Nawaf Salam, presidente de la Corte Internacional de Justicia, nombrado nuevo primer ministro de Líbano

Nawaf Salam, presidente de la Corte Internacional de Justicia, nombrado nuevo primer ministro de Líbano Reuters

Oriente Próximo

El juez Nawaf Salam, presidente de la Corte Internacional de Justicia es nombrado nuevo primer ministro de Líbano

Se pone fin a más de dos años y medio de interinidad con un dirigente en funciones  cuatro días después de cerrar otro vacío en la jefatura de Estado.

Más información: Líbano nombra presidente al jefe de su Ejército, Joseph Aoun, tras dos años de vacío de poder

Agencias
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El magistrado Nawaf Salam, actual presidente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), fue elegido este lunes como nuevo primer ministro de Líbano, después de más de dos años y medio con un dirigente en funciones y apenas cuatro días después de finalizar otro prolongado vacío en la jefatura de Estado.

"El presidente,Aoun, convoca a Nawaf Salam para encargarle formar Gobierno", anunció un portavoz desde el Palacio Presidencial tras concluir una larga ronda de consultas vinculantes al respecto entre el jefe de Estado y los diferentes bloques parlamentarios del país.

El jefe de la CIJ, que se encuentra en La Haya y está previsto que llegue a Líbano este mismo martes, obtuvo el respaldo de 85 de los 128 diputados del Legislativo libanés durante las consultas, mientras que 34 no nominaron a ningún candidato y otros nueve apoyaron al primer ministro saliente, Najib Mikati.

Mikati estaba en funciones desde las elecciones parlamentarias de 2022, por lo que el nombramiento de Salam pone fin a 31 meses sin un jefe de Gobierno con plenos poderes en el Líbano.

Además, su designación se produce después de que ya el pasado jueves el Parlamento eligiera a Aoun como jefe de Estado, un puesto que estaba a su vez vacante desde hacía más de dos años, impidiendo hasta ahora el nombramiento de un nuevo primer ministro.

Tras su llegada al país, Salam deberá formar Gobierno, algo que en el pasado se ha demorado durante meses e incluso ha llevado a la dimisión de varios primeros ministros en esa primera etapa por verse incapaces de encontrar un reparto de carteras que contente a todos los partidos políticos.

El puesto de primer ministro se reserva para un musulmán suní, del mismo modo que el de jefe de Estado debe otorgarse a un cristiano y el del jefe de la Cámara de diputados, a un musulmán chií.

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