Las vacaciones y el verano a menudo son sinónimo de no saber qué hacer con los más pequeños de la casa. Ellos ya no tienen colegio y, a esas edades, querrán estar todo el día ocupados con algo que les entretenga, les divierta y les haga estar a gusto.
El problema es que a veces los típicos juegos que hay en casa no son suficientes y las opciones se ven reducidas al pasar tanto tiempo sin ninguna obligación como cuando iban a clase durante el resto del año.
Pero afortunadamente, hoy en día existen muchas opciones para que los pequeños no se aburran ni tengan que estar todo el día en casa. Hay posibilidades para todos los bolsillos, pero lo que tienes que tener en cuenta para los diferentes tipos de planes es lo mismo: evitar que se los niños se pongan al sol en las horas centrales del día, llevar siempre agua para que estén hidratados, buscar la sombra, proteger su piel del sol y evitar dentro de lo posible los lugares masificados.
Sabiendo esto, a continuación te dejamos algunos de los mejores planes para hacer con niños cuando hace mucho calor:
- Empecemos por lo fácil. Vivir cerca de la costa es una ventaja muy grande, pues para los niños jugar en la orilla del mar es un mundo de posibilidades. Tienen la opción de bañarse, bucear, jugar con cubos y palas, buscar conchas, jugar con un balón, cavar un hoyo… Con estas actividades bastará para que pasen, mínimo, una mañana o una tarde entretenidos, y para los mayores tampoco suele ser ningún esfuerzo este plan.
- Para el plan anterior también hay una opción de interior. Las piscinas, ríos, lagos, piscinas naturales… Lo que más cerca tengas o mejor te venga según el día. El agua en verano es un acierto porque entretiene por mucho tiempo a la vez que refresca. Siempre teniendo en cuenta la precaución debida y estando pendientes de los niños.
Si además el entorno que rodea estos lugares es bonito, puedes aprovechar para hacer una ruta para llegar al sitio, eso sí mejor a primeras horas de la mañana cuando aún no aprieta del todo el calor y yendo debidamente equipados.
- Como ya hemos comentado, las excursiones son otra buena opción para los niños cuando son algo más mayores y sabemos que no se van a cansar demasiado. De igual manera conviene tantear la longitud de la ruta y buscarla cerca del mar o de un lugar donde refrescarse al acabar. Tomarlo como un día de aventuras y exploración será un plus para ellos.
- Siguiendo por el mundo del agua, no podemos olvidarnos de los parques acuáticos. Los parques de atracciones son otra opción pero en ellos seguro que pasas mucho más calor. En lugares con piscinas de olas, juegos en el agua, toboganes, etc, la diversión está asegurada para los pequeños e incluso para los grandes.
[Los mejores parques de atracciones de España para visitar este verano]
Si esta idea te parece demasiado cansada o prefieres algo más barato, aunque no es igual, puedes tirar de imaginación y reunir a algunos amigos de tus niños para que jueguen con pistolas de agua, globos de agua, con una manguera, con los aspersores… Este tipo de planes suelen ser muy atractivos para ellos.
- La cultura, a priori, puede que no atraiga mucho a los niños, pero sabiendo enfocarlo bien y escogiendo a qué sitio les llevas es otra de las opciones a prueba de calor que te recomendamos. En los museos, teatros, talleres o bibliotecas, todo está acondicionado para estar a buena temperatura, así que solo bastará con disfrutar de lo que ofrecen. Cuanto más participativa sea la actividad, más atractiva suele ser para los niños y niñas, así que hazte con la información necesaria de la oferta cultural de tu ciudad o pueblo y ya tienes alguna tarde más ocupada.
- Como últimas propuestas te dejamos una de las ideas más clásicas: ir al cine. Las salas están fresquitas, los niños estarán quietos (con suerte y según la edad), y te aseguras entretenimiento durante dos horas, más o menos. Si quieres que la experiencia sea un poco diferente, también puedes optar por los cines de verano al aire libre que se suelen hacer por la noche, seguro que a tus niños les encanta.
También te puede interesar...