Dicen que Finlandia es el país más feliz del mundo. Y basta con pasar unas horas en él para darse cuenta de que es cierto. Pero si además, esas horas transcurren en un paraíso natural como el lago Saimaa, la certeza trasciende más allá de los sentidos y esa felicidad sobrepasa lo mundano para convertirse en una cuestión casi divina.
Si hubiera que buscar un motivo para explicar el apabullante nivel de felicidad de los fineses, este se encontraría sin duda alguna en la conexión que sienten con la Tierra y con la naturaleza. Todo lo que hacen en su día a día, lo hacen por y para ella. Esta es la razón por la cual sus sonrisas permanecen de manera perenne en sus rostros las 24 horas del día y los 365 días del año.
El lago Saimaa es sin duda una de las regiones más especiales de Finlandia y de todo el mundo. Pero a la vez, una de las más desconocidas para el turismo extranjero. Todo lo que rodea a estas gélidas aguas, y no es un decir lo de gélidas porque aún en septiembre hacen falta arrestos para darse un relajante baño de apenas segundos, es incomparable e indescriptible. Sus paseos por el bosque, su fauna marina, sus vistas, esa sensación de inmensidad, las inconfundibles auroras boreales y las gentes que habitan los pueblos que lo rodean forman parte de su encanto y singularidad. Un destino ideal para unas vacaciones cuya época de mayor actividad se registra de mayo a agosto. ¡Y es que Finlandia también es verano!
El lago Saimaa es el lugar ideal para aquellos que busquen la perfección en un viaje. Para los amantes de la aventura, de los deportes forestales, de la tranquilidad y, sobre todo, de la paz. Y es que si algo se respira en los alrededores de Mikkeli, una de las ciudades más importantes del sureste finés y capital administrativa de la región de Savonia del Sur, es esa paz que transmite la conexión con la naturaleza, elemento fundamental para los habitantes de esta región.
Y si quieres disfrutar de las maravillas del lago Saimaa, EL ESPAÑOL recomienda pasar por la mansión de Kyyhylä, una casa de gran tradición histórica escondida en un entorno único a orillas del lago. Allí podrás disfrutar de la cercanía de sus empleados, fineses auténticos que sienten su tierra, de comida tradicional y de actividades para buscar esa conexión con la naturaleza sin perder un sólo detalle y repletos de lujo.
Las maravillas de Saimaa
Finlandia es un país que no supera los 6 millones de habitantes situado en el norte de Europa y que limita con Suecia, Noruega y Rusia. Además de Helsinki, la región más conocida del país en términos turísticos es Laponia, una amplia zona de naturaleza con parques nacionales y centros de esquí y que cuenta con sello inconfundible de Papa Noel y su mística navideña. Sin embargo, Finlandia es mucho más. Especialmente en verano.
Una de las maravillas más desconocidas de Finlandia para el gran público es la región del lago Saimaa, el más grande del estado y el cuarto de Europa. Está ubicado en la parte sureste del país y en sus orillas hay varias ciudades notables, como Lappeenranta, Imatra, Savonlinna y Mikkeli.
Una de las particularidades del lago Saimaa es que su superficie no es la de un lago tradicional, ya que su forma laberíntica lo hace aún más especial. La mayor parte de este increíble y espectacular lago de origen glaciar y cuya superficie abarca unos 4400 kilómetros está salpicada de islas y estrechos canales que lo dividen en muchas partes. Cada una cuenta con su propio nombre, siendo en realidad casi un complejo de pequeños lagos navegables.
Los números oficiales dicen que este lago cuenta con más de 13.000 pequeñas islas. Sin embargo, las lugareñas y verdaderas expertas en la zona aseguran que pueden ser entre 15.000 y 20.000. Cifras que sirven para darse cuenta de la inmensidad y complejidad de la zona.
Este lago, además de ser un enclave paradisiaco, destaca también por aportar una enorme funcionalidad a los habitantes de la región. Navegando a su través se pueden conectar zonas de viviendas cubriendo distancias que por carretera llevarían horas. Incluso en invierno, en las zonas en las que permanece helado, se puede cruzar caminando o a caballo para salvar las dificultades de la compleja orografía que en ocasiones impide ir por carretera debido a las nevadas.
Por si esto fuera poco, el lago proporciona a los autóctonos vías de supervivencia y autoabastecimiento, ya que se pueden consumir los deliciosos pescados que en él habitan, desde su rico salmón hasta el delicioso corégono blanco, similar a la farra que se consume en España, y que se prepara tradicionalmente junto a patata cocida y especias propias de la zona.
Otro alimento típico de la zona es la carne de reno, habitual fuente de alimento de los leñadores y hombres de bosque en Finlandia durante siglos. Una manera muy tradicional de comerla es en sopa, ya que le aporta al guiso un sabor exquisito y un espesor muy característico.
En la mansión Kyyhylä tendrá la oportunidad de degustar este exquisito plato tan característico de la zona acompañada de sus tradicionales salchichas, cocinadas al fuego por uno mismo.
Una de las actividades más interesantes de las múltiples que ofrece este bello alojamiento es realizar paseos por el bosque hasta las autóctonas cabañas de madera que recuerdan a las empleadas por los hombres del bosque hace décadas. Allí, se puede disfrutar de una gran conversación al fuego mientras se preparan platos típicos.
Y todos estos manjares deben estar acompañados de sus panes artesanales y de su especial mantequilla, la cual tiene un sabor muy distinto a la que podemos encontrar en España debido a su sorprendente cremosidad. En Finlandia es habitual consumirla casi a cualquier hora del día, incluso durante la cena, como un acompañamiento más.
Dentro de la mansión Kyyhylä podrás conocer la historia de la región, ya que por ejemplo esta gran residencia fue utilizada hace décadas por personas que habían regresado de la Guerra de Invierno, la cual estalló cuando la Unión Soviética atacó Finlandia tres meses después del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Estos soldados, en su mayoría inválidos, heridos y con lesiones graves, acudían allí para someterse a tratamientos de fisioterapia y rehabilitación hasta morir en muchos casos.
Sintiéndote parte de esta historia, tienes la oportunidad también de disfrutar de grandes festines mientras te sumerges en las gélidas aguas del lado después de haber pasado por su tradicional y amplia sauna o de haberte dado un baño en el jacuzzi situado en mitad de una impresionante terraza al aire libre con vistas a la orilla del Saimaa. La única condición para pasar por la mansión Kyyhylä es realizar el 'rito del árbol' y haber probado la infusión de hierbas purificantes de la casa antes de partir.
El GeoPark de Saimaa
Y si estamos en la región de Saimaa, es de obligado cumplimiento darse un paseo por su GeoPark, un lugar único en el que podremos conectar con la naturaleza, realizar actividades de senderismo o contemplar la inmensidad del lago desde sus diferentes miradores naturales.
Las vistas desde cualquier punto son increíbles y adentrarse en sus bosques es una experiencia única y revitalizante, especialmente para aquellas personas que viven rodeadas del estrés de las grandes ciudades. Además, al igual que el lago, el bosque del GeoPark de Saimaa también nos ofrece vías de autoabastecimiento, especialmente a través de sus frutos destacando las moras rojas, las bayas y los arándanos.
La experiencia puede ser completa ya que en estos bosques repletos de pinos, que contienen especies tan espectaculares como osos o lobos (aunque sin peligro para el ser humano), podemos sentirnos un auténtico 'señor finlandés de los bosques'. Por ello, incluso tienes tu propia parada para intentar cortar unos troncos de madera con los que protegernos del frío húmedo que recorre la zona.
Antes de intentarlo debemos saber que el truco está en situar el tronco de manera vertical, clavar el hacha y después golpear todo junto contra la base de madera que hace de apoyo. Y así conseguiremos partir las pequeñas porciones que nos interesa quemar para poder encender un fuego con el que calentarnos o preparar nuestra comida.
Aunque la inmensidad del parque nos ofrece la posibilidad de hacer rutas de senderismo de hasta 20 o 30 kilómetros, lo cierto es que es accesible a visitantes de todos los niveles. El objetivo es llegar hasta la colina Neitvuori, que ofrece unas impresionantes vistas del archipiélago de Saimaa.
Sin embargo, con una pequeña vuelta de entre 2 y 4 kilómetros podemos darnos cuenta que Saimaa es una región única que debe ser presentada al mundo como una de las grandes maravillas de Finlandia.