¿Alguna vez te has preguntado si el castillo de la malvada madrastra de Blancanieves existió de verdad? Pues la respuesta es sí, realmente Walt Disney se inspiró en un lugar concreto y real para crear este palacio.
Concretamente, cuando se creó está película, la inspiración para recrear este castillo estuvo en el Alcázar de Segovia, uno de los castillos españoles de mayor importancia. Si quieres saber más sobre las similitudes entre estos dos castillos, aquí te lo contamos todo.
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Alcázar de Segovia
En primer lugar, hay que tener en cuenta que el Alcázar de Segovia, que data de principios del siglo XII, es uno de los castillos medievales más famosos del mundo. No solo eso, sino que es uno de los monumentos más visitados de España.
Curiosamente, el Alcázar de Segovia es igual al Castillo de la Reina Grimhilde, lugar de la película Blancanieves y los Siete Enanitos (Snow White and the Seven Dwarfs en inglés) estrenada en el año 1937.
Este casillo de la madrastra, aunque parezca un lugar de cuento de hadas, estaba lleno de misterios y secretos. No es el caso del Alcázar de Segovia, sobre el que no existe a priori ninguna historia de miedo, algo que sí que ocurre con el castillo de Pedraza, considerado uno de los castillos encantados de España.
La propia cuenta de @TurismoSegovia en Twitter se hace eco de las similitudes entre el castillo de la madrastra de Blancanieves y el Alcázar de Segovia, tal y como cuentan en la siguiente publicación:
Cabe destacar que el Alcázar de Segovia es un palacio y fortaleza que perteneció a los Reyes de Castilla. De hecho, su construcción refleja el esplendor de la Corte durante el Medievo.
De la misma forma, la historia de este Alcázar es larga: sus muros han sido testigos de batallas, grandes intrigas, bodas reales, así como otros sucesos asombrosos. Además de haber sido fortaleza medieval, también fue palacio real, así como prisión de estado, Real Colegio de Artillería y Archivo General Militar.
Tanto el castillo de la madrastra como el Alcázar de Segovia destacan por estar ubicados en lo alto de un cerro, así como por sus características torres redondeadas.