En un mundo cada vez más conectado, las redes sociales se han convertido en una ventana a experiencias únicas y sorprendentes. Recientemente, una joven española ha compartido en TikTok su asombro al descubrir un concepto inusual durante su viaje a Nueva Zelanda.
La protagonista del vídeo, va caminando por una carretera mientras narra una de las experiencias que más le han llamado la atención del país del Pacífico a través de su cuenta pública @viajeroslowcosteros.
"¿Increíble, no?", es una de las exclamaciones más llamativas del vídeo publicado en la red social de TikTok. Una clara referencia a que las diferencias culturales, van mucho más allá de la lengua.
La sorpresa en su viaje a Nueva Zelanda
"Acabamos de parar en medio de una carretera de Nueva Zelanda porque hemos visto esto", comienza diciendo la joven española en su publicación del vídeo de TikTok.
"¡Una "sharing shelf!", exclama, en lo que en español sería algo parecido a una estantería de intercambio. "¿Qué significa? Que a la gente que le sobra cosas, sobre todo, de recolecta que ha hecho en su propia casa, de huertos... lo deja por aquí y puedes coger."
En el vídeo, su protagonista, explica que se detuvieron en medio de una carretera en Nueva Zelanda al ver una "sharing shelf". Se trata de un reciente e innovador concepto que se basa en la idea de compartir recursos y excedentes de manera comunitaria.
La estantería está diseñada para que las personas dejen cosas que ya no necesitan o que les sobran, como productos de sus huertos o artículos en buen estado que ya no utilizan. Es una forma de promover la sostenibilidad y el reciclaje, fomentando un sentido de comunidad entre los habitantes.
Una iniciativa sostenible
Lo que más sorprende a la joven española es la filosofía detrás de esta práctica. En un mundo donde el consumismo a menudo predomina, las "sharings shelf" representa una alternativa novedosa y muy práctica.
La comunidad local no solo puede beneficiarse de los artículos dejados, sino que también fomenta el intercambio y la solidaridad. Esto ayuda a reducir el desperdicio y a promover un estilo de vida más sostenible.
Además, la joven menciona que la estantería suele contener productos frescos, como frutas y verduras, recolectadas de huertos caseros. "Incluso cosas que ya no quieres, las dejan por aquí. ¿Increíble no?"
Este intercambio no solo es útil, sino que también permite a las personas disfrutar de alimentos frescos y saludables, apoyando así la agricultura local y orgánica.