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En un reciente video de TikTok, el camarero @restobarlaspenhas sorprendió a sus seguidores al defender una práctica que muchos consideran controversial: tomar vino con hielo. En España, donde el vino es casi una religión, esta costumbre es vista por muchos como una transgresión, pero el experto tiene una visión completamente diferente. 

El tiktoker comenzó explicando las temperaturas ideales para servir diferentes tipos de vino: “Los tintos ligeros se sirven entre 12 y 14 grados para equilibrar su acidez y aromas frutales, pero si no te gusta el vino, puedes seguir tomándolo con hielo”. 

Vinos tintos 

A pesar de la cultura tradicional del vino en España, @restobarlaspenhas destaca que el hielo puede ser una herramienta útil para quienes prefieren una temperatura más baja en su vino. Explica que los tintos ligeros, como el Pinot Noir, se disfrutan mejor a temperaturas frescas para resaltar sus características frutales. 

En la misma línea, “los tintos de cuerpo medio, como el Merlot o el Tempranillo, necesitan entre 15 y 17 grados, mientras que los tintos robustos como el Cabernet Sauvignon se aprecian mejor entre 18 y 20 grados para potenciar su complejidad”, indica @restobarlaspenhas, aclarando que la temperatura afecta enormemente la experiencia sensorial del vino.  

Vinos blancos

Además, también detalla las temperaturas ideales para otros tipos de vino, como "los blancos ligeros como el Sauvignon Blanc, que destacan entre 7 y 10 grados, y los más estructurados, como el Chardonnay, que necesitan entre 10 y 12 grados", detalla el profesional. 

Vinos espumosos 

En este sentido, el creador de contenido también hace un llamado a la flexibilidad y apertura en el disfrute del vino, sugiriendo a través de sus explicaciones que no debemos limitarnos a las normas tradicionales."Y los espumosos para mantener burbujas y frescura deben servirse entre seis y ocho grados", específica el camarero.

A través de este vídeo, podemos reflexionar sobre el papel crucial que la temperatura juega en la apreciación de los vinos y su correcta conservación. Ya que para muchos, esta afirmación puede sonar chocante, propone una reinterpretación del vino, sugiriendo que, en ciertos casos, el hielo puede complementar la experiencia de una forma novedosa. 

Con la llegada de las Navidades, es común ver en las mesas familiares tanto vinos espumosos como cava, para celebrar brindis y recibir a los invitados. También se suelen servir vinos blancos, que acompañan platos más ligeros, como el pescado o los mariscos. Por su parte, los vinos tintos son ideales para carnes rojas o asados, que suelen ser el plato principal de estas festividades.