En los últimos años, la situación en Cuba se ha vuelto cada vez más complicada, llevando a un número creciente de cubanos a emigrar en busca de mejores oportunidades. La falta de recursos básicos, la crisis económica y las limitaciones en derechos y libertades han convertido la vida cotidiana en la isla en un verdadero desafío.
Mientras tanto, España se ha vuelto un destino popular para quienes buscan reconstruir sus vidas, gracias a su fama, un idioma compartido con Latinoamérica y una esperanza de encontrar estabilidad y seguridad. Sin embargo, son muchas las diferencias entre ambos países, por lo que la emigración puede ser complicada en ocasiones.
Anita Mateu es una de las cubanas que ha decidido vivir y trabajar en España, más concretamente en Galicia. Desde su cuenta de TikTok, la joven cuenta su experiencia, todo lo que hace en su día a día, pero también comparte ciertos estragos que sufre en el país, como a la hora de pagar con tarjeta.
La dificultad de pagar con tarjeta en Cuba
Todos conocemos el paraíso de viajar a Cuba. Playas paradisíacas y calles repletas de color; sin embargo, hay muchas costumbres que se esconden en el país y que solo conocemos cuando viajamos o vivimos en el mismo. Una de ellas es la dificultad de pagar con tarjeta.
Cuba es una sociedad en la que se acepta el pago en efectivo, por lo que la mayoría de los lugares no aceptan pagos con tarjeta. Además, hay ciertos tipos de tarjeta de otros países que no son reconocidas, incluido a que muchos cajeros automáticos no funcionan.
Por este motivo, cuando la cubana Anita Mateu (@anita.mateu) llegó a España, "no sabía pagar con el teléfono". La joven explica en su cuenta de TikTok que llegó de Cuba con "conocimiento cero" en muchas cosas debido a las grandes diferencias entre ambos países.
Uno de los momentos en los que más pasó vergüenza la cubana es a la hora de pagar con la tarjeta contactless, es decir, las que tenemos en el teléfono. "En Cuba solo se usa efectivo", explica, "tenemos 30 años de atraso tecnológico, o más, y yo no sabía que se podía pagar con el móvil".
De hecho, la cubana explica que es algo que "veía en las películas y pensaba 'wow, qué tecnología". Por eso, cuando llegó a España se ponía muy nerviosa al pagar, además que reconoce que ella no reclama ninguno de sus pagos.
La cubana explica que se puso en una subscripción mensual y llevaba tres meses pagando un cobro, "me daba vergüenza reclamar", confiesa, con tal de no enfrentarse por teléfono con ninguna persona por teléfono.