que Israel libra en Gaza y el Líbano, y que deja más de 43.000 muertos en la Franja y de 3.000 en el país de los cedros, según sus respectivas autoridades sanitarias, además de miles de heridos y millones de desplazados en situación de crisis humanitaria.
Una de las grandes incógnitas sigue siendo qué ocurrirá en Gaza el día después de la contienda: quién asumirá el poder que desde 2006 estaba en manos de Hamás. Sin embargo, aunque han pasado más de 400 días desde el comienzo del conflicto, esta cuestión sigue sin resolverse. Con los líderes de Hamás asesinados –Ismail Haniya el 31 de julio en Irán y Yahya Sinwar el pasado 16 de octubre en Gaza– la pregunta es si el grupo islamista tiene capacidad de sobrevivir. Muchos de sus militantes, así como altos mandos, también han perecido en esta guerra contra Israel.
En conversación con EL ESPAÑOL, Ignacio Gutiérrez de Terán, profesor titular de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid, afirma: “Resulta evidente que Hamás puede seguir descabezado en cuanto a su labor militar, porque la forma de actuación de sus milicianos sobre el terreno no depende de decisiones centralizadas, sino de estrategias adoptadas en cada sector”. De hecho, añade, “el grupo se había preparado para esta posibilidad de sangría entre sus líderes y contaba con una reorganización de sus sistemas de mando internos”.
En el campo de batalla, los combatientes de Hamás, explica Gutiérrez de Terán, no dependen tanto de los altos mandos como de los mandos intermedios.
Además, se comunican mediante sistemas que les permiten estar fuera del radar: “Es muy probable que por razones de seguridad interna sus hombres armados no tengan ningún tipo de dispositivo electrónico o telefónico con el que comunicarse con nadie, ni siquiera con los líderes de su demarcación; y deben de recibir órdenes directas de mandos intermedios, quienes a su vez utilizan recursos muy primitivos: mensajeros con instrucciones orales y papeles escritos en clave”.
La ocupación de Gaza: un fantasma en el horizonte
La destitución el pasado martes del ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha puesto en evidencia algo que ya se venía comentando desde hace tiempo: los desencuentros entre Netanyahu y los jefes del Ejército y otras fuerzas de seguridad. Gallant ha reconocido que uno de los asuntos en los que discrepa del primer ministro es el del regreso de los 101 rehenes, que el exministro ve como una prioridad. Además, sugirió que Netanyahu mantiene tropas en Gaza porque desea permanecer allí, arriesgando las vidas de los soldados.
La posibilidad de la ocupación se cierne sobre la Franja como un fantasma del pasado. Bajo el título “Preparando la ocupación de Gaza”, el pasado 21 de octubre se celebró un evento organizado por distintos movimientos colonos y partidos ultranacionalistas, precisamente en la frontera. Asistieron el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, y el de Finanzas, Betzalel Smotrich, ambos líderes de los partidos de derecha radical que mantienen a Netanyahu en el poder. Tampoco faltaron diez parlamentarios del Likud, el partido del propio primer ministro.
En declaraciones a EL ESPAÑOL, Joel Carmel, portavoz de Breaking the Silence, una organización antiocupación de exsoldados israelíes, dijo: “Mucha gente en el poder se está centrando realmente en tratar de construir la infraestructura para una ocupación a largo plazo de Gaza. Y tenemos algunos políticos muy destacados, ministros de nuestro gobierno, que hablan muy seriamente de colonizar la Franja”. De hecho, esas mismas organizaciones de colonos ya cuentan con “personas preparadas para asentarse en Gaza en el momento en el que eso sea posible”.
Carmel afirma que la intención de ocupar el territorio palestino “se puede ver en la forma en que se han establecido bases en Gaza, además de infraestructuras permanentes en el corredor de Netzarim y en el corredor de Filadelfia. Éste es siempre el primer paso hacia algo mucho más estable. Los asentamientos en Cisjordania empezaron como puestos militares”.
Netanyahu habló con Trump 3 veces
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aseguró este domingo que ha mantenido tres llamadas con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, desde su elección el pasado martes y enfatizó la "amenaza iraní" como uno de los temas clave en ellas.
"Vemos la amenaza iraní en todos sus componentes y el peligro que representa", dijo Netanyahu, en el marco de la tensión creciente en Oriente Medio con las guerras mantenidas por Israel en Gaza y Líbano contra Hamás y el grupo chií Hezbolá, respectivamente.
El mandatario israelí afirmó que fueron conversaciones "buenas y muy importantes" en las que también trataron grandes oportunidades para el país "en el campo de la paz y su expansión, pero también en otros campos", sobre los que no dio más detalles.
Veto a la ayuda humanitaria
El pasado 22 de octubre trascendió a los medios israelíes que el Gobierno de Netanyahu estaba sopesando delegar la gestión de la ayuda humanitaria en Gaza a una empresa privada, Global Delivery Company (GDC), especializada en misiones similares en escenarios bélicos como Irak, Siria o Afganistán. Esto alertó a algunos que vieron la intención de desplazar a la ONU en favor de compañías “mercenarias”.
“La delegación de ayuda humanitaria en empresas privadas o semiprivadas constituye una infracción en la práctica de los usos y costumbres de este tipo de actividades, dirigidas por lo habitual desde instituciones y asociaciones internacionales”, explica Gutiérrez de Terán. En su opinión, se trataría más bien de “un intento del Gobierno israelí de reforzar su veto y sanción a las Naciones Unidas, en especial a la UNRWA –Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos–”.
De hecho, el 28 de octubre, el Parlamento israelí aprobó una ley por la cual prohíbe toda actividad de esta entidad en el país, por considerarla aliada de Hamás. El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí declaró sin embargo que se apoyará en otras agencias de la ONU (como UNICEF) y en otras organizaciones internacionales para asegurar la ayuda humanitaria en Gaza, según informaba The Times of Israel.
Mientras, el conflicto continúa, ahora con la incógnita Trump en el horizonte. “Netanyahu ha decidido no decidir qué quiere con esta guerra. Siempre es más fácil mantener el statu quo –declaró Carmel–. Y el statu quo, por el momento, es [mantener] muchos soldados en Gaza y no dejar que los palestinos allí vivan sus vidas”.