La isla española que hace un año no se podía visitar: tiene un búnker

En la costa gallega hay 316 islas o islotes con un cierto interés, entre ellas, puede que las más famosas sean las Islas Cíes, un archipiélago situado en la provincia de Pontevedra. Sin embargo, estas son las únicas islas de Pontevedra que merecen nuestra atención.

Se trata de la Isla de Tambo, un islote que hasta hace poco tiempo no se podía visitar. Tanto es el misterio que rodea a este lugar que durante mucho tiempo también estuvo oculto en Google Maps. ¿Quieres saber más sobre esta isla?

Isla de Tambo

La isla de Tambo (en gallego Illa de Tambo) es una isla gallega de la provincia de Pontevedra, situada en medio de la ría de Pontevedra, ya en su parte final, entre a la villa de Marín y el municipio de Poyo. 

Esta isla tiene una superficie de 28 hectáreas y alcanza los 80 metros de altura en el monte San Facundo. Es ovalada y tiene una típica forma piramidal completamente cubierta de arboleda, sobre todo, por eucaliptos.

La historia de la Isla de Tambo

La historia de esta isla es peculiar puesto que fue usada para muy diversos fines. En cualquier caso, puede resultar complicado qué es realidad y qué es ficción puesto que se han construido muchos relatos y mitos en torno a este islote.

En primer lugar, cabe destacar que los primeros indicios de población asentada en la isla se encuentran en la zona más elevada de la isla, donde existen restos de un asentamiento castreño de la Edad de Hierro.

Posteriormente, en la Edad Media se construyó el monasterio benedictinode Santa María de Gracia, fundado por San Fructuoso que se fue derruyendo con el paso de los siglos y del que queda todavía en pie la antigua iglesia monasterial dedicada a San Miguel y la fuente. Según cuenta la leyenda, este monasterio habría sido destruido por el pirata Francis Drake.

Desde la apertura de la Escuela Naval Militar en 1943, hasta el año 2002, la isla de Tambo albergó en su interior un arsenal militar. Desde el año 2002 quedó oficialmente desmilitarizada.

En consecuencia, esta isla no estuvo abierta al público hasta el pasado año 2022, momento en el que se empezó a permitir que los turistas llegaran a este islote para conocer (de forma controlada) el patrimonio cultural y natural que alberga este lugar.

Qué ver en la Isla de Tambo

• La cantina militar. Construcción de la época en la que la isla estaba custodiada por militares.
• La casa del oficial.
• Búnker. 180 metros cuadrados para el polvorín.
• La Capilla de San Miguel. Del año 1865.
• El lazareto. Del año 1865.
• El Faro de Tenlo Chico. Es de 1955. Una torre de 20 metros revestida de perpiaño (granito) si bien esta pintada para dotarla de visibilidad.
• La Playa de A Dreirá.
• La Playa de Area da Illa. Es una playa dotada de bandera azul, arenas finas y con unos 420 metros de longitud, 20 metros de anchura.

Cómo visitar la Isla de Tambo

Desde Turismo de Poio: "Las visitas a la Isla se realizan en grupos limitados, acompañados por guía y accediendo únicamente por el muelle. Para la visita, además de la autorización de acceso, deberá contarse con billete de las navieras que realizan viajes organizados desde el Puerto de Combarro."

• Visita Tambo: Billete barco + autorización de acceso.
• Duración de la visita: 2,5 – 3 horas. Extensión de la ruta:  Aprox. 2 kilómetros.

Durante la estancia en la isla no está permitido

La propia web de Turismo de Poio explica todas aquellas que están prohibidas hacer durante la visita a la Isla de Tambo:

• Fumar.
• Encender fuego.
• Tirar basura o dejar residuos.
• Apartarse de la ruta establecida.
• Extraer marisco, practicar pesca submarina o deportiva.
• Introducir animales excepto perros-guía.
• Molestar a la fauna.
• Arrancar, cortar o dañar la vegetación.
• Alterar el entorno.
• Alterar o dañar el patrimonio cultural y natural.

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Consejos y recomendaciones para la visita

• Lleve calzado deportivo, ropa cómoda y una prenda de abrigo. El itinerario es de 2,5 kilómetros.
• No hay papeleras. Tenga en cuenta que tendrá que llevarse sus residuos de vuelta con usted.
• Procure no ocasionar ruido innecesario, contribuya al disfrute de la naturaleza.
• Colabore activamente en la conservación del entorno natural, alertando sobre incidencias y sugiriendo mejoras.
• Mantenga una actitud responsable y colaboradora. Siga las indicaciones y las normas en todo momento.
• No hay establecimientos comerciales en la isla. Equípese con agua, protección solar y lo que necesite para la duración de la visita.

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