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En España, se estima que entre un 1 y un 2% de la población es celiaca, lo que supone que puede haber entre 450.000 y 900.000 personas que sufren intolerancia al gluten, mientras que entre un 80 y un 85% no están diagnosticados, según los datos de Celicidad.

A pesar de las cifras, la concienciación y los avances en la oferta alimentaria, aún falta apoyo económico para costear la dieta sin gluten. Desde la FACE alertan que, de media, una persona celíaca paga hasta 1.000 euros más al año por la compra de comida sin gluten en España. 

Lo cierto es que alrededor de Europa la cosa no solo pinta mal, sino que según los españoles la situación es mucho peor en países como por ejemplo Alemania. Sara (@healingwithsara) es una de las perjudicadas que sufre las consecuencias.

La "pesadilla" que de los supermercados en Alemania

"Si vives en España y eres celiaco, sabes que la marca de confianza es Schär", explica Sara. Un motivo por el que pensó que mudarse a la ciudad iba a hacerle la vida mucho más fácil y que la oferta y demanda "iba a ser bastante grande".

Sin embargo, la realidad es algo diferente: "en temas de supermercados estamos bastante cubiertos, evidentemente, todos sabemos que nos han castigado a los celiacos porque los precios son desorbitados en la mayoría de las cosas", explica.

Aun así, la española pone de referencia algunos supermercados alemanes como Edeka, Rewe, Kaufland y DM, los cuales cuentan con una marca propia, que sale más económico, "pero aun así, la diferencia es muy notable".

"Por una galleta, a lo mejor mi pareja paga 1 euro o 1,50 y yo pago 4 euros por tres galletas que te vienen en el paquete", indica. Además, a diferencia de España, en Alemania no existen panaderías sin gluten o restaurantes 100x100 sin gluten.

La española también enfatiza acerca del poco conocimiento que tiene la gente acerca de las personas celiacas o el gluten, "hay restaurantes que tienen opciones de cocinar las cosas sin gluten, pero no te garantizan que no haya contaminación cruzada y para algunos, eso es muy peligroso".

"La comida típica alemana tiene gluten 'a cascoporro', como el schnitzel, el äsespätzle, el típico perrito caliente o la cerveza", explica Sara, y añade: "No es imposible salir a comer fuera, pero es caro, y se nota bastante".

En su vídeo de TikTok también explica que sí ha encontrado sitios que vendan comida sin gluten, pero suelen ser panaderías y chocolaterías, de los cuales no puede subsistir.