Si estás buscando nuevos planes por España, hay muchos lugares que puedes visitar, por ejemplo, jardínes desconocidos en Madrid o lugares naturales que son auténticos retos para el ingenio humano, como los laberintos.
Los laberintos siempre han llamado nuestra atención... De hecho, en la mitología griega el laberinto de Creta era construido por Dédalo para esconder al Minotauro. Posteriormente, caído Dédalo en desgracia, habría sido encerrado, junto a su hijo Ícaro en este mismo laberinto.
Desde entonces, se han construido laberintos para jugar con la mente humana. Entre ellos, algunos se encuentran en España, concretamente el laberinto de Peñíscola, que es considerado el tercero más grande de Europa. Además, se puede visitar en grupo.
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Laberinto de Peñíscola
El Laberinto de Peñíscola es el más grande de España y el tercero con mayores dimensiones en Europa. Concretamente, posee 7.000 metros cuadrados y 3 kilómetros de recorrido.
Además, este lugar está conformado por 4000 plantas de Ligustrum Japonica y un cuadrado central de Photinia Red Robin que contiene una escultura de dinosaurio de grandes dimensiones.
Otro de los laberintos más grandes de España es el de Villapresente, en el municipio cántabro de Reocín. Este posee cuatro kilómetros de recorrido y más de 5600 metros en total.
Cómo visitar el Laberinto de Peñíscola
Para visitar el Laberinto de Peñíscola puedes visitar su página web (www.laberintodepeniscola.com). Allí se encuentran disponibles las entradas, que tienen los siguientes precios:
- Adulto a partir de 14 años: 7,50 euros.
- Niños de 3 a 14 años: 4 euros.
- Niños menores de 3 años: gratuita.
- Reducida (grupos a partir de 6 adultos): 6 euros.
En cuanto a los horarios, este lugar se encuentra abierto los sábados y los domingos de 10:00 horas a 19:00 horas, excepto del 3 al 17 de abril que está abierto todos los días, así como a partir del 1 de julio, que también está abierto todos los días.
El laberinto más grande del mundo
Si hablamos del laberinto más grande del mundo ese es el laberinto de Masone o Labirinto della Masone, en Fontanellato, a las afueras de la ciudad italiana de Parma.
La idea de crear este laberinto fue del pubicista, editor, coleccionista de arte y bibliófilo Franco Maria Ricci. Concretamente lo que ocurrió es que en 1977 le hizo la promesa al escritor Jorge Luis Borges de que construiría el mayor laberinto del mundo en su honor.
En consecuencia, se construyó este laberinto de ocho hectáreas, que fue inaugurado en 2015. Además, este lugar destaca principalmente por la existencia de una gran variedad de plantas de bambú.
Este laberinto actualmente se utiliza como un parque cultural que se utiliza exponer la colección de Ricci (aproximadamente de 500 piezas de arte, a partir del siglo XVI al siglo XX). Además, posee una biblioteca dedicada a los ejemplos más relevantes de arte, la tipografía y el diseño gráfico.